CAPITULO 26

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Empezaba a creer que cuando Eloise se refería a una pequeña indiscreción, está no tenía nada de pequeña.

Era tremendamente directa.

Pero pudo ver que en su mirada solo había curiosidad y preocupación, sin la más mínima pisca de maldad, reproche o nada que se le pareciese.

Simple y llanamente curiosidad.

— ¿A qué te refieres con eso? — devolvió la pregunta cuando ambas ya se encontraban fuera, lejos de todas aquellas personas ansiosas por oír algún cotilleo del cual alimentarse.

— Sé que sonara raro, pero puedes confiar en mí. — aunque fuera extraño, Regina supo que era cierto. Algo la orilló a darle un voto de confianza a la fijen que tenía a su lado. Tal vez fuera por que su personalidad parecía revelar a alguien que confiaba en sí, lo suficiente como para ser honesta —Solo soy una joven intrigada por la situación.

— Lo que sucedió entre ambos fue algo bello, pero fugaz. — contesto después de unos minutos, siendo consciente de que no tenía sentido negar aquello.

— ¿Que hizo Harry? — preguntó Eloise con el ceño fruncido. No pudiendo imaginar otra razón para aquello, pues Regina parecía sentir algo de pesar y añoranza por lo sucedido.

— El no... No hizo nada. — dijo sin poder evitar que un suspiro de pesar se escapara de sus labios.

— Permíteme que ponga en duda aquello. — Comento de manera sarcástica — Soy su hermana Regina, y Dios sabe que lo adoro. Más no por ello me hace ciega a los defectos de mi hermano, ni el a los míos.

— Dime que paso — pidió viéndola fijamente — por favor, prometo ser imparcial y no tratar de justificar aquello que no tenga justificación.

¿Quisiera saber de ustedes?

Todas aquellas palabras eran ciertas, en un inicio por curiosidad aunque no podía negar que en esos momentos también sentía curiosidad, aquello ya había pasado a segundo plano.

Pues jamás había visto comportarse a su hermano de aquella forma.

Los había estado observando a ambos en lo que iba la noche y aunque intentarán disimularlo, cada que podían se observaban a espaldas del otro.

Su hermano incluso se había ofrecido a tocar el piano algo que no solía hacer en público por mucho que estos lo aclamasen.

Más aun la revelación de la noche fue que incluso había conspirado con Lady Florence, cuando era bien sabido por ella y por su madre junto a algún que otro buen observador que no podía soportar su presencia (parloteo) por más de unos prolongados y tortuosos diez minutos.

Su instinto femenino le decía que para ambos, aquello había sido más que un romance pasajero.

— No hay mucho que contar, nos conocimos en París. En un baile dado por unos burgueses, él iba por negocios y yo por algo de diversión. — Comento reviviendo el inicio de todo — Acababa de pasar un mal rato con un invitado, después lo conocí y aquel mal sabor desapareció de mí.

Volvimos a coincidir cuando tomaba un paseo, me invitó a una cena que el ofrecía. Aunque quise, no pude rechazar la oferta. El parecía desechar todo el autocontrol que existía en mí.

Fue una velada bastante amena, vivíamos demasiado cerca el uno del otro por lo que fue inevitable que coincidiéramos demasiadas veces de manera casual.
Así que de alguna manera, surgió algo cálido entre ambos.

— Era amor ¿verdad? — preguntó Eloise escuchando atentamente las palabras de Regina, sorprendida por la manera en la que la joven la había narrado, parecía tan simple pero de alguna manera era encantador.

¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora