CAPITULO 52

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¿Cómo había podido ser tan torpe?
No, no había sido solo torpe. Había sido ingenuamente estúpida.

Ella lo sabía, confiaba en que lo sabía.

Aunque quisiera negarlo. Por mucho que tratase de esconder sus verdaderos sentimientos, una parte de ella aún dudaba de las palabras de Harry.

Todo en ella había querido creerle. Mas una parte de si, aunque enmascarada y en ocasiones efímera, aún aguardaba en su interior la duda, una duda que se mantenía escondida con la esperanza de salir a flote.

Aquellos sentimientos, solo la hacían sentir culpable.

¿Qué había llevado a Lorraine a hacer aquello?

¿Había alguna razón para sus acciones? O ¿solo eran los últimos intentos de una mujer desesperada por mantener a su amante?

Sea cuáles fueran sus sentimientos, a ella no deberían de interesarle. Tanto como a Lorraine no le importaron los suyos, eso era lo correcto. Lo racional.

Solo debía sentirse molesta, indignada, más tratar de conocer el porqué de las mentiras de aquella señora iban más allá de sus obligaciones. Aunque supiera aquello, era bastante difícil tratar de esconder a su yo que moría por decir ¿porque?

Una parte de ella quería confrontarla directamente, obtener respuestas claras, y entre sus pasiones egoístas también había surgido una sed de verla miserable, aunque solo fuera por unos instantes.

Aunque sabía que eso no cambiaría en nada el dolor pasado.
Más aun así, aún seguía siendo humana, el egoísmo estaba de alguna forma arraigado en su naturaleza.

Pero ¿porque se detenía?

¿Porque no había hecho una escena?
¿Porque no había gritado todos aquellos sentimientos?

¿Por lo sorprendida que se hallaba? ¿Por Federick? O ¿tal vez fuera por ver la vulnerabilidad que encontró en los ojos de Lorraine?

Era estúpido de su parte compadece de aquella mirada. Por más que pensara aquello, el recuerdo de aquellos ojos tristes y suplicantes, que parecían encontrarse en agonía, la perseguirían quisiera o no admitirlo.

¿Porque si había conseguido algo que quería parecía triste?

¿Qué la había llevado a Inglaterra?
¿Su primo estaba enterado del pasado de Lorraine? ¿Ella lo quería o solo había vuelto tras Harry? O ¿con cualquier otro propósito?

Tal vez estaba pensando demasiado todo, dejándose llevar por el breve y bastante difícil interludio que ambas habían mantenido en Francia. La parte ingenua de ella le decía que si Federick la amaba, y aquello era mutuo, ¿no sería mejor dejarlos ser felices y no remover el pasado? Mas su parte racional le decía que no podía hacer eso de ninguna manera. ¿Cómo podía permitir eso?

Simplemente no podía dejar que todo siguiera como si nada hubiese pasado. No podía olvidar.

No estaba segura de nada, la inseguridad era lo peor que podía pasar. La falta de información, la escases de algo tan vital, era algo que la desestabilizaba.

No podía negar que la situación la había afectado más de lo que hubiese esperado, más de lo que hubiese querido.

Aunque el pensamiento racional había ayudado. Le había permitido mantener cierta compostura, ordenar los hechos de manera metódica. Sus emociones aun eran inestables, sentía ira. Ira que de alguna forma había logrado disimular o eso esperaba.

¿Cómo había logrado confabular aquella mentira? ¿Es que acaso ella había tenido descrita la ingenuidad sobre si?

Harry había dicho la verdad, Lorraine había metido sobre su estado, era claro.
Después de todo, nadie sería capaz de esconder tal estado. Más aún cuando ya no deberían de faltar más de uno o dos meses para tener al supuesto niño.

¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora