La joven de ocho cumplidos veranos dicidió sentar cabeza, muy interesada en un buen partido para su adolescente hermano. Estaba completamente decidida en buscar a la cenicienta más amable, dulce, respetuosa, alegre, soñadora y dispuesta a luchar por lo que merece, de toda la ciudad, aunque para una niña sería completamente difícil, tenía que encontrarlo a como de lugar y ser la mejor casamentera para el chico de su vida. Durante un par de horas, se sumergió en Google, buscando a chicas que llegaran a su espectativa, horas en citas en línea, en redes, pero, lo único que salía eran modelos en ropa de baño. Esas chicas si que no tenían ni la pisca de lo que buscaba, se reflejaban en sus rostros que eran de poco cerebro y más implantes, cosa que ella odiaba en este mundo sexysta.
De tanto buscar, se rindió, echando su cabeza atrás de la silla con el rostro de frustración por los suelos. No había nadie convincente, absolutamente nadie de ser capaz de obtener el papel de la joven ideal. Hasta que cierta idea malévola se le cruzó en esa pequeña cabeza de 8 años."¿POR QUÉ BUSCAR A ALGUIÉN QUE TE CONVENZA, SI PUEDES HACER A ALGUIÉN CONVINCENTE?"
Tienes razón Mayu.Tomó una hoja blanca y un lápiz 2B de la mochila de Ángel y comenzó a hacer sus trazos, como toda una arquitecta profesional, a dibujar a aquella persona que tal vez mamá amaría y se vuelva amiga de Sayda, para que la dejara en paz. Línea tras línea, con lo poco que sabía de dibujar hacía su mejor esfuerzo. Al acabar, en un lado del dibujo escribió, datos importante del personaje de grafito en el papel.
_ mmm... - Tocó su mentón con la punta del lápiz. - Tiene doce años de edad, 1.47 de estatura, pesa 53 Kg, trabaja, estudia, tiene unos grandes y oscuros ojos como la noche, sus cabellos son castaños, lacios y cedosos, es un poco tímida, muy amable, graciosa, buena con los niños e inteligente.
El retrato, le había salido como ella lo esperaba, era muy bueno, que tal vez sería partícipe del campionato nacional de dibujo y pintura del país, sonrío por su buen trabajo. Inmediatamente lo guardó en su mochila color rosa y negro de las Monster High y esperó con ancias hasta mañana para poder mostrárselo a los amigos de su hermano y a Aldair. Estaba más que segura que después de esto, sus amigos tendrían envidia y nunca más lo molestarían con las chicas.
_ Mañana lo mostraré. - Dijo entre murmullos notorios, antes de meterse a la cama.
_ ¡Cállate Mayra! Ya ve a dormir y no jodas ¡Apaga la luz! - Dijo su herma mayor, con los ojos medio abiertos tratando de envolverse entre las sábanas, como una oruga.
_ Pero... Sayda. - Dijo temblando de miedo, y sacudiendola levemente para que lo hiciera por ella.
Una de las cosas que más temía la joven artísta, era la oscuridad, como a cualquier otro niño, un miedo que tal vez con el tiempo pueda desaparecer, pero por ahora se había intensificado después de ver la película del Payaso ascesino. Por otro lado, su hermana lo sabía, pero actuaba como si no le tomara importancia, dejándo que Mayra pueda resolver sus propios probemas para madurar.
AL DÍA SIGUIENTE...
Se levantó temprano para ir a la escuela, hacía frío como para no tener que despegarse de la cama. Sin embargo, sus ánimos y entusiasmo, eran el motor perfecto para ir saltando de puntillas al colegio, ignorando las malas vibras de su hermana menor.
_ ¡Sayda despierta! ¡Se nos hace tarde! - Gritaba mientras tiraba de las sábanas y sacudía su cabello recién lavado para que las gotas de agua cayeran en el rostro de su hermana.
_ ¡Mayra! ¡No hagas eso! ¡Carajo, ya voy! - Quitó su sábanas de encima.
Por otra parte Ángel ya estaba tomando su desayuno en la mesa y observando el noticiero de las mañanas y mirando las graves catástrofes que causaba el ser humano por su completa ignorancia; Mayra lo hacía caminando por la casa buscando sus cosas, su moñera, su cinta y su cepillo de cabello, mientras Sayda, ya cambiada, se sentaba a acompañar a su hermano en el desayuno matutino, como dos completos extraños.
_ Ángel... ¿Puedes ayudarme a sujetar el cabello? - La bolita del pili había girado en torno a su cabello y golpeado su dedo índice de la niña. - ¡Au! - Cualquiera de su edad ya sabían hacerse un moño tan fácilmente como amarrarse unos pasadores, pero, para ella le era todo un desafío. Devido a sus manos torpes.
Ángel sonrió levemente, y asintió con la suplica de su pequeño monstruo.
_ Claro, ven siéntate. - Sin decir más, tomó asiento en su silla del desayuno y esperó hasta que su hermano terminara con el moño, casi perfecto.
_ Si que tienes unos cabellos rebeldes. - Habló entre risas, como peluquero en un spa.
_ ¿Puedes apurarte?
_ Ya voy, que genio. - Cerró con la cinta celeste.
(7:12 am)
Aún sobraba tiempo, para llegar a pasos lentos y evitar una mugredad en la camisa celeste y la piel pegajosa por el sudor.
_ ¡Nos vemos! - Gritaron los tres hermanos, antes de salir de casa.
A Mayra, le gustaba ir de la mano de su modelo a seguir como también de su amor platónico, estar a su lado y sentirse más fuerte para iniciar el día. La mochila le pesaba y hacía que accidentalmente se levantara su falda de tres dedos bajo la rodilla, Ángel de inmediato, tomó su mochila y siguió su camino como todo buen hijo que está al pendiente de sus hermanas.
La puerta estaba ya cerrada poco después del ingreso triunfal de los hermanos más conocidos por toda la institución, Ángel y Sayda. Mayra solo era la niña conocida como Saydita pequeña o hermanita de Ángel, la habían etiquetado así y la ventaja de mérito siempre se lo llevaba a pesar de ser la persona con las mismas capacidades intelectuales de los demás, con el tiempo la envidia surgió y los comentarios ofencivos la atormentaban. Ser la pequeña favorita de los profesores era muy complicado, y peor aún, con toda la población estudiantil en su contra, era más atormentante que perderce en un orfanato de pesadillas en plena oscuridad.Los hermanos tomaron rumbos diferentes, para ingresar a sus aulas. Mayra estaba emocionada de poder mostrar el dibujo en la hora de salida y demostrar que ella también posee el talento suficiente para ser digna de estar en el stand de los jóvenes mérito, de que dejaran de tratarla como su fuera dama de la corte, solo para recibir el respeto que se merece. Ya no veía el momento de que su hermano la felicitara por el bello detalle.
ESTÁS LEYENDO
Afortunada, entre dos mundos.
Teen FictionUna joven, divertida ("aunque no lo demuestre") y valiente estudiante de 18 años. Llamada Jacqueline, tiene que luchar... no con monstruos o villanos, si no con la cruda realidad de su vida y persistir arduamente para ella misma. Por otro lado, Mayr...