Agarro las mantas tan apretadas que mis dedos se sienten como si estuvieran rotos. Las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas. Ojalá pudiera dejar de llorar. Todo es tan malditamente confuso. Todo todavía se siente como un sueño. Sé que dijo que volvería, pero ¿quién sabe cuánto tiempo llevará? Soy un desastre. Sammy es un desastre mayor. Sé que echa de menos a Dean, pero no buscará ninguna forma de traerlo de vuelta. Cada vez que pregunto, me corta con un "Lo muerto debe quedarse muerto". ¿Cómo podría decir eso? Quiero decir, es su hermano. ¿Cómo podría él no querer buscar un camino? En el funeral de Dean, éramos solo Sam y yo. Lo ayudé a cavar hasta que me dolieron los brazos y la espalda, pero nunca me quejé. No hablamos hasta que Dean fue enterrado seis pies bajo tierra. Sam levantó una botella de Jack Daniels y vertió un poco sobre la tumba de Dean antes de tomar un trago grande. Luego me lo pasó. Odio el Jack Daniels, pero sostuve esa botella en alto en el aire frente a mí, en memoria de Dean. Y me tragué el terrible sabor con los ojos cerrados y la cabeza echada hacia atrás.
—Estúpida mierda—Silbo hacia las paredes. Estoy medio hablando de Dean, medio hablando de mí misma.
Estoy en la habitación de Dean, enredada en sus mantas. Su colonia todavía inunda la habitación. Aún puedo oler su champú en la almohada. Duele estar aquí, pero no puedo permanecer lejos. No puedo dormir en mi propia habitación. La mayoría de las noches no duermo en absoluto.
—¿Cómo pudiste dejarnos aquí solos?—Estoy enojada. Tan malditamente enojada. Enojada con Sam, enojada con Dean, pero sobre todo, enojada conmigo misma—Te extraño. Más de lo que debería. Sam también te echa de menos. Mucho. Sé que lo hace—Lágrimas frescas y cálidas corren por mi rostro otra vez. Las limpio enojada.
Puedo escuchar el vidrio rompiéndose débilmente. Tiro las sábanas, casi corriendo fuera de la habitación. Sam está despierto. Lo encuentro en la cocina, con una botella de Jack Daniels en la mano. No se ha afeitado desde la noche en que le dispararon a Dean. Cuando enterramos a Dean, le supliqué a Sam que no quemara su cuerpo. Le dije, Dean prometió encontrar un camino de regreso. Estoy manteniendo esa promesa en su contra. No creo que Sam alguna vez haya tenido la intención de quemar el cuerpo de su hermano, pero de todos modos le supliqué. Lo enterramos cerca de aquí, en una hermosa y limpia franja de tierra. Lo visito cada vez que tengo oportunidad. Sobre todo cuando Sam está durmiendo. Sam se mueve hacia lo que me gusta llamar el comedor. Pero en realidad, es solo una habitación con una mesa. Él tira cosas de la mesa, derriba las sillas. Todo es un objetivo para su ira. Pasamos por esto casi todos los días.—Sam—Dije con calma, mirando al hombre aún borracho en frente de mí. Gira hacia mí, casi tropezando con sus pies. Puedo verlo relajarse un poco. Suavemente tomo la botella de su mano y la pongo sobre la mesa. Lo agarro del brazo y lo llevo hacia su habitación.
—No—dice, comenzando a alejarse de mí—Me mandas demasiado.
Vuelve por la botella, y mi pecho se siente como si tuviera un peso de mil puntos encima de él. Duele ver a Sam así. Nunca ha sido un bebedor, no es así. Al menos, no lo he visto beber así en los meses que lo conozco. Siempre fue Dean quien actuó como el alcohólico. Lo detengo, trato de tomar su rostro por su barbilla. Mantengo mi agarre fuerte.
—Escúchame—Le digo, mi voz es fuerte, pero las lágrimas se juntan en mis ojos. Lo acerco más a mí—Este comportamiento. No está bien. Sé que lo extrañas. Lo extraño también, ¡pero se supone que me debes cuidar! ¡Maldita sea, ni siquiera puedo soportar la idea de seguir!—Estoy tan destrozada que no puedo soportar la idea de seguir. Pero tengo que. Por Sammy. Porque Dean prometió que regresaría.
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Sangre Fría | SUPERNATURAL
Fiksi Penggemar❝Llega el momento en que tus demonios te piden un infierno más grande❝ |Saga| Sangre Fría|En Procesó Corazón Frío|Próximamente Oscuridad Fría|Próximamente Almas Frías|Próximamente Hermosa portada echa por: IWillBeOLLG