capítulo 33

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AL DÍA SIGUIENTE...

Se levantó preocupada y con un poco de dolor aún.

_ Mayra... - habló cantando y con una voz agudísima. Caminaba a todas partes alistandose para su primer día de claces en la universidad. - ¡Mayra! - Le lanzaba las almohadas en la cara.

_ ¡No molestes! ¡Vete ya! - Imitó el acto de su hermana. Pero esta, ya estaba a un pie en la escalera. - ¡aaaaaaa! - Gritó interpretando a un pavo asustado.

_ ¡Que jodida! - plantó su cabeza entre su savanas.

Se levantó para ir a lavarse la cara, tomó su celular, se puso las sandalias de goma y bajó de las escaleras.

_ ¿Estás mejor? Me preocupas hija, tu hermano me contó que tenías fiebre y dolor de cabeza. - Comento su madre, sin dejar de plantar la mirada a lo que hacía.

_ Si, gracias. - "Valla que preocupada estás" pensó.

_ Ya me voy. - Tomó su último sorbo de jugo de fresa. - Ma, mi pasaje, extendió su mano para recibir su propina.

_ Plata, plata... Me pides, pídele a tu padre. Sabes que no alcanza para tus gastos.

_ Si, si. Me voy.

Fue al lavabo a dejar de que el agua fluyera en su rostro y quitara los malos momentos pasados y empezar el día con otra cara. La cara de felicidad fingida que siempre dibujaba en su rostro.

_ Levanta a Ángel, para que desayune. Y apurare tu también.

_ Ya voy.

A paso de tortuga se dirijía a la habitación donde se situaba Ángel.

_ Tsk, Ángel... oye. - Susurró, abriendo la puerta cigilosamente. Ya dentro miró lo que había en el escritorio. Hojas de papel con ejercicios y muchos números en ellos. Ecuaciones y letras, restos de borrador y libros desordenados. - ¿Eso es lo único que llebaba en esa mochila? Si que deve estar muy sumergido en sus estudios y yo jodiendo que estuviera en casa otra vez. - Se sentía culpable.

_ ¿Qué haces aquí? - Despertó.

_ Mi mamá dice que vallas a desayunar.

_ Si, luego.

_ ¿Ángel?

_ Qué.

_ ¿Qué tan posible puede ser de que una persona pueda tener la misma huella dijital que otra persona?

_ Apesar de que las personas sean gemelas y tengan mismo rasgos físicos. No exíste esa provabilidad. Pero, si se habla de genética. Todo es posible, siempre y cuando la ciencia avance.

_ humm... Ciencia... - Pensó.

_ ¿Por qué la duda?

_ No es nada, solo curiosidad. Ya levantate que mamá va enfadarce.

Intervalo de minutos después...

_ ¿No piensas buscar un empleo? - Habló la madre de Ángel, tomando un sorvo de su infución recién hecha. - No creas que te quedarás aquí sin ayudar.

_ No te preocupes, hoy voy a buscarlo, iré al mercado siempre hay anuncios solicitando empleados. - Revisó el Comercio. Parecía el típico abuelo que se sienta en el sillón a leer el periódico, al lado de una pequeña mesa donde va el café bien recargado que levanta a cualquiera en la mañana.

_ Yo también quiero trabajar. - Se anotó Mayra a la conversación.

_ No. A tí te pueden explotar por ser menor de edad. - Aseguró Carin.

Afortunada, entre dos mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora