23. Aprovechar el tiempo

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Después de un cómodo sueño Freya salió, aún en pijama, a desayunar. En la sala estaban Manigoldo y Albafica conversando.

-Hola-los saludó ella mientras bostezaba.

-Hola-respondió Cáncer.

-Vístete-ordenó el peliceleste.

-Estoy vestida. ¿Acaso me ves desnuda? No, ¿verdad?-dijo ella retándolo.

-Bueno, nos vemos, Manigoldo-dijo Piscis prácticamente corriendo a su amigo sin quitar la vista de Freya-. Entiende, no puedes salir en esas fachas, podrían pensar mal de tí.

-Después de que justamente eso me pasó hace varios años, ya no me importa-comentó mientras se sentaba en la mesa del comedor-. ¿Qué hay para desayunar?-preguntó despreocupada y evitando el tema.

-Eres insoportable.

-Aún así me amas.

-Lamentablemente.

Comieron tranquilamente, disfrutando de la linda mañana.

-¿Hoy Regulus y Sísifo salieron a una misión, no?-preguntó.

-Sí-respondió Albafica.

-Ahh, por fin tiempo para descansar.

-¿A qué te refieres?

-No habrá necesidad de interferir en esa batalla. O eso creo. No quiero meterme demasiado en la historia, podría haber un efecto no deseado-dijo transformando la conversación en algo serio.

-Ya veo, te entiendo-dijo Albafica-¿Tienes planes para hoy? Podríamos ir a comer al mercado.

-Sí, ahora pensaba ir a visitar a Degel. Cuando regrese podemos ir, ¿sí?-propuso Freya.

-De acuerdo.

-Bueno, tengo que aprovechar el tiempo. Nos vemos luego-dijo ella mientras se iba alejando.

Entonces se fue bajando rápidamente por las escaleras. Era un día hermosos. Vió un lindo pájaro pasar frente a ella, y por distraerse cayó de cara.

-¡Auch!-se quejó. Se había raspado la rodilla. No dolía tanto, pero sangraba mucho.

-¿Estás bien?-preguntó alguien frente a ella. Levantó la vista y se encontró con Degel de Acuario.

-Sí, nada más fue una simple caída. Se ve peor de lo que es-dijo-. Que coincidencia, justo iba a visitarte-siguió mientras se levantaba lentamente del suelo.

-Entonces hay que ir a mi casa. De paso desinfectamos la herida.

Se fueron caminando a la casa de Acuario. Se dirigieron a la sala y Freya se sentó en el sillón. Degel se arrodilló frente a ella y comenzó a lavar la herida. De repente su rostro se puso serio.

-Freya tengo que hablar contigo sobre algo-dijo-.Ayer, después de que estuvieras con Kardia, él vino a mi templo y me confesó que se sentía muy triste. Sabe que tú no le correpondes-Degel la miró a los ojos-. Lo consolé pero nada funcionó. Estaba tan triste que se fue al Bosque de la Muerte, a la frontera entre nuestro territorio y el de Hades. Lo seguí. Lo ví hablar con una joven, como de tu edad, por cierto muy linda. Kardia se veía feliz-admitió-. No me molesta que se sienta bien con alguien más. Lo que me preocupa es que pueda ser una enemiga.

Freya no sabía que pensar sobre ello. El bicho podría estar comunicándose con el enemigo debido a una debilidad emocional.

-Creo que no deberíamos sospechar de más. Si se está llevando bien con una chica me parece perfecto. No hay que preocuparnos tanto, creo que lo estás sobre-protegiendo-confesó-. Deberíamos de darle su espacio. No creo que él nos traicione. De todos modos hay que vigilarlo, podría ser que la chica lo traicione a él.

| Cambio | Saint Seiya: The Lost CanvasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora