No pude dormir, pensando en lo que había ocurrido ayer en la tarde.
En la hora del receso, me encontraba en el salón de clases, resolviendo unos cuantos problemas de trigonometría, "otra de mis miles de pesadillas".
Mañana por fin tendré descanzo, igual que todo el mundo, pues era feriado.
Por esa misma razón le echaré muchas ganas a este día.
"¡Si se puede!" me animé y dije casi susurrando ¡fithing!"A quién engaño, no entiendo nada" Rascaba mi cabeza con descepción, los números se me cruzaban, apesar de llevar fórmula. Estaba apunto de tirar la toalla cuando...
_ ¡Jacqueline! - Gritó la sicótica de Morelia.
Levemente giré la cabeza para mirarla. Su caminar era muy furioso y brúsco, ocultandolo con una sonriza forzosa. "No sé, hasta que grado de hipócrita puede llegar a ser..."
_ ¿Si? - No expresé ni un solo gesto, no iba a dejar que eso me asuste.
_ Solo quería saber que hiciste ayer en la tarde... ¿Si se puede saber?
_ ¿Porqué tan pendiente de mi?
_ Simple curiosidad. - Dijo encojiendo los hombros.
No podía contarle a nadie, sobre mi trabajo de medio tiempo, además, no soy de las personas que les gusta hablar mucho sobre su vida. Suficiente con que lo sepa Daniel.
_ No hize nada, fuí a mi casa a descanzar y a repazar para los exámenes. - Mentí.
Cambió su cara de felicidad forzada y soltó un suspiro, mirando al suelo.
_ Quería ser pasiente contigo, pero no puedo. Así que iré al grano. - Puso su mano ensíma de mi cuaderno con toda su fuerza, haciendome saltar del susto. - Un pajarito me dijo que ayer, tú y mi novio, osea Daniel. Estaban paseando juntos, dandose cariñitos y miradas tiernas.
"¿Qué? ¿Acaso ella estaba espiando a Daniel? Eso si que da miedo"
Respiré profundo, medité por unos momentos que a Morelia le aprecía eternos. Pensé en las palabras que su novio, causa de la molestia de la joven idiotisada, dijo en nuestro paseo por las calles nocturnas. Tenía que dejar atrás a la Jacqueline que estaba en falta, la gallina medrosa. Esta era la última vez que ella vería la luz del día.
_ Oye ¿Estás drogada?
_ ¡Porque me dices eso!... ¿he? - Puso su mirada destellosa de rabia sobre mi.
No podía soportarlo así que me levante de mi asiento sin perder su mirada, rebelandome ante mi antigua actitud reservada.
_ Entonces ¿Cómo me explícas que hablaste con los pajaritos?
Eso le tocó
¡Toma!_ ¿Tratas de tomarme el pelo? - Preguntó áspera.
_ No pretendo eso. Solo lo digo, por que quiero.
_ Escucha, mosquita muerta, quiero hacerte recordar algo ¿si? - Me quede quieta sin hacer un solo movimiento. - Daniel es mi novio ¿Escuchaste? ¡mío! Así que no te metas entre nosotros, porque la que sobra y sale perdiendo, eres tú, querida.
Tenía tantas ganas de tapar esa boca, con una cinta de embalaje super fuerte, hubiera sido un estupendo comercial.
_ Escuchame pituquita, tengo un nombre ¿Okey?¡Ah! Y para que sepas, no pretendo meterme en una relación.
_ Bueno, como tu digas... Zorra. - Aquella última palabra, lo susurró. Pero fue lo bastante audible, para sacarme de mis cacasillas. Fuí hacia ella y le tomé de las extenciones, la estremecí por todas partes del aula solitaria. Ella sin quedarse atrás hizo lo mismo, ambas gritabamos de dolor. De pronto, siento el empujón fuerte de ella y caigo al suelo de trasero, cuando me doy cuenta, tenía mechomes de cabello en mis manos.
_ ¡Auhhh! - grité adolorida.
_ ¡Estúpida, mi cabello! - Dijo Morelia, con el semblante rojo de ira acumulada.
_ Tú me empujaste. - Decía sovandome la parte de mi cuerpo que impactó en el suelo, incorporandome de pie.
_ ¡Eres una maldita! - Miró en una carpeta unas tijeras tentadoras, a punto de cortar cualquier cosa.
"¡Esta loca va a matarme!" Ya veía el macabro final de mi vida, con los titulares de: PSICOPATA NOVIA ASCESINA A ESTUDIANTE POR CELOS o ESTUDIANTE ES ASCUCHILLADA CON UNAS TIJERAS. Ya miraba mi cuerpo en las carpetas del aula cual trapo viejo y los investigadores del crímen cubriendome cual saco de patatas.
La joven se acercó a mi, dándome un tremendo golpe en la mejilla, muy cerca de los labios. Tomó mi cabello y cortó un mechón considerable, intenté detenerla, pero era muy tarde para mi cabello. Sentía la cara completamente adolorida. A continuación, deja caer las tijeras, me agarra del cuello, clava sus uñas en él, cierra el puño con la mano que tiene libre, para darme otro golpe, pero esta vez en dirección a mi ojo. Tenía que aceptarlo, ella era mucho más fuerte que yo.Cuando creí que el destino de mi ojo estaba perdido, alguien abre la puerta, dejándo consternada a Morelia. Era Daniel, mi salvación del mal, que quedó completamente perplejo por la escena de guerra.
_ ¡Morelia, que haces! ¡suéltala! - Corrió a mí auxilio y me arrebató de las manos iracundas de Morelia, para estar en las de él.
_ Daniel, yo... - Morelia cambió el tono de su voz, como una niña que estaba a punto de decir la verdad sobre las últimas tartaletas de fresa sobre la mesa, las cuales serían para su hermana.
_ Hablaremos de esto después ¡¿Te quedó claro?! - La interrumpió.
Ambos salímos del salón. Al llegar al pasillo, pude oír los gritos enfurecidos y rabia de esa chica. Sentía cierta culpabilidad, es verdad, gran parte era culpa mía, por provocarla, por no decír la verdad... Que... simplemente, él me acompañó en la mitad del recorrido a casa. "Como un buen amigo"
"Acaso lo considero como un... ¿Amigo?"
No, tal vez estoy confundiendo las cosas, por el echo de que es amable y generoso conmigo, pretendiendo ser la voz de los que no lo tienen. Era antisocial e insegura desde pequeña, un bicho raro en la escuela del cual nadie quería sentarse a mi lado en la hora del almuerzo o realizar trabajos grupales. Pero tengo la certeza que si Daniel llegase a ser mi amigo, dendría una hermosa esperanza de que este mundo no es tan aburrido como pensaba y que los colores surgirán en todo este gris. Sueño que algún día podamos ver maratones de peliculas de terror, compartir los almuerzos, jugar ajedrez, converzar de cosas absurdas, hacer estupideces como tratar de bailar Go Go o correr al estilo Naruto, y sobre todo sueño que algún día pueda decir libremente: DANIEL ES EL MEJOR AMIGO DEL MUNDO.
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Afortunada, entre dos mundos.
Novela JuvenilUna joven, divertida ("aunque no lo demuestre") y valiente estudiante de 18 años. Llamada Jacqueline, tiene que luchar... no con monstruos o villanos, si no con la cruda realidad de su vida y persistir arduamente para ella misma. Por otro lado, Mayr...