Sin Miedos

Capítulo 8.

Todos en la mesa están observando a mi padre y sus ojos están puestos sobre mientras yo juego con el postre. Se que no está enojado solo sorprendido por lo que acaba de escuchar, cuando levanto la mirada el me hace un gesto con su cabeza para ir a su oficina y yo asiento.

Entro yo primero y detrás de mi, me doy la vuelta y veo como cierra la puerta de su estudio.

– Papá – susurro y el señala una silla-

– Siéntate – hago lo que pide.

Se pasa una mano por su cabello blanco con gris, el no se sienta en la otra silla sino en el borde de su escritorio.

– ¿Estas enojado? – rompo el silencio.

– No – responde rápidamente –. Es solo que tu eres mi única hija y saber que vas a ser madre me dice que ya no eres mi bebe.

– Papa no digas eso – me pongo en pie y le abrazo.

– Ay Sophie – me besa mi cabello –. ¿Dónde esta James? ¿El es padre verdad?

– Si – me separo de él – El es papá del bebé pero aún no lo sabe.

– ¿Qué estas esperando? – niego con la cabeza.

– Papá entre James y yo pasaron muchas cosas, yo dije algunas y el dijo otras que nos lastimaron – el asiente –. Se que esta en todo su derecho pero quiero esperar un poco más.

– Dios Sophie – respira hondo –. ¿Por qué esta generación no puede hacer las cosas como deberían?

– Papá yo no necesito de James para cuidar y amar a este bebe – el me mira.

– Yo lo se Sophie – pone su mano sobre su cuello –. Sabes como soy yo, me hubiera encantado llevarte primero al altar y después enterarme de un embarazo.

– Lo siento – miro mis manos.

– No – me rodea con sus brazos –. Serás la mejor madre del mundo.

– Gracias papá – me aferro a él.

Pierdo la noción del tiempo mientras estoy abrazada a mi padre y el me dice las miles de cosas que quiere hacer cuando nazca el bebe.

Mi madre nos mira con una sonrisa gigante cuando entramos de nuevo en el comedor abrazados.

– Bueno Mr. Woods dígame ¿Qué se siente saber que será abuelo? – pregunta Harry.

– Harry no me busques – nos reímos –. Puede que tenga 53 años pero te puedo dar un paliza.

El resto de la tarde salimos al jardín para tomar aire, el clima por fortuna nos ayuda ya que esta todo despejado. Mi madre me esta contado las mil y unas cosas que sintió mientras estaba embarazada de mi.

Las palabras de mi papá me dan vueltas, se que en el fondo lo he decepcionado. Cuando decidí irme a Chicago para estudiar pensé que lo hacía por mí pero en realidad era para demostrarle a mi padre que puedo hacer todo lo que los medios decían que no podía. Recuerdo en mi graduación cuando me dijo que esa había sido la mejor decisión que había tomado y que el se sentía realmente orgulloso de mi.

Ver a mis padres juntos, felices y compartiendo es algo que no tiene descripción. Me encantaría tener algo así con James pero eso ya no es posible y menos ahora que se que debe estar cenando con alguna cita.

Me prometí no hacerme ideas tontas cuando no se mucho pero es que el fue claro, tenía que ir a recoger a la fulana esa para la cena. Mantengo la esperanza que algún día regrese a revisar sus asuntos en Chicago y le cuente todo, pero al mismo tiempo tengo miedo de que quizás no me crea que es suyo.