| Cambio | Saint Seiya: The Lost Canvas

14. Varios encuentros

Freya estuvo inconsciente durante tres días. Muchas cosas habían pasado. Hubo un enfrentamiento entre Aldebarán, el caballero dorado de Tauro, y Kagaho de Bennu, un espectro. Sísifo había entrado en un sueño muy profundo. Tauro había tenido un segundo combate, en el que murió. Tenma, Yato y Yuzuriha estaban luchando contra sus más horribles memorias y sentimientos de culpabilidad en El Bosque de la Muerte. Y para colmo, la aprendiz de Piscis no estaba al tanto de lo que sucedió.

Ella despertó después de tanto tiempo que pasó dormida. Su fuerza seguía recuperándose. Se sentó en la cama y vio que Shion dormía con la cabeza en sus piernas. Freya sonrió inconscientemente al ver a aquel tierno borreguito, ligeramente sonrojado, dormido. Acarició sus verdosos y largos cabellos para despertarlo. Cuando el lemuriano se levantó, la chica quedó asombrada por tanta ternura acumulada. Shion tenía un ligero sonrojo, estaba bostezando y también un poco despeinado. Freya tomó sus cachetes y los apretó suavemente mientras que Shion apenas podía reaccionar porque seguía un poco dormido.

-Awwww. Eres tan tierno. No puede ser-. Shion ya comenzaba a despertar bien y retiro suavemente las manos de Freya, que estaban en sus cachetes.

-Gracias-Dijo el borreguito sonrojado. Pero su expresión cambió repentinamente por una más seria y triste-.Estuviste inconsciente durante 3 días. Pasaron muchas cosas. Sísifo entró en un profundo sueño. Aldebarán falleció y Asmita se niega a salir de su templo.

-¿Sabes la razón?

-No, lo siento. Tambien se niega a hablar con alguno de los dorados.

-Bueno; iré a visitarlo. Tal vez si quiera hablar conmigo.

Shion solo asintió y se fue de la habitación. Freya se vistió y se arregló. Subió las escaleras hasta llegar a la casa de Tauro, dónde se quedó admirando el templo.

-Lo siento, Aldebaran. Tu tenías que morir. No podría arriesgar el futuro que Teneo formará para nosotros. Fuiste un gran caballero y amigo. Descansa.

Freya se puso muy triste y decidió salir del templo. Se había estado preparando para el momento en el que Aldebarán muriera, pero el sentimiento de culpabilidad y tristeza eran inevitables.

Al entrar en Géminis vio a Deuteros y lo saludó. Aprovechó para reubicar a Deuteros donde se suponía que estaba: La Isla de Kanon.

-Hola Deuteros.

-Hola, ¿que sucede?

-Es necesario que hagas algo para la victoria de Athena en esta Guerra Santa.

-Haré lo que sea necesario-Aseguro muy decidido el peliazul sin pensar que lo que escucharía no le gustaría.

-Necesito que vayas a la Isla de Kanon. Ahí tendrás que esperar durante varios días, semanas o incluso meses, no sé. Cuando llegue Tenma, el caballero de Pegaso, lo entrenarás.

-¿Que demonios?

-Asi te van a llamar: Demonio de la Isla de Kanon.

-¿Por qué me llamarían así si no soy malo?¿Es porque nací bajo la estrella maligna de Géminis?Yo no quiero volver a vivir en las sombras, ni parecer el malo ante todos-. Replicó el gemelo menor un poco molesto.

-Deuteros, será por poco tiempo. ¿Recuerdas que te dije sabía lo que pasaría en esta Guerra Santa?-El peliazul asintió-Pues se supone que tú ya deberías estar en la Isla de Kanon, pero por alguna razón no sucedió. Él que tú entrenes a Tenma es decisivo para el resultado de esta guerra.

-Aunque no me guste, lo intentaré. Confío en ti. Todo por mi mejor amiga.

