19. Sueños

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Al día siguiente, la Guerra Santa continuó. El ejército de Athena y el de Hades retomaban sus actividades, que consistían en entrenar y pelear el uno contra el otro.

Freya se levantó temprano y fue al campo de entrenamiento. Todos los caballeros estaban escuchando las órdenes del Patriarca, quién era realmente Hakurei disfrazado de su hermano, Sage. Freya se recargó en un pilar en una esquina del coliseo donde el antiguo caballero de Altar seguía dando su discurso. Estaba pensando en la nada hasta que sintió un aire frío en su brazo derecho. Volteó en esa dirección y vio a Degel de Acuario. Tenía esa aura helada rodeándolo, como siempre.

-¿Qué ocurre?- preguntó Freya.

-Hace mucho que no te veo y no hablo contigo. Has cambiado, y mucho-Degel traía puesto sus lentes y tenía un libro en mano. Se veía muy sexy. Hablaba calmado y con un tono que le daba un aire intelectual.

-Sí, supongo que lo he hecho. Tú si sabes que ese no es Sage,¿cierto?

-Sí, lo noté por su cosmos. El de Hakurei es más fuerte, y al mismo tiempo más delicado.

Ambos dirigieron su vista hacia todos los caballeros que estaban prestando atención a el ex-caballero de Altar. La vista de la joven captó a alguien. Era Rin. Clavó su mirada en él, esperando que la sintiera y la viera. Estaba tan concentrada mirando al castaño que Degel se extrañó.

-¿A quién miras?

-Es un amigo. Quiero llamarlo con mi mirada. Si grito, Hakurei me va a regañar frente a todos.

-¿Crees que funcione el que lo veas tan fijamente?

-Creéme. Lo hará-contestó la aprendiz de Piscis muy concentrada. Y tal como lo dijo, Rin volteó a verla. Estaba muy extrañado y tenía cara de "WTF".

Freya le hizo señas para que se acercara. Él castaño dirigió una última mirada al "Patriarca" y se acercó a la joven discretamente para no interrumpir el discurso. Mientras Rin caminaba, Degel le preguntó a la chica:

-Por cierto, ¿qué le sucedió a tu cabello? Me gustaba, era hermoso. Pero ahora que lo veo, éste se te ve igual o mejor. Das un aire de persona rebelde, no sé por qué-Freya enrojeció ante tal comentario y trató disimularlo.

-Me lo cortó El Cid. Un dios del sueño redireccionó su Excalibur hacia mí, y lo esquivé por los pelos-La joven río dulcemente por la ironía de su comentario. El francés estaba a punto de hablar, pero Rin los interrumpió.

-¿Qué sucede? Se supone que debo estar poniendo atención, no hablando contigo-reclamó el amigo de Freya.

-Meh. No te preocupes -dijo Freya a la ligera-.¿Qué armadura portas? Desde que te conocí siempre me pregunté por ello.

-La del Fénix. Y no me vengas cambiando de tema, Freya-se quejó Rin.

-Ya, ya, tranquilo. Mira, te presento a Degel, caballero dorado de Acuario.

-Un gusto-pronunció Degel tan elegante y formal que el caballero de Fénix se sintió un poco intimidado.

-Igualmente. Vaya, jamás pensé hablar con un dorado. Y menos con Degel, dicen que no eres muy sociable -comentó Rin sin darse cuenta de lo que decía y arrepintiendose de inmediato-Oh, lo siento.

-No te preocupes. Paso demasiado tiempo en la biblioteca, lo sé.-Degel no parecía afectado en lo más mínimo. Pero mantenía su imagen de hombre intelectual estable. De hecho el no necesitaba fingir. Realmente era un hombre intelectual.

Ahí terminó su plática. Su atención regreso a Hakurei. Entonces un pequeño niño con cejas parecidas a las de Shion apareció. El "Patriarca" anunció que él los teletransportaría a todos a las orillas de la barrera que cubría el castillo de Hades.

| Cambio | Saint Seiya: The Lost CanvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora