| Cambio | Saint Seiya: The Lost Canvas

2. Misión Imposible

De este capítulo al 4 se harán correcciones y cambios de narrativa próximamente.

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Pov. Freya

Estoy muy feliz. Albafica ya no va a estar solo, yo podré acompañarlo. La verdad no me atrae pero lo considero un personaje muy profundo por lo que me gustaría ser su amiga, va a ser difícil pero lo intentaré.

En lo que pensaba todo ésto yo seguía sonriéndole a Albafica mientras él me miraba incrédulo. Yo también estaba sorprendida pero mi felicidad era mayor. Todos los demás santos dorados y Sage seguían en estado de shock. El primero en reaccionar fue Kardia.

Kardia: ¿Cómo es que no estás muerta?

Todos los demás caballeros dorados me miraron esperando mi respuesta.

Freya: La verdad no lo sé, Kardia. Yo también estoy sorprendida. Pero mírale el lado bueno, Albafica ya no estará solo.- Volteé a ver al nombrado y acto seguido me aferré a su brazo. El peliceleste seguía un poco tenso pero no se negaba al contacto físico.

Kardia: ¿Acaso te dije mi nombre? Por lo que recuerdo, no te he lo he dicho.

Rayos.

Manigildo: ¿No será una de éstas jóvenes con las que pasas la noche? Han sido demasiadas, es normal que no la recuerdes.

Qué hijo de putaa. Me dijo prostituta. Ahora sí me encabroné. Puse la sonrisa más sádica que pude y me troné los dedos.

Freya: ¿Me estás diciendo una cualquiera, Manigoldo? Una cualquiera no aparece en la estatua de Athena.- Hablé con superioridad mientras ponía mis manos en mis caderas y soltaba el brazo de Albafica.

Manigoldo: Niña, será mejor que no te creas mucho. Aquí el mejor soy yo.

Freya: Imbécil.- susurré.

Manigoldo: Estúpida

Freya: Retrasado

Manigoldo: Al menos yo no soy la tipa a la cual Kardia no recuerda.- Me volvió de decir cualquiera. Ya valió.

Freya: A ver Manigoldo, al menos yo no me ando queriendo coger a- Iba a seguir insultando a Manigoldo. El parece menos agradable que en la serie. La verdad pensaba que sería uno de los caballeros con los que mejor me llevaría. Bueno, el punto es que Sage me interrumpió.

Sage: Manigoldo, ya cálmate. Y tú, Freya, ya regresate a tu habitación estás castigada por tu mal comportamiento y vocabulario.

Me fui de ahí con el ceño fruncido. El no es mi papá para mandarme. Y quién rayos se cree para castigarme.

Regresé a mi habitación y me puse a escuchar música para calmar mi enojo.

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Al parecer pasaron varias horas desde inconveniente cuando me desperté, pero seguía siendo de mañana. Estaba muy~ aburrida. Se supone que no sería capaz de salir debido a mi castigo pero estaba harta de tanto aburrimiento. Decidí escapar. Tomé una bolsa y guarde mi celular y mis audífonos en ella. Salí por la ventana mientras cantaba la cancioncita de misión imposible. Bajé las escaleras hasta llegar a la casa de piscis. Mi objetivo de hoy es llegar al Rodorio.

Entre por la puerta principal y me encontré con Albafica. Lo saludé. Parecía feliz con mi presencia. Creo que le caí bien.

Albafica: Hola, Freya. Al parecer te retiraron el castigo. - Asentí a pesar de que no fuera verdad.