Afortunada, entre dos mundos.

Capítulo 8: Soñando despierta

_ ¿Jacqueline? - dijo Daniel extrañado.

"Dulces galletas con chispita"
quería meter la cabeza en la Tierra como un avestruz. Acabo de quedar como una chismosa.

_ Pe-perdón...heeee... y-yo... vi-vine... por... mi monedero. - Estuve en una posición muy poco inusual, de rodillas y de manos en el suelo. Mi cuerpo y mi mente no proporcionaban el valor para levantar la cabeza, tenía esa sensación que creí haber superado, "Impotencia y miedo" ¿Por qué sentí esto? Es absurdo, soy absurda.

_ Lo siento alumna ¿Qué buscabas? - habló Erick cómodamente como si no se sintiera sorprendido por mi inesperanda aparición.

_ M-mi mo-monedero.

El aula estaba en silencio, solo estaba acompañada de mis sollozos no muy notorios y de unos pasos lentos a dirección mía. De repente una mano amiga me sujeto del brazo para ponerme de pie.

_ Tu no sabes y no escuchaste nada ¿ok? - Susurró en mi oído, al cuál reconocí la voz sin necesitar mirarlo.

_ S-si. - Asentí, me temblaba las manos inconsientemente.

¿Fue una amenaza una advertencia?.

Su sonrisa tierna, no tenía ningún rastro de sorpresa. "Solo esta aparentando, que bien actúa".

_ Ten, tu monedero. - Dijo entregándomelo, luego, tomó su maletín negro y retirándose del lugar soltó. - ¡Ha! no olviden estudiar duro, nos vemos.

Me quedé paralizada, horrorizada, pasmada y aún con los ojos cristalizados. Me había olvidado por unos momentos que Daniel se hallaba detrás de mí y que de seguro estaba igual que yo. En ese momento tuve dos opciones:

1) Mirarlo a los ojos y cogotearlo, desmayarlo para luego salir corriendo.
2) Disculparme por espiarlos.

La número uno era damaciado tentadora. Pero, la descarté "¿Acaso estoy loca? Cómo se me ocurriría cogotearlo, obviamente que tiene más fuerza que yo, si hasta Morelia pudo conmigo imagina Daniel". Sería mejor disculparme.

_ Lo... siento, no... era mi inten... - Oculté mi cabeza al suelo, sumamente avergonzada.

_ Lo sé. - Me interrumpió.

_ ¿Qué? - Hablé con un poco de dificultad y con un hilo de voz.

_ Descuida, solo fue un accidente. - Sujetó su mochila y salió sin esperar a que pronunciara una palabra.

"Debe estar muy molesto por mi, y Erick"

_ Gra-gracias. - Había desaparecido del aula. - Daniel.

Me sentía más que mal por entrometerme, las ancias y el remordimento no saldrían de mi cabeza hasta aclarar completamente las cosas. Tenía que hablar con Daniel, como de lugar.
Corrí hasta el pasillo en su búsqueda. Nada. Fuí a la primera planta. Nada. Lo divisé en el momento que subió en su sorprendente camioneta KIA SPORTAGE color blanco, totalmente bellísimo. Grité su nombre como una estúpida fan enamorada, por otro lado, el muchacho ojos miel detuvo su vehículo y  me miró anonado.

_ ¿Qué sucede?

_ Ehh... - "Vamos dí algo" - Estaba... pensando... que si, serías tan amable de... ¿Llevarme a mi trabajo?

"Eso no era parte del plan"
Silencio.

_ Claro. Sube.

"¿Qué haces? Si Morelia se entera de esto, creéme que nada bueno saldrá"
Lo sé, como lo echo a perder todo.
"Concuerdo contigo"
Conciencia, no ayudas en nada.