Hace ya cuatro días que había llegado a Inglaterra y ya había pasado cerca de una hora desde su llegada a Wartonn House.
En los primeros días desde su llegada, estuvo en el hogar de su tía Philipa, una cálida casa solariega.
El porqué de su visita, aunque le avergonzara un poco admitirlo distaba mucho de sólo ser una visita de cortesía y afecto.Por el contrario era una visita para saber sobre su propia posición.
Si bien su tía Philipa no tendía a fomentar demasiado su vida social estaba segura de que ella y su tía Charlotte habían dejado a segundo plano su mutua animadversión para controlar bien aquellas desatadas ideas que solían ocurrírsele.
Para su fortuna su primo había decidido quedarse en Escocia más de lo esperado. Y aún si este preguntaba al personal sobre su estancia en el lugar ellos le dirían que ella se había retirado en aquella fecha, cosa que era cierta.Tal y como supuso los cotilleos giraban en torno suyo. No había quien no comentara sobre la desaparecida Lady Regina Blake.
Había quienes decían que se había fugado con algún rufián, otros juraban haberla visto en Italia entrando a un convento (algo que era cierto a medias), mientras que la otra mitad de la sociedad decía que su frágil condición, era la culpable de que no recibiera visitas. Es decir que estaba enferma.
Pese a que aquella última excusa la salvaba de sobremanera, le gustaría decirle a todos que ella era tan o incluso más sana que la mayoría de los hombres.
Su tía había desmentido de cierta forma todas las especulaciones prometiendo que ella participaría en la temporada, cosa que no ansiaba. Por el contrario desearía retrasar aquel evento lo más posible más era consciente de que aquello sería perjudicial.En este momento se encontraba por enviarle una nota a su tía Philipa.
Querida tía Philipa
Escribo para comunicarte que ya me encuentro en Wartonn House.He llegado en perfectas condiciones, por lo que no has de sentirte preocupada al respecto. Nuevamente te agradezco lo que has hecho por mí en todo este tiempo, sé que puedo contar contigo y aquello logra que mi corazón se sienta dichoso.
Gracias por todo tía Philipa, espero nos veamos pronto
Se despide tu preferida y única sobrina
Lady Regina Blake
Pensó en enviarle una carta a su tía Charlotte en Londres, pero no sabía a dónde enviarla.
No estaba segura que se estuviese quedando en la casa de Mayfair o por si lo contrario había decidido quedarse en otro lugar.De todas formas sería un desperdicio de papel ya que estaba segura que su tía ya sabía de su llegada. Alguno de los empleados seguramente le había enviado una nota, esperando una recompensa por aquella hazaña.
— Mi lady acaba de llegar esta carta — informo la Sra. Davis.
— Está bien Sra. Davis la leeré en unos momentos — respondió volviendo su atención al bordado que estaba haciendo, hasta el día anterior era un sol, pero ahora parecía un girasol. Al ver que el ama de llaves no se retiraba se obligó a preguntar — ¿sucede algo más?
— No mi lady... Es solo que la familia Williams ha tenido a su pequeño hijo enfermo desde hace unos días y parece que su salud ha empeorado.
— Porque no me dijiste eso antes.
— Es que se veía un poco cansada y no quería molestarla con problemas menores. — respondió la Sra. Davis de manera nerviosa.
Ella definitivamente debía ordenar en su mente que eran problemas menores.
Problemas menores serían que hubiese habido algún problema en la bodega de la cocina o cualquier otra cosa, como que al mayordomo Fred lo hubiesen vuelto a rechazar.
Pero no la salud de un niño o de cualquiera de las personas que vivían allí, personas que se encontraban bajo la responsabilidad del conde, de su pequeño hermano.
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¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?
Historical FictionRegina solo desea alejarse de Londres después de la pérdida de su padre, Regina piensa que el campo es el lugar ideal, ella descubrirá que después de todo necesita un cambio más drástico ¿que tal viajar a Francia? ¿Porque no? Todo antes de que aquel...