33- Misión completa

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Los cuatro nos quedamos en Moberly por un par de días hasta que Lily y Aiden estuvieran de vuelta en casa. Nos quedamos con Kara, hasta que decidimos que era hora de volver a la carretera y comenzar a buscar nuestra próxima cacería. Que, por casualidad, estaba en algún lugar de Minnesota en una escuela secundaria. Hurra. Y aquí vamos repitiendo mi último año una tercera vez. Kailey tampoco está feliz con eso, especialmente porque casi ha estado tan enferma como yo. Ojalá Charlie estuviera aquí con nosotras, sería muy divertido. Quiero que Kailey la vea, pero los chicos y yo no hemos sabido nada de ella desde que fue a Oz. La próxima vez que la vea, la mataré por eso. Si alguna vez tengo la oportunidad. Después de quedarme con Kara por segunda vez desde que llevé a Kailey conmigo al búnker, finalmente decidió que era hora de llevarse a Zora con nosotros. Sam trató de razonar con ella, diciéndole que no había nadie para alimentarla o cambiar su camada cuando salgamos a cazar y Dean le dijo que no. Pero, ella dijo que Cas podría cuidarla y que es su gato, así que realmente no tienen voz. Eso seguramente los cerró a los dos muy rápido, lo que me divirtió mucho. Al escuchar que todos discutimos sobre Zora, Kara hizo el comentario de que ella no entiende por qué todos tenemos que vivir juntos. Pero, ¿cómo no podríamos vivir el uno con el otro? Pero, al final, Kailey había ganado y comenzó a cargar las cosas del gato en el Impala. Dean estornudó todo el camino a casa.

—Hailey—La voz de Sam me saca de mis pensamientos. No me había dado cuenta de que estaba mirando al vacío otra vez.


Estoy tan cansada en este momento. Hay un sonido ensordecedor en mis oídos, haciéndome sentir incómoda por el repentino silencio en la habitación. Estamos sentados a la mesa, desayunando. Supongo que, en algún momento en medio de tratar de comer mi comida, me fui.


—¿Oíste una palabra de lo que hemos estado diciendo?—Sam me mira con cuestionamiento.


—Sí—Miento, comiendo mis panqueques con mi tenedor.


No me siento enferma ni nada por el estilo. Y eso es una ventaja. Pero, no tengo apetito. Quiero decir, algunos días quiero comer todo a la vista y otros solo quiero vomitar al oler lo que sea que esté cocinado. Cuando Dean finalmente se dio cuenta, le dije que tenía gripe. Pero, solo puedes contraer la gripe por cierto tiempo, y definitivamente esto no es gripe.

—Tal vez solo puedas recordarme un poco de lo que estabas diciendo. Ya sabes, solo para asegurarme—Sam soltó un corto ja, antes de poner los ojos en blanco por mi comentario.


—Dije, tú y Kailey conducirán su automóvil a Minnesota.

—Oh, bueno, pensé que sí—Respondo. Solo tiene sentido que tomemos el auto de Kailey. Quiero decir, ¿qué senior actualmente no tiene auto? Muy pocos, estoy segura.

—Pero—Dean se une a nuestra conversación, comiendo como si no hubiera un mañana en su tercer panqueque—Conseguí un puesto allí como profesor de gimnasia—Él sonríe orgulloso, haciéndome levantar las cejas divertida.

—Oh, ¿así que tienes que relajarte y ordenar a los chicos mientras Hails y yo tenemos que volver a ese infierno llamado escuela y Sam consigue hacer toda la investigación?—Kailey exclama, haciéndome querer golpear mi cabeza contra la mesa—No lo haré—Dean resopla ante esto.

—Diablos si lo harás—Le digo, habiendo visto esto desde el principio—Si tengo que hacer esto, tienes que hacerlo conmigo—Tenemos una pequeña mirada. Si Kailey no hace esto, yo no lo haré. Lo que hará enojar a Dean tanto que me hará enojar y Kailey se enojará y se frustrará con todo esto. Ella solo tiene que hacer esto conmigo.


Sangre Fría | SUPERNATURALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora