— ¿Estas bien Lorraine? — pregunto Federick tras ingresar a la habitación y ver a su querida compañera perder todo el color.
— Si, es solo que...
— ¿Qué es eso? — dijo mientras fijaba su mirada en la nota que ella apretaba entre sus manos, ella al darse cuenta de a donde se dirigía su mirada intentó ocultarlo sin mucho éxito.
— No es nada. — contesto con fingida serenidad, aunque aun para alguien que era ligeramente lento en descubrir emociones, aquello le resultaba mas que evidente.
— Si no fuera nada no estarías así.— dijo quitándole la nota de las manos con maestría.
— Es de Regina — murmuró mientras leía la minúscula nota.— no entiendo porque algo así te pondría mal, pero si no deseas asistir ella lo entenderá— dijo amablemente creyendo que su palidez se debía a los nervios que esta podía sentir por encontrarse con alguien como su querida prima. Después de todo tales nervios eran normales y entendibles.
Lorraine debería socializar con Reggie ella era un sol, mientras estuviera dispuesta a darle una oportunidad la trataría como una hermana, eso era mas que obvio viendo la relación que mantenía con Prudence. Dejando de lado su ferviente afecto por su prima, y pensando en la situación de manera objetiva para Lorraine acercarse a alguien del estatus de Regina solo contenía ventajas, ella podría ayudarla a mantenerse firme en Londres.
Pero aunque era consiente de ambos puntos y aunque debía de admitir que deseaba que ambas se acercaran tanto por su propio deseo egoísta de que las personas que le importan se lleven bien, como por el hecho de que alguien mas pudiese proteger a Lorraine, y que esta no resultase herida en una sociedad en la que las apariencias determinan el destino de uno.
Aun sabiendo todo aquello le era imposible obligar a Lorraine a hacer algo que ella no quisiese, era aun mas reacio a transmitirle preocupaciones innecesarias, no quería que ella anduviese siempre como si se hallara en el filo de una espada, el la trajo desde Francia porque deseaba que ella pudiese comenzar de nuevo. Una nueva vida, un nuevo comienzo, una nueva historia para ella, para ambos.
Lo había visto en su mirada muchas veces. Había muchos secretos en ella, muchos mas de lo que alguien debería de cargar por si mismo. Cuando hallaba su mirada perdida siempre surgía en él el impulso de querer saber, de preguntar. Cuantas veces a querido decirle. Esta bien. Estaré contigo de ahora en adelante, nadie te dañara, ha querido cargar su pasado, su presente y su futuro. Compartir cualquier carga, dolor o felicidad. Mas en el último instante nunca fue capaz de decirlo ya que ella siempre esquivaría su mirada expresando que aun no podía, que no estaba lista para ello. En aquellos instantes solo se quedo silenciosamente a su lado acompañándola, esperando que su compañía por mas insignificante que esta resultase pudiese mitigar un poco su pena.
Su nerviosismo podía entenderlo.
Aunque no era consiente de su historia por completo, si sabia una o dos cosas. Podría haber preguntado, haberle pedido a alguien que investigara su pasado, pero nunca se vio capaz de hacerlo, sentía que si hacia aquello rompería la confianza entre ambos.
Lorraine era como un vendaval, llegando a su vida de manera fuerte, inesperada e impredecible, y por ello en el fondo siempre había tenido una especie de ansias, un miedo a que un día despertara y ella desaparecería y no seria capaz de encontrarla.
Tal vez por ello no había insistido en preguntar mas sobre su pasado, no porque no le importara sino porque siempre que quería preguntar o tocaba un tema cercano podía ver aquel cambio en ella, el aire de la habitación parecía hacerse mas delicado, parecía que si el preguntaba mas ella seria como un frágil cristal y terminaría rompiéndose. O tal vez toda su relación era como aquel cristal y terminaría por romperse frente a sus ojos y desaparecer dejando atrás solo pequeños trazos. Trazos con los que el nos sabría como lidiar, pero el no lo creía así.
ESTÁS LEYENDO
¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?
Historical FictionRegina solo desea alejarse de Londres después de la pérdida de su padre, Regina piensa que el campo es el lugar ideal, ella descubrirá que después de todo necesita un cambio más drástico ¿que tal viajar a Francia? ¿Porque no? Todo antes de que aquel...