Semana tres, continuación: (Capítulo 11)...
_ ¡¿Qué hago?! - Las pulsaciones se hacían cada vez más poderosas y frecuentes, que podía ser confundido con una bomba de la armada enemiga del gobierno, del cual no llegaría a tener un buen apogeo.
"¡Y QUÉ ESPERABAS JACQUELINE! ¿SENTIR HORMIGAS EN TU CUERPO Y QUÉ VOMITARAS MARIPOSAS?"
Bueno, si, esperaba sentir algo diferente en mi... y no como Max, siendo perseguido por todo el ejercito de Eldysius, transportando una información valiosa en un cuerpo dañado por la radiación, al borde de la muerte.
"NO TIENES REMEDIO. NO TE LO PUEDES PASAR ACOSANDO A UN JOVEN DEL QUE APENAS SABES EL NOMBRE Y QUE, A DICIR VERDAD ¡TIENE COMO NOVIA A MORELIA!"
Si, pero, yo... Tienes razón, creo que es mejor... dejar esta estupidez...Jacqui, tenía razón después de todo, esto no me iba a llevar a nada bueno. Tener más problemas con una chica que quiere verme insinerada en la hoguera, sería como ganarme el pase gratuito a muerte. Sin embargo, tengo una ligera corazonada de que él es la clave para encontrar lo que por mucho tiempo buscaba. Así que mantendré a Jacqui, en el margen de todo esto, por ahora.
Aunque, pensándolo bien, ya no tenía la más remota idea de la cara que le plantaría a Daniel, depués de que me encontrara como Paparazzi detrás de un árbol. Tomé mi celular y observé la foto reciente que le había robado, mirándolo al detalle, cada facción de su casi perfecto rostro de moledo parisino, había salido muy bien, tan feliz, tan calmado que podía transmitir esa sensación de reposo más tarde del tormento, como si un conjuro mágico de diciera <<todos tus problemas desaparecerán, con solo una miradita>>
¡Es perfecto, bueno, casi perfecto! Tengo bien en claro que la perfección no existe y no pienso refutarlo. Daniel, tenía los estándares ideales para ser modelo en cualquier parte del globo, tal vez hubiera sido el multimillonario más codiciado de todo el mundo o una famosa estrella de las películas, ¡Pero, no! ¡Él se encuentra estudiando en mi aula, en un colegio de porquería que ni de buena atención medica gosa! ¡Usando una playera del Capitán América y unas botas simples!
Se me vino a la mente en ese pequeño momento, cuando giró al verme y posó para mi, mostrándome esos relucientes dientes de conejo y cachetes rosados inflados. Sonreí ruborizada por debajo cual estúpida recibiendo mensajes cursis en su messenger."¡OH, NO! ¿SÁBES LO QUE ESTÁ PASANDO?"
¿Qué me comí una barra de chocolate y se me está subiendo el azúcar?
"¡NO, IDIOTA! ESTÁS JUGANDO CON FUEGO, NIÑA. ESTO NO ES NADA BUENO. DANIEL... DANIEL..._ Me gusta. - Susurré.
_ ¿Qué te gusta Jacqueline? - La aparición de una voz femenina sonó a mis espaldas.
_ ¡HA! ¡Ho-Hola Kira! - Salté del susto y me levanté para mirarla, apagando en el acto el móvil. - ¿N-no estabas con los demás? - Enserio que esta chica parece un fantasma ¿Cómo no me he dado cuenta de su presencia?
_ No te sobre exaltes, solo quería ver como te encontrabas, por un momento creí que estabas en tus días. - Sonrió. - ¿Estás bien? ¿No te duele nada? ¿Quieres una toalla, tengo unas de recerva?
Imité su gesto. Kira, si que era una chica muy suelta, su manera de expresarse y la rudeza de su gesto sin temor de que la juzgen era digno de admirar.
_ ¡N-no!... E-estoy bien, de todos modos gracias por... preocuparte. - Hice una reverencia de agradecimiento.
_ Es algo que hacen las amigas ¿No?
_ ¿A-amigas? - Abrí mis ojos como platos.
¿Kira era mi amiga? ¿Enserio? La chica rebelde de ojos grandes y negros, cabellos cortos y oscuros y guantes de cuero sin dedos. Era amiga de esta tímida presa de pollo sin pechuga para dejar bien en claro que nunca más se dejaría aplastar, algo que... aún le falta por mejorar.
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Afortunada, entre dos mundos.
Teen FictionUna joven, divertida ("aunque no lo demuestre") y valiente estudiante de 18 años. Llamada Jacqueline, tiene que luchar... no con monstruos o villanos, si no con la cruda realidad de su vida y persistir arduamente para ella misma. Por otro lado, Mayr...