Afortunada, entre dos mundos.

Capítulo 31.

"Como se atrevé, es... Es... Es más que un idiota. Puede ser que deteste a Morelia, pero tratar de robarle el novio es demaciada maldad. Entre chicas hay una ley respecto a los novios".

No podía moverme, era un asentir extraño, inexplicable. Era como si el mismo beso me hubiera quitado las fuerzas para hacer o decir algo, el acto que cometió fue el causante de que cada pulsación sea más frecuente y más fuerte que antes.

Seguro cualquier chica se iría o escaparía de esto, ocultandose entre sus sábanas o simplemente undiendo la cabeza en la almohada, pero, yo no. No soy como las demás, supongo que marco una diferencia.

"¡Vamos! ¡Muévete!" repetía constantemente en mi cabeza.

Motivarme a mi misma, ayudo almenos a que paso a paso fuera a la habitación de Daniel. No podía dejarlo así, aunque no puedo negar que me gusto. Pero, no justifica lo que hizo.

Como si nada más me importase, como si las formalidades me valieran. Empujé la puerta con fuerza.

_ Daniel, me deves una gran explica... - Miré por cada rincón de la pieza. - ción... - No había nadie.

EN EL MUNDO REAL FUERA DEL LIBRO...

Un nuevo día, un nuevo comienzo para Mayra. El desayuno en familia era silenciosa al igual que esa vez que falleció el bisabuelo Julio, toda la familia no articulaba palabras, solo se oía murmulos como los hacía Sharon y Mayra que miraban por debajo de la mesa los MV de sus grupos favoritos, con los audífonos baratos, comprados en "TODO POR UN SOL" la tienda favorita de Mayra.

_ ¿Y que tal la universidad, Ángel? - Rompió el hielo Gladys.

_ Bien,  aunque los exámenes son una pesadilla. Pero, todo lo demás esta muy bien.

_ Me alegra. - Sonrió. - ¿Qué tal con las chicas, también bien?

Ángel, por poco y casi se atragantaba con el vaso de leche que sorbía muy despacio para no quemarse.

_ Abuela. - Se quejó.

_ Mamá, creo que no es el momento indicado para hablar de esto. - Intervino Carin.

_ Como que no, ya es un adulto, no deve de tener vergüenza de hablar de eso, es parte de la naturalesa. Vergüenza hay que tener cuando robas. Cuando te dé un nieto. - Señaló con su dedo índice a Carin. - Te arrepentirás de no haber charlado con él.

Era muy difícil tratar de contradecir a Gladys o tratar de hablarle cuando se ponía en ese modo. Dando sermones que duraban 2 horas como mínimo, solo para decir que eso no se hacía.

Por otro lado, Ángel deceaba a los 4 vientos que la tierra se lo tragara, aunque la familia no le tenga importancia a lo que habla la abuela, él se sentía así. Con los amigos era muy diferente hablar de esto, era normal, pero la familia es otra cosa. Ahora entendió porque se mudó con ellos.

_ Muchas gracias. - Mayra se levantó de la silla de madera hecha por su abuelo, colocó los cubiertos que había usado, para así llevarlos a lavar.

_ Te acompaño. - Añidió su hermano. - Muchas gracias por el desayuno. Al igual que Mayra. Ángel, Tomó los servicios sucios para llevarlas al lababo.

_ No, Ángel. Déjalo, Mayra los labará por tí, es cosa de mujeres. Tu no te preocupes. - Dijo Gladys.

El comentario de la abuela, había sido demaciado machísta para los oídos del joven. Pero, que se puede hacer a una persona cuyo entorno de la sociedad en el año 1940 para ser exactos, era inculcado el machísmo. De que el hombre solo podía trabajabar y que la mujer se dedicaba a las labores domésticas, a la crianza de los hijos y no le era permitido la educación, por escasos recursos económicos.