-Que alegría que estés de mi bando. Ahora sí podemos ser amigos-dijo la joven y imaginándose una graciosa amistad con el dios. Él dejó ver su forma física, arriesgándose a que alguien más lo vea. Pero quería sentirse acompañado después de años de soledad.
-Sí, supongo-Hypnos se sentía incómodo, había sido friendzoneado-.¿A dónde vas?-preguntó el rubio al ver a la joven hacer una pequeña maleta.
-Mi trabajo no me deja descansar.
-¿Trabajo?
-Bueno, es más bien una meta personal. Salvar a la mayor cantidad de caballeros posible.
-Pero estás demasiado débil.
-Lo sé-admitió ella-. Pero no por eso dejaré morir a mis personajes favoritos.
-¿Personajes?
-Ups. Otro día te lo dire-aseguró la chica nerviosa.
-Dímelo ahora-exigió el dios del sueño-. Seré tu acompañante más fiel. Soy el dios del sueño y estaré junto a tí toda tu vida. Debes confiar en mí.
-Esta bien. Yo no soy de este mundo-.
-Ya lo sé
-No me interrumpas, teñido.
-¿Teñido? Soy natural. Thanatos es el que se pintó el pelo y usa lentes de contacto grises-se defendió Hypnos.
-Pensé que así nació-confesó Freya.
-No, somos gemelos. Es obvio que deberíamos tener el mismo color de pelo. Solo que cuando Thanatos entró en la adolescencia quiso diferenciarse de mí y cambió su apariencia.
-Oh, ya veo-dijo la joven comprendiendo todo-. Espera, nos desviamos del tema. Como iba diciendo, no soy de éste mundo. En mi mundo, todos ustedes son un programa japonés animado. No existen.
-¿Como demonios no voy a existir?-dijo el rubio indignado.
-Pues en este mundo si lo haces, en el mío no. El programa al que ustedes pertenecen se llama "Saint Seiya", y ésta época es denominada como "The Lost Canvas". Es mi favorita y sé lo que pasará de derecho a revés. Por eso tengo que ir a donde sea necesario para salvar a los caballeros. En este momento Degel y Kardia deberían estar viajando hacia Bluegrad, y van a morir en su visión. Tengo que apurarme-explicó ella.
-Iré contigo. Tengo que protegerte.
-Bien.
-Pero no creo que a Asmita le agrade el que te vayas. Te quiere demasiado. Apenas lo ví y me dí cuenta-comentó Hypnos.
Freya se sonrojó con solo escuchar el nombre de aquel caballero dorado.
-¿Te gusta?-mas que una pregunta sonó como una afirmación.
-S-si. Eso creo.
El dios no siguió con la conversación. Por primera vez alguien le había mostrado lo que era el cariño, pero esa persona no lo quería como el lo hacía. De todos modos, él no se rendiría. Su amor duraría toda la eternidad, llenándolo de alegría con solo ver a su amada, por más que ella no le correspondiera.
-Hay que teletransportarnos para llegar más rápido-sugirió él intentando olvidar el tema anterior.
-¿Puedes?- dijo ella sorprendida.
-Claro, soy un dios, ¿qué esperabas?
-Ya, ya. Pues teletransportanos de una vez.
Entonces una luz amarillenta los cubrió a ambos. Aparecieron en las puertas de Bluegrad. Estaba helado y desolado. No había una sola flor. Solo hielo y más hielo. Freya e Hypnos se colocaron junto a un gran portón que daba la bienvenida a Bluegrad y esperaron a Degel y a Kardia. La chica se sentó y se hizo huevito, tenía frío. El dios del sueño se sentó junto a ella, sus brazos rozaban. La joven sintió la calidez que el cosmos ajeno emanaba. Recargó su cabeza sobre el hombro del rubio, aferrándose a ése calor tan reconfortante. Estaba tan cómoda, y cansada, que se quedó dormida.
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| Cambio | Saint Seiya: The Lost Canvas
FanfictionFreya es una joven de origen mexicano. Ella apareció en el mundo de Saint Seiya, su anime/manga favorito. Lo mejor es que ella apareció en The Lost Canvas, su saga preferida. Ella usará sus conocimientos para evitar las tragedias que sucederán. ¿Se...