Alistarse para la velada le había tomado más tiempo del que le gustaría admitir, ataviada de un vestido azul que resaltaba su belleza. Más si era posible Regina Blake, no Regina Brown estaba bellísima esta noche como otras tantas.
Si se veía obligada a usar un apellido falso era debido a sus circunstancias, Federik era su primo en aquella vids cosa que era cierta y Pru era su hermana algo que le hubiese gustado que fuera cierto en la vida de Regina Blake, ambos iban con ella a este tipo de eventos.— Vamos Pru no pongas esa cara —la animaba Federik — el que debería tenerla sería yo.
— Es que estoy cansada, eso es todo—respondió con sinceridad, ella tenía un punto a su favor con aquella corta frase. Era poco probable que rebosara de alegría al ir a una velada solo a unas horas de haber llegado , y claro con el cansancio del viaje sobre sus hombros — y tu ¿porque deberías estar así Federick?
— Yo... —dijo poniéndose algo nervioso, pues al parecer se había ido de lengua y bastante — yo, no por nada en especial.
— Vamos Federik no me lo contaras —dije tratando de animarlo a que lo hiciera.
— De acuerdo, con ustedes simplemente no se puede guardar ninguna información —suspiro con pesadez — la señorita Mary parece... — se detuvo un momento sopesando la situación —parece más que dispuesta a conseguir que me case con ella, y no sé cómo evitarla eso es todo.
— Vaya así que Federik quiere huir —dijo Pru divertida con aquello —creí que te gustaba la Señorita Mary.
— Sí, pero—contestó haciendo una pausa — no deseo casarme ahora y no creo que sea algo que ella entienda —bueno ese ahora había sonado como de aquí a mil años y haciendo honor a la verdad era bien sabido que él le tenía algo de fobia al matrimonio, ni aunque la linda Mary fuera la candidata, ese canalla aceptaría.
— De acuerdo —dijo Pru con diplomacia antes de bajar del carruaje ya que Federik había bajado primero para ayudarlas —estaré pegada a ti toda la velada, si te complace —agregó limpiando una pequeña arruga inexistente en aquel vestido olivo que parecía envolver su figura con gracia.
— Eso sería de gran ayuda Pru—dijo sonriendo le esperanzado— supongo que no puedo pedirte lo mismo a ti ¿verdad Regina? —dijo mientras le daba la mano para ayudar la a bajar.
— No Federik —contesto con una sonrisa impregnada en el rostro —debes salir de esta tu solo, además pienso disfrutar la velada y ya comprenderás...
— Tan linda como siempre primita —respondió juguetón.
— Ya vez — agregó siguiéndole el juego — creo que podrás arreglártelas solo, no debe ser tan difícil escapar de las garras de una indefensa señorita ¿o sí? —añadío riéndose, por lo que se ganó una mirada fulminante de parte de us querido primo.
Ella era bastante consciente de que escapar de las garras de una indefensa señorita si era toda una proeza, en el poco tiempo que pudo disfrutar de la temporada se dieronmas de dos matrimonios apresurados, ambos por situaciones "especiales", en una los encontraron en una situación bastante comprometedora en el jardín, y en el otro caso un pequeño bebé ya venía en camino.
Había escuchado a unas matronas hablar que aquello era la causa de la huida de muchos caballeros, su creciente miedo al compromiso se había extendido como una plaga entre los salones de Londres.
Aunque debia de admitir que le resultaría bastante divertido y entretenido ver a la señorita Mary intentar cazar a su escurridizo primo.
Ingresamos siendo escoltadas por Federik, la residencia de los Winston era bastante bonita, no demasiado grande, pero sin duda jamás sería llamada pequeña.
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¿Un Viejo Vizconde? O ¿Un Guapo Libertino?
Historical FictionRegina solo desea alejarse de Londres después de la pérdida de su padre, Regina piensa que el campo es el lugar ideal, ella descubrirá que después de todo necesita un cambio más drástico ¿que tal viajar a Francia? ¿Porque no? Todo antes de que aquel...