Capítulo 22

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Quizá solo son falsas alarmas, al subirme al avión vuelvo a sentir un mareo, pero busco rápidamente mi asiento y cierro los ojos, por fortuna o destino nos toca a todas separadas, Tess se sienta conmigo y lo agradezco infinitamente.

— Estas nerviosa ¿verdad? – pregunta y asiento.

— Tess me muero de los nervios ¿Y si estoy embarazada? – pregunto y abre los ojos como si no hubiera pensado en esa posibilidad.

— ¿A caso no se cuidaron? – pregunta, todo es en susurros, de esta manera nadie puede oírnos.

— No lo sé Tess, solo paso, pero no recuerdo, solo hubo un momento en el que él quería irse y dijo que no lo iba a dejar así pero no recuerdo si se cuidó o no.

— Podemos comprar una prueba de embarazo, pero ¿Qué pasaría si sale positiva? – pregunta y niego.

— No, no puede ser, no sé qué hacer.

— ¿Hace cuánto estuviste con él?

— Hace un mes – contesto y me mira como si la respuesta estuviera clara.

— No Tess, no puedo estar embarazada.

— Tranquilízate, quizá si fue un desequilibrio por beber mucho, lo mejor es que duermas y cuando lleguemos a España compramos una prueba, es mejor salir de dudas.

— ¿Pero y si lo estoy? – pregunto.

— Le tienes que decir a James y hablar con Ian.

Siento que el corazón se me va a salir, el avión comienza a sacudirse con el movimiento y poco a poco vemos por la ventana como comenzamos a elevarnos, me pego al asiento y lo agarro con fuerza, cierro los ojos y respiro para tranquilizarme.

— Duerme Rose – dice Tess, recargo mi cabeza en su hombro y me quedo pensando en todo.

Tengo que recordar, recapitulo el día una y otra vez, pero sigue sin venir a mi mente verlo ponerse el preservativo, pero nunca lo hacíamos sin uno, han pasado treinta días, pero es muy pronto para saber si estoy embarazada o quizá no, pienso y pienso, pero no tengo ninguna respuesta clara.

Las horas pasan rápido y llegamos más rápido de lo previsto, vamos directas a mi departamento, Simona esta haciendo la limpieza, cuando me ve me abraza y luego mira a las demás.

— Buenas tardes.

— Hola, buenas tardes, yo soy Mel y mi hermana es Alexa.

— Mucho gusto – dice Alexa, Simona le devuelve el saludo.

— Ya conoces a Tess, Cloe y ella es Sophie.

— Mucho gusto.

— ¿Y a qué se debe el honor? – pregunta y sonrió.

— Me voy a casar Simona. – contesto.

— ¿Con el guaperas de...?

— Ian Walker – dice Tess, antes de que suelte otro nombre.

— ¿Ian? – pregunta Simona confundida.

— Si, bueno... venimos en búsqueda de los vestidos de las damas, también formas parte de la tripulación. – digo y suelta un bufido.

— ¡Qué va! Mis años ya no coinciden con los de vosotras.

— No se trata de edad, se trata de compañía señora – dice Mel.

— Llámame Simona.

— Muy bien, Simona.

— Bueno, hay solo dos habitaciones, así que tenemos que compartir...

SEDÚCEME COMO NUNCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora