Freya despertó un poco inquieta. Había algo que debía recordar pero simplemente no podía. Se levantó, se estiró y salió de la habitación. Se encontró a Sísifo sentado en el sillón y...¡BUM Recordó. Sísifo no debía de haber regresado, debía de haber seguido su camino y dirigirse hacia la balanza de Faraón. Haría la Exlamación de Athena junto con Shion y Regulus para abrir la puerta que daba a la verdadera güarida de Hades.
-¿Por qué regresaron de la misión?-pretuntó a Sagitario.
-Pues estábamos heridos-dijo con un tonito de "obvio" pero sin quitar esa hermosa sonrisa que siempre tenía.
-¡Asmita!-gritó desquiciada. Él entró apresurado debido a que pensaba que Sísifo salvaje había atacado a Freya-Ambos, ¡síganme!
Caminó rápidamente hacia en templo del Patriarca y cuando llegó elevó su cosmos al máximo, preocupando a los demás dorados que llegaron a la velocidad de la luz. Solo faltaban Dohko y Deuteros, quienes estaban en a punto de aparecer otra vez en el Santuario, y Hasgard, que había muerto. Todos la vieron expectantes.
-Todos escuchen-exclamó elevando su cosmos para intimidar a los dorados, lo cual funcionó-. De ahora en adelante deben hacerme caso. Necesito que Shion, Regulus y Sísifo me acompañen a la puerta que da al Lienzo Perdido.
-¿Por qué deberíamos de obedecerte?-preguntó Manigoldo alzando la voz. Freya solo elevó su cosmos, pero no consiguió intimidarlo-¿Crees que tú mediocre cosmos me intimidará?
Freya se sintió muy ofendida pero una idea muy placentera apareció en su mente.
-¿Quieres que te intimide?-sonrió burlona-Pues bien. ¡Hypnos!
El dios apareció, haciendo un espeso ambiente por la fuerza de cosmos que emanaba. Tenía una mirada seria, muy intimidante. No lo hacía apropósito, no sabía que justamente lo habían llamado a intimidar. Tenía el ceño fruncido debido a que estaba molesto de que no lo dejarán descansar.
-¿Decías, Mani?-se burló la chica.
-No, jefecita, no es nada-respondió agachando la cabeza como muestra de sumisión.
-Hypnos no es una amenaza, está de nuestro lado. Pero nosotros necesitamos a alguien que nos lidere-explicó-. Shion, acércate-ordenó-. Él será el futuro Patriarca, no Sísifo. Créanme, es el adecuado a pesar de su tierno rostro. Liderará junto a mí. Yo también se leer las estrellas-mintió para que sus órdenes se cumplieran-, por lo tanto puedo ver el futuro, en parte. Necesito que confíen en mí y en Shion.
Nadie respondió, todos se veían desconfiados. Pero un dorado dió un paso al frente.
-Yo confío en tí, Freya. Te seguiré para así ganar la Guerra Santa-exclamó Albafica dando el ejemplo.
-Yo igual confío-dijo Asmita dando un paso al frente.
-Yo también-apoyó Degel.
Después se unió Kardia, Sísifo, Regulus y todos los demás. Freya sonrió y dijo:
-Muy bien, chicos. Necesito que Sísifo, Regulus y Shion se preparen para la batalla. Los demás también acompañarán pero interferirán lo menos posible-ordenó. Pensó en dejar alguien que resguarde el Santuario pero pensó que eso interferiría demasiado-. Por cierto, hace poco hablé con la misma Athena, nos acompañará-todos la miraron curiosos pero decidieron no preguntar.
>>Ahora, todos, reúnan a los caballeros de bronce y plata. Nos dirigimos a la verdadera batalla. ¡Todos prepárense para ir al Lienzo Perdido en el Navío de la Esperanza!-gritó, animando a todos.
Rápidamente los hombres comenzaron a cumplir con las órdenes de su nueva líder. En el templo del Patriarca solo quedaron Freya y el dios del sueño, quienes comenzaron a platicar.
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| Cambio | Saint Seiya: The Lost Canvas
FanfictionFreya es una joven de origen mexicano. Ella apareció en el mundo de Saint Seiya, su anime/manga favorito. Lo mejor es que ella apareció en The Lost Canvas, su saga preferida. Ella usará sus conocimientos para evitar las tragedias que sucederán. ¿Se...