Capítulo 14: Encontrándonos otra vez

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En la tarde siguiente...

Hoy tenía que encontrarme con el abuelo de Daniel. Preparé mi almuerzo y me alisté.
Retirarme de la cafetería sería la mejor manera, espero que Lorena no se enfade conmigo. Aunque lo dudo mucho.

"Esa señora no te pagaba bien y lo sabes"
Si, pero me daba más de lo que me darían normalmente.
"Pero, no es suficiente para cubrir tus necesidades ¿Me equivoco?" 

Eso era cierto, la cantidad que me daba Lorena, era diminuta. Seguro, se aprovechaba de mí por ser joven y callada. Pero eso no volverá a pasar, tengo que luchar lo que merezco.

_ Tienes razón.

Mañana tendría que presentar mi carta de renuncia. Mi vida en el día a día no era tan pacífica al estar en el "Coffe and Love", pero era lo necesario para ser feliz. Extrañaría a María después esto y tal vez Lorena no quisiera verme en pintura.
El día había sido terrible, cada rincón de las calles eran húmedas, nubladas y el clima era frío. Era como si en ese momento interpretara una película de terror.
Salí de mi apartamento y llegué al paradero. Esperé por un plazo de corto tiempo, puesto que el auto del señor Emilio se estacionó frente de mi, el mismo auto que me causó un gran susto  la vez pasada.

_ ¿Señor? - Pregunté, mientras tocaba levemente la ventanilla del auto.

_ Hola, Jacqueline.

Bajó la ventanilla polarizada y me encontré con la hermosa ronriza de un muchacho.

_ Ho... ¿Daniel?

_ ¿Tiempo no?

Era verdad, desde el día del incidente que casualmente lo espié, no intercambiábamos palabra alguna, solo eran miradas de un período muy corto.

_ Solo han sido semanas.

_ Los más largos de la época.

_ Bueno ¿Me dejarás entrar?

_ Lo siento.

Abrió la puerta desde el interior, permitiéndome la entrada. Me acomodé a su lado, serré la puerta y este mandó a su chófer que partiéramos.

No se que esta tramando ese viejo verde, ¿Por qué tuvo que ser Jacqueline? ¿Por qué no contrató a otra? Jamás me atrevería a verla como sirvienta, ella es mi compañera de clases, no una empleada doméstica. "¿La habrá convencido por dinero? Eso debe ser".
Tengo un gran aprecio hacia ella, sería duro verla así. Pude notar que miraba por la ventanilla del auto en funcionamiento.

_ ¿Jacqueline? - Volteó la mirada para fijarse en la mía. - ¿Puedo preguntar algo?

_ Si, dime.

_ ¿Por qué aceptaste este trabajo?

Sabía que iba a preguntar eso, pero no pensé que fuera este momento.

_ Daniel, yo... no sé como decir esto.

_ Solo di la verdad.

_ Ok. - hice una pausa. - En este momento, tengo un grave problema con respecto al dinero.

_ ¿Y tu trabajo?

_ Trabajo medio tiempo, no es mucho lo que me dan mensualmente.

_ ¿Por qué no buscas otro?¿He visto muchos puestos disponibles?

_ ¿Tu crees que no lo he hecho? Los dueños no quieren empleados que trabajen medio tiempo, quieren tiempo completo. Y si había un trabajo, era mucho menos de lo que me dan en la cafetería. Ayer la dueña del apartamento casi me desaloja, si no fuera por el dinero que había ahorrado para mi examen de admisión, estaría durmiendo en la calle, ahora mismo.

_ Discúlpame, por el atrevimiento. - Desvié la mirada al frente. Soy un chico completamente idiota, no de vi ser tan sinvergüenza en hablar de ese modo.

_ Se que debes odiar que trabaje en tu casa, ¡Claro! es eso, que una persona pueda ser sirvienta y compañera al mismo tiempo, debe ser una locura. Pero entiende, es para ganarme la vida. Tal vez no lo comprendas, porque no lo has vívido.

_ Si, tienes razón, no lo he vívido, pero comprendo exactamente, se que no es fácil trabajar y estudiar, al principio habrás creído que es todo pan comido, pero no es así. Por eso he pedido disculpas.

_ No tienes nada que disculpar, yo excedí mis palabras.

Durante el trayecto, no hablamos de nada más. Aunque él no lo dijera, sabía de que por alguna razón no le agradaba la idea de que fuera mucama, se le notaba en la cara, valla que los hombres son malos mintiendo. Eso me hacía pensar que Daniel, no era tan bueno y amable como muchos pensaban. No quisiera descubrir más cosas malas sobre él y llevarme una gran realidad. Prefiero tener la expectativa en mi consciencia.
Apenas llegamos a la inmensa mansión, si mansión, era tan inmenso que podía caber todo un colegio completo. Baje del auto y Daniel hizo lo mismo, en la entrada se hallaban sirvientas sirvientas que hicieron una reverencia, inclinándose levemente asía delante.

_ Sean bienvenidos. - Hablaron en coro. Yo hice una leve reverencia, pero, Daniel hizo caso omiso al saludo.

_ ¿Mi abuelo se encuentra en casa? - Habló sin preambulos.

_ Joven, en este momento acaba de ir a al departamento de justicia a visitar a su padre. - Dijo una de ellas.

_ En ese caso, díganle a mi madre que iré a visitar a Morelia. - Sin más, partió apresuradamente.

"¿No se cansa de verla todos los días en la clase?"

_ No desea ir mejor en el auto, ¿señor? - Hablo otra.

_ No es necesario, iré caminando, gracias de todos modos.

Solo en segundos, su figura desapareció de mi vista.

"Genial, estoy sola, no conozco a nadie y no sé que tengo que hacer" Me giré para ver a las sirvientas, pero solo encontré a una, que había hablado con anterioridad.

_ Adelante, te esta esperando.

_ ¿Quién? - No alcanzo a decirme nada, decidí callarme y seguirla.

Si en el interior era una belleza, en el exterior, era una obra de arte. Creo que con esas palabras era suficiente para hacerse la idea. Lo que más me llamaba la atención eran los cuadros, que contenían pinturas de paisajes, flores o figuras abstractas. ¡WOO! era más que obvio reafirmar mi hipótesis, Daniel pertenecía a una familia muy adinerada, sin embargo, aún no entiendo como es que esta estudiando en una preparatoria como la mía, es un gran misterio.

Afortunada, entre dos mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora