-Creo que deberíamos ir cada quien a su casa. Como Freya enfermó, puede venir a la mía para que la cure- sugirió Asmita hablando tranquilamente.
Manigoldo le lanzo una mirada pícara, Regulus hizo un puchero, El Cid no hizo ningún gesto, como siempre, y a Albafica casi le explotaba una vena de la frente.
-No creo que eso sea buena idea. Freya se sentirá mejor en mi casa, ya que al fin y al cabo es su hogar- contradijo Piscis, sonriendo por la gran excusa que imaginó.
-Pero se curará más rápido si está con Asmita. Deberíamos llevarla a Virgo con él- propuso Regulus. <<Genial, cachorro idiota, ni tú te ayudas a tí mismo>>pensó el peliceleste molesto porque el menor lo cuestionara.
-Pero...-Albafica estaba a punto de reprochar, pero su aprendiz le interrumpió.
-Creo que yo debería decidir eso.
-Tienes razón. Toda la razón- apoyó Manigoldo, que tenía como única meta molestar a Piscis.
Él peliceleste, hartado, se fue sin decir palabra alguna a su templo.
-Bueno, ahora que el entretenimiento se fue, iré a mi templo a descansar. Adiós muchachos-Cáncer se despidió y se fue mientras los demás le decían adiós con la mano.
-Chicos, hay que seguir. Mientras antes lleguemos a Virgo, Freya mejorará más rápido- dijo Regulus impaciente -Los acompañaré.
Esa última oración desánimo un poco a Asmita, quién no hablo en todo el camino ya que el cachorro de Leo acaparaba toda la atención de Freya. Todos los dorados que la veían se preguntaban qué le había pasado al cabello de la chica y ella solo se limitaba a contestar "Gajes del oficio".
Cuando llegaron a Virgo, ya había oscurecido y Regulus ya estaba en Leo.
-Hay una habitación para huéspedes. Puedes dormir ahí. Espera un poco, prepararé la habitación.
Freya obedeció y se quedó sentaba en una banca que había en una habitación de la casa de Virgo, que parecía ser un tipo de sala.
Ella estaba un poco frustrada. Pensaba que todo sería como en los fanfics que ella leía. A falta de habitación o cama, se quedaría a dormir junto el chico, pero al parecer eso no pasa. Aceptó rápido la cruel realidad y esperó. Esperó y esperó. Hasta que calló dormida.
*****
Ella despertó confundida. No sabía dónde estaba. Esperaba despertar en la cama y que Asmita le dijera que el la había cargado. Pero no fue así. Ella seguía en aquella incómoda banca. Lo único que sí le sorprendió fue que el hindú meditaba junto a ella. Parecía un ángel guardián que había resguardado su sueño. Cuendo el se dió cuenta de que estaba despierta habló.
-¿Qué quieres desayunar?
-Uhm...Fruta, ¿tienes?-dijo Freya aún bastante adormilada.
-Sí, espera un poco.
Asmita tardo muy poco en traer fruta picada. Había uvas, pera y manzana. Ella comió incómoda ya que sentía la mirada de Asmita sobre ella y se ponía nerviosa. Claro que él, como siempre, tenía sus ojos cerrados. Pero la intensidad de sus opacos ojos bajo esos párpados cerrados se podía sentir a kilómetros, eso pensaba la chica.
Cuando terminó de desayunar agradeció por la comida y decidió ir a entrenar después de rogarle a Asmita que la dejara. Ella estaba recién recuperada. El hindú había usado varias hierbas medicinales y parte de su cosmos para curar a la joven durante toda la noche. Pero accedió. Él sabía que nunca le podría negar algo a Freya.
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| Cambio | Saint Seiya: The Lost Canvas
FanfictionFreya es una joven de origen mexicano. Ella apareció en el mundo de Saint Seiya, su anime/manga favorito. Lo mejor es que ella apareció en The Lost Canvas, su saga preferida. Ella usará sus conocimientos para evitar las tragedias que sucederán. ¿Se...