CAPITULO 3

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Ya había enviado la carta a su tía Philipa hace tres días y acababa de recibir una respuesta favorable.

Entiendo la situación querida puedes estar tranquila, diré que estuviste a mi lado en todo momento incluso a Josh, espero que te recuperes pronto ya que en 8 meses él regresará tienes ese tiempo querida, espero que sea suficiente.

P.D.
No olvidaré enviarle aquellas cartas que me enviaste para Charlotte de tu parte, yo me encargo.

Con cariño Philipa Wiksen

Sabía que podía contar con ella, tenía casi todo preparado la tía Charlotte se había marchado hace apenas media hora en dirección a Londres, pensaba irse con unos parientes suyos pero cuando escucho conveniente que cierto vizconde había regresado a la ciudad ella decidió ir, supongo que debo de alegrarme después de todo si mi tía logra casarse con él me librare de sus atenciones y vaya que espero que así sea...

Guarde aquella carta en un pequeño cajón en el despacho de mi padre, en aquel lugar solía guardar algunos documentos era una especie de doble fondo tenías que tener una llave y casualmente yo la tenía...

Salí del despacho y me dirigía a buscar a Pru sé que ella ha decidido acompañarme pero eso es porque cree que iremos a Yorkshire no sé cómo se lo tome, la logre encontrar en el salón leyendo.

—Pru te importaría acompañarme a dar un paseo — sugerí señalando el jardín

—Claro Regina — respondió con rapidez dejando el libro que llevaba en la mesita y siguiéndola hacía la puerta lateral que daba paso a los jardines.

— Pru debo de ser sincera contigo — dije con tranquilidad — no voy a ir a Yorkshire

—De que hablas Regina—contestó confusa y yo entendía perfectamente su reacción — le dijiste a tu tía que irías a Yorkshire

—Si pienso ir de viaje pero es un poco más lejos —dije divagando un poco

— ¿a dónde pensar ir exactamente?

—Pienso viajar por el continente y tal vez pasar uno o dos meses en Francia Pru—le dije volteando a verla — comprenderé si no deseas acompañarme ahora, no quiero que te sientas obligada a venir

—Pero que harás sola allá Regina —me dijo confundida — mejor dicho ¿cómo se te ocurrió esa idea?

—Fue papá el que me lo pidió —conteste tranquilamente — encontré una carta de parte suya y supe lo que tenía que hacer

—Entiendo, si el conde lo dijo —parecía pensar con cuidado sus palabras — pero aun así deberías de considerarlo mejor Regina

—Pru tu mejor que nadie sabes que es necesario que me case —añadió con cierto pesar y resignación — necesito asegurarle un futuro estable a Edward, necesito que tenga a un guía ahora que papá ya no está, pero antes de eso quiero ver un poco del mundo algo que solo encontrare fuera de los salones de Londres, algo de una vida que jamás podre disfrutar, entenderé si no vienes conmigo Pru solo te pido que no le digas nada a nadie por favor.

— Si me dices eso no me queda más alternativa que ir contigo — respondió después de unos instantes soltó un suspiro y luego sonrió — no puedo dejar que te metas en líos ¿verdad?

— Pru — dije a la vez que me lanzaba a abrazarla — gracias gracias gracias

Con eso todo estaba listo ambas se enfrascarían en una excitante aventura, primero irían a Italia y bueno después a donde el tiempo las llevará, su última parada seria Francia regresarían antes de la llegada de su primo todo sería perfecto.

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— Vamos Harry hace apenas tres meses llegaste a Londres y ya piensas marcharte — lo regañaba su molesta madre, su hijo parecía vivir solo para viajar y este no tenía el menor remordimiento de dejarla — que pasara con la presentación de Eleonor

— Vamos Mamá todo está bien necesito viajar para vivir— y no mentía en cierta forma, la vida en Londres era demasiado aburrida no había nadie interesante entre las debutantes todas parecían tener poco cerebro y sentido común vaya conjunto formaban, además estaba harto de ser perseguido por todas aquellas madres con hijas casaderas ya había llegado a su límite y que mejor que volver a la buena vida muy lejos de casa— Y respecto a Eleonor, sabemos bien que tú puedes hacerte cago de eso

— Harry, no pensaras dejarme sola para la presentación de tu hermana — añadió su madre reprochándole su actitud — es muy importante que estés para asegurar su éxito

— Tu sabes que ella será un éxito con o sin mi madre — trate de ser razonable pero como siempre con las mujeres no se puede, no puedes vivir con ellas, ni sin ellas — de acuerdo estaré aquí cuando ella se presente lo prometo, pero por ahora me iré — dije dándole un beso en la frente a mi madre a modo de despedida

Al parecer intento decir algo más pero me aleje con rapidez camino a mi habitación

— Jack — hable llamando al mayordomo que estaba pasando en esos instantes

— Sí excelencia— contesto este asciendo una leve reverencia, producto de años de experiencia

—Pide que preparen mi equipaje me marcho en un par de horas — sin decir más se alejó, viendo que el mayordomo se dirigía con rapidez a cumplir su tarea. Cumpliría lo prometido a su madre pero no pensaba quedarse tanto tiempo, su hermana sería presentada en la siguiente temporada no le veía sentido a permanecer en Londres más tiempo del necesario. Se iría, disfrutaría de la compañía de toda linda dama que quisiera brindársela pero no aquí sino en Francia donde sus libertinos amigos estaban divirtiéndose a lo grande, mientras él había tenido que regresar por una carta de su adorable madre, en la cual esta le hizo creer que estaba muy enferma apresurándolo a regresar a su lado, no tardó mucho en descubrir que fue vilmente engañado, no cabía duda de que su madre era muy especial todo fue un artilugio para hacerlo regresar y tratar de ponerle la soga al cuello con... como se llamaba... Así Lady Sarah una dama bonita pero con muy poco cerebro debía añadir, no era que muchos caballeros apreciaran la inteligencia en una dama, pero era una cualidad que lo atraía bastante pero no ahora, no deseaba casase. Era demasiado joven apenas tenía 26 años y no se casaría ni aunque la reina se lo pidiera.

Gracias por leer un nuevo capítuloaunque un poco corto, espero que lo disfruten ❤️

¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora