Nuestros días en España terminaron después de un buen rato, al parecer a todos les emociona el tema de la boda, Cloe a distancia estará conmigo, siempre pendiente y enviándome recomendaciones de lugares, salones, estilos y demás. El regreso es muy agotador como siempre, mi cuerpo necesita concordar con las horas para no sentir el cansancio, aunque durante todo el trayecto Ian parece mareado y un poco desconcertado o desubicado, todas las veces que le pregunto si se siente bien contesta que sí, aunque no me valgo de su respuesta, porque lo veo cerrar los ojos con mucha fuerza, creo que ambos tratamos de no darle importancia.
— ¿Has pensado en todo esto de la organización o quieres que contratemos a alguien? – pregunta, frunzo el ceño y niego.
— Tus hermanas y la mía están muy emocionadas, no quiero romper tantos corazones – sonrió, pero mi sonrisa se desvanece poco a poco al recordar que ya he roto el corazón de James.
— Tu celular sonó por la madrugada – dice.
— ¿Quién era? – pregunto, me mira y eleva la vista.
— ¿Es necesario que digamos su nombre? – pregunta.
— ¿Contestaste? – pregunto, niega y mira por la ventanilla.
— No, solo colgué porque comenzaba a hacer mucho ruido. – miro mi celular, ahí está la llamada, bloqueo nuevamente el celular y lo dejo a un lado.
Miro hacia enfrente y hacia arriba, parece que Ian y yo hacemos lo mismo, sonrió y luego reímos al mismo tiempo.
— Es mucho tiempo de vuelo – dice Ian.
— Si. – contesto, me recargo en el asiento y continúo mirando hacia enfrente.
— Por cierto...
— ¿Qué? – pregunto.
— Hablas dormida. – lo miro y él sonríe.
— No es verdad.
— Claro que si – afirma también con un movimiento de cabeza.
— ¿Y qué te dije? – pregunto, me hace una seña para que me acerque, le hago caso, su boca esta cerca de mi oído y susurra:
— Que me amas. – trato de alejarme, pero ha agarrado mi cuello, su boca y la mía están cerca, nos miramos a los ojos por un momento, pero esquivo su beso. – ¿Qué pasa? – pregunta.
— Eh... nada – bajo la mirada y él levanta mi barbilla.
— Rose, vamos...
— Me siento mal, a veces me siento bien contigo, pero otras veces recuerdo a...
— James – dice y tensa su mandíbula.
— No es mi intención, pero es difícil...
— ¿Qué te es difícil, olvidarlo o quererme? – pregunta, me quedo callada y vuelve a cerrar los ojos con fuerza, hace sus manos puños.
— Ian ¿Te sientes bien? – pregunto.
— Déjalo – dice cortante.
— Pero Ian...
— Que lo dejes, he dicho – dice molesto, asiento y me quedo ahí en silencio, pero parece que en verdad le duele algo. – Maldita sea – susurra.
— Ian, si te duele algo...
— ¿Quieres callarte? – dice, su tono de voz cada vez aumenta más, en verdad estoy preocupada, pero no voy a permitir ni una más.
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SEDÚCEME COMO NUNCA
RomansaDespués de muchas confusiones en la vida y relación que tienen Rose y James, sus intentos por olvidar lo, han sido fallidas, al igual que los intentos por volver a conquistarla, pues al parecer Rose no solo esta en el corazón de James, sino también...