-¿La señorita Athena es tu mejor amiga?-Preguntó Freya un poco decepcionada.

-No, Freya. Tú eres mi mejor amiga-Aseguró Deuteros mientras acariciaba la cabeza de la chica-. Bueno supongo que tengo que preparar las cosas para mi partida. Te veo luego.

-Adiós.

Freya observó cómo el gemelo menor se alejaba. Cuando lo perdió de vista sonrió. Caminó hasta la casa de Virgo con una sonrisa deslumbrante provocada por Deuteros al decir que ella era su mejor amiga.

Hizo una pequeña parada en la casa de Cáncer, dónde vio a Manigoldo a punto de salir.

-Vas al Bosque de la Muerte para seguir a Tenma, ¿verdad?

-Oe, mocosa, ¿tú cómo sabes eso? Es información confidencial.

-Tengo mis contactos-. Dijo ella orgullosamente. El alumno de Sage no sabía nada sobre el origen de la chica por lo que ella decidió intrigarlo un poco.

Manigoldo se acercó peligrosamente hacia la chica mientras ella retrocedía. Hasta que chocó con la pared. Entonces Manigoldo puso una de sus manos al lado de la cabeza de la chica y acercó sus rostros mientras él se agachaba, ya que le sacaba una cabeza a la joven.

-Así que te haces la misteriosa, eh, pequeña-Canturreó Manigoldo-. Dime, ¿cuánto tardarás en confesarmelo todo~?

-Ehh...-Freya se había puesto muy nerviosa debido a la cercanía entre ella y Cáncer. También se sentía un poco intimidada mientras él estaba orgulloso de haber sacado la faceta temerosa de Freya.

Manigoldo se acercaba cada vez más a su rostro. Sus labios rozaban pero de pronto escucharon una tos falsa y ambos voltearon sorprendidos hacia el causante de aquel sonido.

-Ey, Manigoldo, ¿que no tenías una misión? Supongo que estás por retirarte-Dijo Kardia de manera burlona.

-Ohh... Cierto, gracias por recordarmelo, bicho.-En lugar de un agradecimiento aquellas palabras parecían una queja además de que Manigoldo había dirigido una mirada asesina al escorpión mientras las decía.

Entonces Cáncer chasqueó la lengua y se retiró maldiciendo en voz baja.

-Señorita Freya~ No pensé que le gustará tanto jugar~.

La chica posó su mirada en aquel hermoso y juguetón rostro.

-Kardia, no tengo tiempo para tonterías.

-Así que coquetear con Manigoldo no son tonterias-Dijo el escorpión un poco molesto mientras se acercaba lentamente a la chica con una mirada llena de picardía.

-Por favor, bicho, no sigas.

-Bueno, bueno. Tranquila, estaba jugando. Aunque no puedo negar que me molestó un poco la escenita. Te dejaré en paz, por ahora~.

Kardia se retiró dejando a Freya un poco sorprendida por haberse librado tan rápido del escorpión. Retomó su camino hacia la casa de Virgo y cuando llegó vio a Asmita meditando, como de costumbre. Él tenía la postura de siempre. Sin decir nada, Freya se sentó junto a él y recostó su cabeza en su hombro.

-Veo que ya despertaste. ¿Sucedió algo? Te siento extraña.

-No, nada. No te preocupes, Asmita. Por cierto, mañana será un día agitado.

-¿Por qué lo dices?-Preguntó el hindú algo confundido.

-Combatiremos con Thanatos, el Dios de la Muerte y muy probablemente con Oneiros, Phantasos, Icelos y Morfeo, aunque creo que este último no será necesario. Por cierto, todo será para salvar a Sísifo.

-¿Qué?

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Siento no haber actualizado como prometí. Justo cuando tenía humor me dolió la panza. Además de que me "racionan" el tiempo que paso en el celular y el Xbox. Lo siento, el Xbox me llamaba.
Tengo un gran final preparado, no se lo van a esperar 7u7.