Después de una gran conversación en la madrugada ambos nos quedamos dormidos, pero antes James acomodo a la pequeña en medio de los dos de tal forma que todos pudiéramos dormir cómodos. Muchos decían que los bebes eran sinónimo de no volver a dormir en la noche solo espero que no.
El llanto de mi hija me despierta, cuando abro los ojos no la veo a mi lado pero si veo a un James un poco impaciente con nuestra hija en brazos tratándola de calmar.
- Puede que este muy enamorada de mi pero yo no le puedo dar de comer - se queja James apenas me ve despierta.
- Ven con mamá - le digo y ella no deja de llorar.
James me la entrega y apenas bajo mi bata ella va directo a mi seno, y como por arte de magia su llanto cesa y James sube los brazos a modo de victoria.
- Dios salve las tetas - no puedo evitar reírme por la tontería que acaba de decir.
- ¿Qué hora es? - mira su reloj.
- Son casi cinco treinta - ruedo los ojos.
- Voy por un café - dice.
Deja un beso en la frente de Isabella y luego me da un casto beso. No puedo pedirle más a la vida tengo a mi hija en brazos y el hombre que más he amado está a mi lado dándome todo su apoyo. Quisiera que este sueño durara por el resto de mi vida pero se que hay un problema que tiene nombre y apellido, Lucy Hardy.
Lucy esta tan enojada por el comportamiento de su hermano que me imagino el lio que debe estar causando en el internado. No se que fue lo que le dijo James a su hermana para que ella realmente se molestara de la forma en que esta enojada.
Isabella es perfecta, se que muchas veces dije que los bebes al nacer eran horribles y que me parecía estúpido que los padres dijeran es que se parece a su abuela cuando en realidad no se veían para nada parecidos a alguien, pero Isabella me hizo cambiar de opinión. Ella es hermosa, lo que más me enamora de ella son sus ojos, son grandes y me encantan aún más cuando se queda mirando a James.
La puerta nuevamente se abre para que James entre, deja el vaso de plástico donde estaba tomando café para acariciar el rostro de nuestra hija.
- Creo que ya ha comido suficiente por ahora - digo separando a mi hija de mi pezón -. Ahora tu papá te va a sacar los gases.
- ¿Quién yo? - pregunta estupefacto James.
- Si tu - el niega.
- Yo nunca he ... - tartamudea -. Le sacado los gases a un bebé.
- Bueno me alegra que nuestra hija sea la primera - le ofrezco tomar a Isa.
- ¿Y si lo hago mal? - pregunta tomándola con cuidado.
- Sola ponla con cuidado en tu pecho y le das pequeñas palmadas en su espalda - hace lo que le digo con sumo cuidado, como si se tratara de porcelana -. Ahora ponte esto en el hombro - le extiendo un paño de tela -. Es normal que los bebés boten un poco de comida cuando le sacan los gases.
- ¿Cómo normal que un bebé vomite? - sus ojos se abren.
- James respira - empieza a darle suaves palmadas a Isa.
Ver a mi hija en brazos de su padre produce en una sensación incomparable, sin dudas esos son dos van a ser inseparables. Ambos tenemos miedo de lo que pueda pasar pero se que los miedos de James son quizás más grandes que los míos por eso debo sonar seguirá para que el empiece a tomar confianza y dejar a un lado esos miedos.
A eso de las siete de la mañana la doctora nos dice que hoy mismo podremos irnos a casa ya que Isabella esta en perfectas condiciones al igual que yo. También dijo que había algunas personas afuera esperando por ver a la pequeña, me imagino que son mis padres o quizás Alex.
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Sin Miedos
RomanceEsta es la segunda parte de la increíble historia de Sophie y James, si no se han leído el primer libros quizás no entiendan muchas de las cosas que sucederán en este segundo libro. Después de un tormentoso final Sophie decide seguir adelante aún qu...