Capitulo 4

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Abro los ojos, James me está viendo, aún tiene los ojos enrojecidos.

— ¿Qué hora es? – pregunto.

— No lo sé – contesta.

Nuestras manos siguen entrelazadas.

— Sabías que así duermen las nutrias para no perder a su pareja – dice y presiona mi mano.

— ¿Como te sientes? – pregunto.

— Sigo mareado

— Me imagino – digo, suelto su mano y busco mi celular. – Son las 6:24 am.

— ¿Hace cuánto tiempo estamos aquí? – pregunta mientras ve mi auto.

— Como una hora y media.

— Ya...

Acomodo mi asiento, ahora está recto y en su lugar, James se queda aún recostado.

— Deberías subir a tu departamento y descansar.

— ¿Estamos en mi edificio?

— Si – contesto.

— Gracias – dice, acomoda el asiento y hecha su cabeza hacia atrás.

Nos quedamos en silencio un rato, ninguno de los dos dice nada, mi celular suena, es un correo.

— ¿Te buscan? – pregunta, tiene los ojos cerrados, lo volteo a ver y devuelvo mi mirada al celular.

— Algo así – contesto.

Nuevamente lo miro, tiene los ojos cerrados y una sonrisa de lado.

— ¿Quieres que te ayude a subir? – pregunto.

— ¿Ya te quieres deshacer de mí? – pregunta sin abrir los ojos.

— No – contesto.

— Bien – dice y nuevamente hay un silencio entre los dos.

Mi celular vuelve a sonar, es un mensaje de texto:

**Buenos días – Ian**

Bloqueo el teléfono sin contestar, hago lo mismo que James, echo mi cabeza hacia atrás y cierro los ojos.

— Te das cuenta que todo es tan pacifico cuando solo somos tu y yo – dice y contesto sin abrir los ojos:

— Eso parece...

— Rose...

— Dime – contesto.

— Mi... bueno mi familia va a venir por un tiempo. – dice nervioso – Y ellos no saben... bueno... que tú y yo... bueno tu sabes.

— ¿Qué no estamos juntos? – pregunto.

— Si... bueno, es que en realidad no saben nada.

— No sé exactamente a lo que te refieres – digo, abro los ojos y él me está mirando nuevamente.

— Bueno que no saben nada, absolutamente nada, ni del pasado ni del presente, pero sobre todo... ellos creen que aún seguimos juntos.

— Y me lo dices... ¿Por qué?

— Porque quiero que finjas que seguimos juntos por una semana.

— ¿No crees que es mejor decirles que terminamos? – pregunto y el niega con la cabeza.

— Se lo que me dirá mi madre, querrá que regrese a España, discutiremos y me dirá "Te dije que no lo echaras a perder, ella si valía la pena, no como tus otras conquistas de una noche" y yo me molestare y terminaremos peleados por una larga, larga temporada.

SEDÚCEME COMO NUNCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora