Sangre Fría | SUPERNATURAL

17- Reencuentro

Busco mi teléfono mientras comienza a vibrar repetidamente, en algún lugar perdido en las almohadas debajo de mi cabeza. Finalmente, deslizo mi dedo instintivamente por la pantalla, mis ojos todavía cerrados. 

—¿Sí?—Pregunto, todavía no completamente despierta. 

—Hola, bebé—Dice una voz ronca familiar.

Hay estática después de sus palabras. Mi corazón comienza a latir con fuerza, y por una fracción de segundo me pregunto si me estoy imaginando esto. Mis ojos se abren mientras intento responder, esperando desesperadamente no estar soñando. Pero por supuesto que sí. Claro que lo estaba. De repente, escucho un sonido vibrante debajo de mi cabeza, tirando de mi  hacia la realidad. Mi mano comienza a buscar debajo de las almohadas como lo había hecho en mi breve sueño, y agarré mi teléfono, abriendo un ojo para responderlo. 

—¿Hm?—Pregunto, todavía agotada. Cierro los ojos otra vez, relajándome contra las mantas de nuevo. 

—Hola—Escucho la voz de Sam—¿Que esta pasando?—Puse una almohada sobre mi cabeza, queriendo quedarme dormida para siempre.

—Shhh—Le dije, escuchando a Kailey moverse a mi lado—Duerme—Escucho mi eco en la otra línea—Quita el altavoz, estúpido—Sam comienza a reírse. 

—Te das cuenta de que es casi la una, ¿verdad? ¿desde cuándo duermes?—Mis ojos se abren. Sam bien, casi nunca duermo. Especialmente tan tarde. Miro alrededor de la habitación brillante, mis ojos se sienten pesados. 

—¿Por qué llamaste?—Respondo su pregunta con una mía.

—Solo estoy registrando. Me preocupé cuando no respondiste el primer par de veces—Subo las escaleras y trepo por el agujero. Mi cuerpo se siente tan agotado. 

—Ya veo—Le dije, saliendo por la puerta de atrás. Dejé escapar un fuerte bostezo—Todavía no hay señales de Abaddon ¿De verdad creen que ella está aquí?

—¿Quien?—Sam parece estar distraído por algo. Frunzo el ceño, mirando el suelo cubierto de nieve. 

—¿Estás bien, Sam?

—Sí—Responde demasiado rápido, y puedo escuchar el cambio en su tono. 

—Uh-huh—Le dije, balanceando mis piernas hacia adelante y hacia atrás—Bueno, si no encuentro ninguna señal de ella esta noche, me iré a casa—Kailey y su familia no estarán contentos con eso.

 —No—Sam comienza a protestar, haciéndome fruncir el ceño una vez más—No, deberías quedarte un poco más. 

—Estoy empezando a pensar que todo esto fue una manera de hacerme tomar un descanso—Lo acuso, levantando las cejas. 

—No, no es así, Hails—Sam comienza a tartamudear—Creo que deberías valorar a las personas que están en tu vida mientras puedas. Lo que significa que debes disfrutar del tiempo que tienes con tus amigos mientras aún tienes tiempo—Él finalmente dice. Dejé escapar un suspiro, asintiendo aunque él no podía verme. 

—Entiendo eso, Sam. Pero la única razón por la que estoy aquí es para alejar a Abaddon. Ahora que lo pienso, estar en la casa de Kailey la está poniendo en más peligro de lo que ya estaba. Sam, de verdad, ¿estás bien? Has estado actuando raro desde la noche anterior—Me meto la mano libre en el bolsillo cuando comienzo a sentir frío. Él no responde por un par de segundos.