Capítulo 28.

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Estoy en el sótano de Quadrum en el auto de Liam, en el asiento del copiloto esta el sobre blanco que me dio Richard. Durante todo el camino no he parado de pensar si lo que estoy haciendo es lo mejor para todos, las lágrimas por más que yo quieran no dejan de caer.

Tomo aire un par de veces, me miro en el espejo para arreglarme un poco el maquillaje porque se perfectamente que lo que estoy a punto de hacer será difícil para todos.

Subo directamente a la planta donde esta la oficina de James, intento controlar mis emociones pero es algo simplemente imposible.

La secretaria de James me dice que puedo pasar. Estoy en frente de la puerta tomando aire constantemente, siento que no podré hacerlo porque la única forma en la que James firme este papel es lastimándolo.

Toco la puerta, y muerdo mis mejillas para hacerme la fuerte. Escucho su voz diciendo que pase. Apenas entro me doy la vuelta y es que ahora que estoy aquí no se si realmente sea capaz de hacer todo esto.

Tomo una gran bocanada de aire, y sin más me doy la vuelta para verle. Su ceño se frunce y se le pone en pie apenas ve mi rostro y es que estoy segura que se ha de notar que he estado llorando.

– ¿Amor qué pasa? – pregunta llegando hasta mi.

– James tenemos que hablar – el asiente preocupado.

– Sophie me estas asustando – se sincera.

Pone su mano sobre mi brazo, pero no quiero hacer de esto un infierno así que me libero de su tacto.

Me siento en uno de los muebles frente a su escritorio y el asiente cuando se da cuenta que es realmente serio lo que le vengo a decir.

– ¿Qué está pasando Sophie? – pregunta serio.

– No podemos seguir con esto – levantó por primera vez la mirada y veo el miedo en sus ojos –. Quiero que esto se termine.

– Sophie explicate mejor – dice y yo siento que no podré seguir.

– Que me canse de mentir, me canse de intentar, yo no te amo – siento como una punzada de clava en mi, cortandome la respiración –. Cuando regresaste pensé que podría funcionar por Isabella, pero yo ya no puedo seguir con esta farsa.

Su ceño se frunce, la mano que tiene sobre su escritorio se convierte en un puño y puedo ver como su cuerpo se tensa ante mis palabras. Su pecho sube y baja ante su agitada respiración.

– No te creo – dice rompiendo el horrible silencio –. Ahora quiero que me digas la verdad ¿Qué mierdas esta pasando?

– James es tu problema si me crees o no, yo solo he venido porque he tomado una desicion – tomo el sobre y lo pongo sobre la mesa.

– ¿Qué es eso? – señala el sobre.

– Quiero que lo firmes, quiero que te alejes de mi y de mi hija – escupo con el mayor dolor.

El toma es sobre, abriéndole con rapidez. Su rostro se tensa completamente en cuanto comienza a leer el contenido de los papeles, yo por mi parte solo ruego que esto no sea más difícil y acepte.

Bajo la mirada a mis manos que están sudando por los nervios.

– ¡¿Pero que mierdas te pasa Sophie?! – pregunta enojado –. ¿Como se te ocurre pensar que yo voy a firmar esto?

– Es lo mejor para todos – pasa una mano por su cabello como significado de su frustración.

– ¿Para todos? – pregunta con sarcasmos.

Se pone el pie y va a la ventana, se desata su corbata con brusquedad y se libera del primer botón de su camisa.

No dice nada, solo se queda viendo a través del ventanal. Su cuerpo está muy tenso.

Sin Miedos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora