Afortunada, entre dos mundos.

Capítulo 12: Déficit.

3 días antes...

Apenas llegué, la propietaria del inmueble me llamó muy molesta.

"¡Verdad! me había olvidado completamente del pago del alquiler"

_ ¡Jacqueline! - Gritaba desde lejos la señora de 50 años.

_ Señora Mariana ¿Puede esperar más tiempo? - Le rogué, con cara de perro mojado y una voz suplicante. Pero no fueron suficientes para ella.
Llegó a mi alcanse y me miró con mala cara.

_ Son ocho meses de hipoteca ¿No piensa pagarme?

_ Señora, entiendame no tengo suficiente para mí.

_ Lo lamento, pero no puedo dejar que me vean la cara de idiota otra vez, usted es la única que me deve.

_ Porque trabajo y estudio ¡Señora!

_ Eso no me importa, solo cansele su deuda. ¿Quiere que la desalojé?

No tenía de otra que darle lo que guardaba, para un caso especial

_ ¿Me deja ir a traerlo en este instante?

_ Te espero en la puerta. - Me miró con el seño fruncido.

Entré a mi habitación y saque el puerquito de plástico que tenía en mi armario.
Lo puse en mi escritorio y saque una navaja de el cajón de mi mesita de noche. Miré al puerquito color rosa y con el dolor de mi corazón le señale con la cuchilla.

_ ¡Lee Jong Suk! (actor coreano) perdóname. - Miré el piso. - Dije que jamás te lastimaría, que me ayudarías para mi exámen de admición, pero no quiero quedarme sola en la calle. Espero que lo entiendas. Que la persona que te alimento sea quien defina tu vida, este es tu destino. Me duele más a mi que a ti.

Tomé el objeto afilado y le hice un corte vertical en el pecho. Cogí del suelo todo el dinero, lo conté y se lo di.

Ella por su cuenta se tomó el sagrado tiempo del mundo para contar y estar segura de la cantidad que le entregué.

_ Esto no es mucho.

_ Es todo lo que tengo, no hay más.

_ Señorita, s/250 no es suficiente, me deve s/600.

_ Pero, es suficiente para unas senamas ¿No? por favor, ayúdeme. - No quería quedarme en la calle, y ni mucho menos en esta época del año. Esta mujer parece que no tiene corazón, ni piedad. Pero, también entiendo sus motivos, ahora la mayoría de las personas no son piadosas, aveces te ven la cara de estúpida y se aprovechan de eso, me a pasado lo mismo.

_ Bueno, es suficiente. Pero, pongase al día en pagarme.

_ Gracias, gracias, muchas gracias. - Mi rostro se iluminó de esperansa. Al parecer Mariana tenía un rayito de luz en su oscuro corazón, la tomé de su mano y lo ajité.

_ Si, si, adiós. - Se retiró.

Al final tube que darle el dinero que tenía guardado para mi exámen de admición. Que mal, el exámen ya se estaban apróximando. ¡Caballero! tendré que recaudarlo otra vez y darlo dentro de unas semanas.

_ Pero... - Fui corriendo para ver a cerdito. - ¡Lee Jong Suk!
que te he echo, perdóname. - Lo sostube en mis brazos. Caí al piso destrozada, igual que el cerdito. Ahora me quedé sin nada.

Cogí la cartera que tenía en mi mochila y solo tenía
S/50.

_ Estoy pobre, Lee Jong Suk ayúdame.

Me levanté sin ganas del piso, me acerque a la cosina para ver que podía cenar.
Solo tenía leche, unos dos huevos, queso y otras cosas más.

_ Haré café con leche. Tal vez mañana compre fruta.

Preparé la bebida caliente, limpie lo poco que desordené. Para así irme a la pequeña mesa a beber de mi taza.
"Tengo que pensar en como recaudar el dinero en poco tiempo" La situación estaba asiendo de que mi preocupación incrementara más.

_ No sé que voy a hacer... - Me decepcioné de mi mi misma, pensé que la vida de un independiente iva a hacer fácil, pero no era así. La vida es dura, pesada y fría. Es como si cargara en mi espalda una gran roca gigante.
Pero no me daré por bencida, esa roca no me aplastará, tengo que saber a sobrellevar las situaciones con calma, responsabilidad y saber organizarme.
Cogí la taza y fuí a mi habitación.
Me quedé un rato estudiando en el escritorio de madera. Me había cubierto de varias prendas, puesto que el frío me estaba matando, pero con cada sorbo que daba a mi taza hacía que entrara en calor.
Mañana mejorará, ya verás Lee Jong Suk.