12. Sangre

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Al día siguiente Freya se levantó temprano en la mañana. Yuzuriha y Yato deberían de estar en el Inframundo con Tenma. La chica recordó lo que sucedería muy pronto, la muerte de su maestro-hermano. Freya fue al templo de Asmita para estar preparada para cuando sucediera. Cuando entró a Virgo le dijo al hindú:

-Hola¿Me dejarías usar la sala gemela?

Asmita abrió sus ojos a pesar de no poder ver. Sabía que a la chica le encantaban.

-¿Para qué la necesitas?

-Necesito meditar.

-¿Quisieras meditar conmigo?

-Si, claro. Pero quiero entrar a la sala gemela. Es uno de mis sueños desde pequeña.

-Esta bien. Sígueme.

El hindú guío a la aprendiz de Piscis hasta la sala gemela. Cuando entraron Freya sintió tristeza. Recordó la muerte de Shaka, el sufrimiento de Saga, Camus y Shura. Una lágrima casi salía por sus ojos.

-¿Te encuentras bien, Freya?-Asmita sacó a la chica de sus pensamientos al hablarle y tomarla de la mano para llamar su atención.

-¿¡Eh!?Digo...S-si-La joven afirmó el agarre que había entre ambos jóvenes.

Ellos caminaron juntos hasta llegar hasta dos finos árboles que se encontraban sobre una pequeña montañita en medio de la sala gemela. Se sentaron entre ambos árboles y se colocaron en posición de loto. Comenzaron a meditar.

Freya visualizaba su meta: salvar a la mayor cantidad de caballeros posible. Pensaba en ello una y otra vez. Después se concentró en acumular su fuerza para poder salvar a su maestro que pronto moriría a manos de Minos de Grifo, uno de los tres jueces.

Su cosmos se elevó a tal punto que llamó la atención de Asmita. Él se dió cuenta de que su acompañante estaba muy tensa y se estaba descontrolando un poco. Virgo se acercó suavemente hacia ella y colocó una mano sobre la cabeza de Freya para después acariciarla. La joven se tranquilizó apenas sintió el tacto de aquel hermoso rubio. La chica necesitaba calmarse un poco más por lo que se acostó en el regazo ajeno. Asmita se puso un poco nervioso pero rápidamente ese sentimiento fue reemplazado por paz.

Pasaron varias horas en esa posición, en la que Freya estaba concentrada en mejorar su poder pero también se sentía tranquilizada. La joven se levantó del regazo de Asmita. Ya era hora.

-Gracias. Pero ahora me tengo que ir. No importa lo que pase. Si no regreso, procura no morir.

El chico se confundió por aquellas palabras pero comprendió que debía dejar ir a la chica. Ella se veía más decidida que nunca.

*****

Freya corrió hacia el Rodorio. Se escuchaban estruendos desde el centro del pueblo y se podía sentir la espesa aura morada que emanaba Minos de Grifo. Ella sabía que debía dejar que Albafica hiriera a Mino y viceversas. Tendría que interferir en la batalla justo cuando Piscis esté a punto de morir para tener la oportunidad de rematar a Minos.

La chica llegó en el momento en el que Shion había encerrado a Minos en su muro de cristal y Albafica estaba empapado de sangre. Freya tendría que esperar a que saliera y atacaría.

Era el momento. Grifo había roto el muro de Shion y Albafica estaba a punto de usar sus agujas carmesí pero se vio interrumpido por Freya quien se puso en medio.

-¿Quién te crees, estúpida mujer, como para interrumpir mi pelea con este santo dorado?

-Si. ¿Qué demonios haces? Lárgate, idiota. No quiero que mueras-Albafica no dejaba de decirle a Freya que se quitará de enmedio. Ella no obedeció. En su lugar, sonrió.

-Siempre he querido intentar esto. Considerate honrado si me sale, Minos-Freya extendió sus brazos. Sus manos estaban debajo de sus caderas y sus piernas estaban ligeramente dobladas.

-Esa posición... No será...-Albafica pronunció incrédulo.

De un momento a otro Freya levantó ambas manos sobre su cabeza sin dejar de cruzarlas.-Oh, si. ¡Explosión Galáctica!

Se escuchó un enorme estruendo y un horrible grito por parte de Minos. Se hizo una enorme nube de polvo causada por aquella enorme explosión.

Cuando la nube de polvo se diluyó en el ambiente, Freya pudo observar a Minos, moribundo, arrodillado en el suelo.-¿Cómo?-Dijo él con las manos a los costados de su cabeza.

Freya se arrodilló frente a él y tomó la cara de Grifo entre sus manos. Alsó su rostro y plantó un tierno beso en la mejilla del peliblanco.-Lo siento, pero siempre quise hacerlo. No matarte, sino darte un beso-Después, ella sonrió tiernamente, tanto que hasta el juez le respondió con el mismo gesto.

-Bueno, al menos moriré después de haber recibido un lindo beso por parte de una hermosa dama.-Al terminar de decir esas palabras, Minos se desvaneció en el aire.

-Tengo que admitirlo. Siempre me pareciste atractivo, Minos. Lamentablemente no eras de los buenos.-La chica se levantó y volteó hacia sus compañeros. Shion estaba ayudando a Albafica. Se acercó a ellos. El caballero de bello rostro posó su mirada en ella y dijo:

-¿Por qué hiciste esa estupidez?¿Cómo rayos la hiciste? Y sobre todo, ¿por qué demonios lo besaste?

-Ya, ya, tranquilo. Pero tenía que salvar a mi idiota preferido. Además, si quieres un beso también te lo puedo dar a ti.

Ella le dió un beso a Albafica en la mejilla. Lo abrazó y suspiró. Uno estaba fuera de peligro. Faltan once.

Sin romper el abrazó ella dijo:

-No se que hubiera hecho sin tí. Eres como mi hermano. Te quiero, muchísimo.

-Yo también te quiero e igual te considero como una hermana. Sigo sorprendido pero gracias por salvarme.

El abrazo duró varios minutos más y después de separaron.

Freya vió a Shion, quien se encontraba conmovido por aquella tierna escena.

-Chicos, hay que ir al templo. Yo gasté mucho cosmos, Alba perdió mucha sangre y Shion casi se muere del susto. Por cierto, borreguito, me alegra que no hayas interferido. Tu eres el que tiene que salir con el menor de los daños posibles. Eres demasiado importante.

El peliverde enrojeció ante tal comentario y solamente contestó asientiendo con la cabeza. Los tres amigos se dirigieron a Aries ya que era el templo más cercano y se pusieron a descansar. Shion los dejó pasar la noche en su casa.

Freya durmió, feliz de haber salvado a su hermano.

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Hola, perdón si hay errores como cosas que no tengan absolutamente nada que ver con el manga. Claro, sin contar la participación de Freya. Esque el manga está muy lejos y estoy cómodamente acostada.

Gracias por leer.

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