Capítulo 18

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HACE 7 AÑOS ATRÁS...

Mayra atentamente, oía al detalle la conversación del grupo de amigos, quién cuyo integrante era su queridícimo hermano, Ángel. Él, por su parte, había recogido a su hermana del salón, junto con su grupo inseparable de amigos, asiéndose llamar "Los malditos de Huarás". Se otorgaron ese nombre después de su viaje de promoción con sus amigos del aula.

Según como su hermano le había contado a Mayra, dijo que una vez se habían olvidado de pagar una chuchería, en la tienda bazar de una señora en uno de sus destinos de ese lugar, al final nunca lo llegaron a pagar.

Ese nombre para su grupo le causaba mucha gracia. Aunque también, sonaba a algo criminal, como "Los malditos de Bagua" una banda delincuencial y sanguinaria que se dedicaban a robar vehículos menores, muchos de los cuales habían sido desmantelados para luego vender sus partes como repuestos en el mercado negro. Lo bueno, es que ya han sido denunciados por el delito contra el patrimonio, así como por asociación ilícita para delinquir. Y aún se espera que sean recluidos en prisión, aunque la polícia ya los tiene en la mira.

"¿Cómo lo sabe?"

Simplemente, cuando no tenía nada que hacer, se acomodaba en el sillón y cambiaba en el televisor el canal cinco para ver "24 horas medio día" el noticiero que se había convertido en su favorito, porque mencionaban temáticas diferentes de noticia, no solo se dedicaban a la república, fútbol o farándula, como lo hacían los otros noticieros, sino de noticias internacionales, divertidas, entretenidas y sin perder ese detalle de informar a la población.

_ Mira, ella es mi flaca. - Decía uno de sus amigos, mostrando una imagen de una muchachita de su edad, cabellos pintados de rubio y quién vestía ropa descarada, mostrando a la fuerza sus pocos pechos y sacando la lengua como si se burlara de la persona que la veía.

_ ¿Cómo se llama? - Dijo otro del grupo.

_ Morelia ¿Por qué? ¿Me la quieres quitar?

Morelia, ese nombre le sonaba a alguién que era una persona narcisita, soberbia, snob, petulante, molesta y creída. Pero, con hermoso cuerpo, una ventaja no satisfactoria.

Mayra caminaba de espaldas delante de ellos, mientras veía a su hermano.

_ Apuesto, que Ángel, aún no tiene a nadie que le pare bola. - Dijo otro.

"¡AH! como odiaba que hablaran de esa manera, con todas esas gergas que les hacían parecer idiotas".

_ No, no tengo. Tampoco espero a una. Tal vez con el tiempo encuentre a alguién. - dijo medio avergonzado.

Su hermano, si tenía los pies en la tierra, era un chico muy bueno, educado y con un vocabulario muy rebuscado, alguién muy inteligente. Pero, había veces en la que se transformaba y sacaba su lado más oscuro, detestaba eso y también detestaba que tenga como amigos a un grupo de idiotas. Esceptuando a Aldair.
Él era diferente del montón un diamante en bruto, muy tranquilo, apuesto, soñador, poeta, alguién quién no le importaba los problemas familiares y solo buscaba su propia felicidad. El amor imposible de Mayra, y nadie lo sabía, ni siquiera su hermano. Un día encontró su poema en la cesta de basura del patio, y quedó completamente embelezada por tanta delicadeza de su parte. Actualemente lo ha guardado en su diario y aquellas palabras la han mantenido reconfortada en tiempos en las que nadie la podía entender. Le gustaba andar de su mano y sentir que eran una pareja de enamorados, ante la mirada de sus compañeras de aula, quién se derretían por él y ella solo las veía y le sacaba la lengua, en señal de mofa.

Seguían caminando hacia la casa. Poco a poco los Malditos de Huaráz ya se habían separado para irse a descansar, estudiar o darse el tiempo para "jugar futbol" porque mañana será un nuevo comienzo de todo una vida. Ángel y ella, se quedaron solos, siguendo el camino al hogar.

_ ¿Ángel?

_ Dime. - La miró mientras seguían su camino.

_ ¿Dónde está Sayda?

_ Al parecer se quedó en la casa de una amiga para hacer una tarea. - Le regaló una sonrisa y miró al frente, para seguir caminando.

Su hermana, era un año menor que él, era una insoportable, odiosa y siempre la mostaba. Sin embargo, Ángel la defendía como si fuera su caballero sin armadura, su principe sin corcel y su éroe sin capa.

Aún con esos defectos, ella amaba a su hermana y quería convertirse en una cerebrito como sus dos hermanos mayores. Aunque por ahora le era imposible por su caso de Bullying en su salón.
Durante el transcurso del paso, las palabras del amigo de su hermano, le rondaban en la cabeza.

_ Ha.

"Descuida hermano, yo te encontraré a alguien que merezca la pena de tenerte. Que sea aceptada por la familia. Y que no sea como esas chicas fáciles como las que hay por cualquier parte" Pensó en su mente.

Mayra lo tomó del brazo, muy fuerte y se recargó un poco en él.

_ Pesas, monstruo. - Ese apodo le molestaba mucho. Así que antes de recargarse, se colgó en su brazo como si fuera un mono. Él de venganza, retiró los cabellos que tenía en su frente, acercó su mano y le dio fuertes lapeadas en esa pequeña frente que lucía pocos cabellos. Logrando que Mayra se soltara.

_ Aauu, duele Ángel. - Se quejó, tocándose la frente con ambas manos.

_ ¿Te dolió? - Se acercó procupado.

_ ¡No! me dio cosquillas. - Agregó sarcásticamente.

Mayra comenzó a seguirlo para hacerle cosquillas, no obstante Ángel era más veloz que ella. Corrieron como completos locos, en busca de diverción. Llegando agitados y agotados a casa.

Su hermano era la única persona que la hacía reír, jugar y la hacía feliz en cualquier momento de su vida. Sabía que su cariño era inseparable y Mayra lo quería y mucho, al igual que él a ella.

Afortunada, entre dos mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora