Sangre Fría | SUPERNATURAL

29- Desapariciones

—¿Qué es exactamente lo que estamos buscando?—Kailey gruñe a mi lado, tomando un sorbo de su bebida.

Las dos estamos tratando de demostrar a los chicos que podemos encontrar casos tanto como ellos pueden. Hablando de los chicos, están de en el motel esperándonos para llevarles algo de comida. Acabábamos de terminar una cacería de un Kitsune. Son unos malditos hijos de puta, ni siquiera bromeo. Muerdo el sorbete de mi propia bebida, haciendo clic en un enlace, esperando a que se cargue la página web.

—Todo lo que suene extraño—Respondo, comenzando a leer el artículo. Frunzo el ceño por mis adentros, descubriendo que estoy leyendo acerca de un posible secuestro y asesinato de una niña no mayor de siete u ocho años. Trago saliva, no estoy segura si quiero seguir leyendo, pero lo hago de todos modos—Tengo uno—Le digo a Kailey cuando termine de leer, sintiendo que se me revuelve el estómago con náuseas repentinas. No puedo decir si es por lo que acabo de leer o por la hamburguesa que acabo de comer.

—¿En serio? ¿Qué es?—Ella comienza a ponerse el cinturón de seguridad y poniendo la llave en el contacto.

—Te lo contaré todo en el motel.

○○○

—Roebuck, Birmingham, Alabama. Una niña de siete años fue sacada de su casa hace dos noches. Tanto sus padres como la policía dijeron que todas las puertas y ventanas estaban cerradas con llave y que no había señales de entrada forzada.

—Entonces, ¿la parte extraña?—Pregunta Sam, haciéndome pasar una mano por mi largo cabello rubio.

—Bueno, aparentemente encontraron un conejito muerto en la habitación, bastante destrozado y en la pared detrás de su cama, el artículo decía que habían escrito con sangre "gracias por visitarme, Amanda. Jesus te ama" y una cruz dibujada a mano en el medio. Uh, Amanda es la niña que fue tomada. Pero, lo juro, he leído algo sobre creepypasta en esto.

—¿Creepypasta?—Dean pregunta con las cejas levantadas y niega con la cabeza—No importa. Entonces, ¿crees que algún psicópata está recreando lo que lees?—Me encogí de hombros, sin recordar realmente todo lo que había leído.

—Es posible, supongo. Deberíamos al menos echarle un vistazo.

Estaba planeando encontrar la historia de todos modos, así que podría tratar de armarla con el artículo de las noticias. No solo encuentro la historia, también encuentro un audio sobre la historia. Le doy a Sam el enlace de la historia antes de reproducir el audio.

—Nuh uh—Dice Kailey, examinando la foto en blanco y negro de una persona con un vestido que lleva una falsa cabeza de conejo sentada en una silla—No te atrevas a reproducir ese video.

Pero, lo hago de todos modos, a pesar de su advertencia y la imagen de culo espeluznante. El video comienza con lo que parece ser estático alrededor de la persona, una voz de mujer monótona hablando de inmediato, haciendo que Kailey y yo saltemos. Le echo un vistazo a Sam y a Dean, que ahora también están prestando atención al video.

"Durante ese verano, algunos residentes de la ciudad de Roebuck alertaron a las autoridades sobre la presencia de un remolque oxidado y en descomposición ubicado en las afueras de la ciudad, a pocos metros de una pequeña zona residencial. Ocasionalmente, se escuchaban gritos y gemidos provenientes del interior del remolque aparentemente abandonado durante las últimas horas de la tarde, la mayoría de los residentes del pequeño vecindario lo confundían con niños jugando; hasta que un día, una anciana que vivía sola en una de esas casas se volvió paranoica ante los ruidos molestos y llamó a la policía. Cuando llegaron, las autoridades comenzaron a buscar rápidamente en el pequeño remolque. A primera vista, parecía estar desierto. Los únicos muebles que se encontraron en el interior eran una silla plegable de metal ligeramente oxidada, un sofá de diseño floral que tenía un fuerte olor a moho y una mesa de patio sorprendentemente nueva. Para el desconcierto de los escuadrones de la policía, no parecía haber nada sospechoso dentro del tráiler. Sin embargo, no fue lo mismo para el pequeño espacio debajo de él. Debajo de un montículo de tierra mal cubierto, un pequeño maletín fue excavado en la parte inferior del viejo remolque. En su interior, las autoridades descubrieron catorce cintas de VHS sin etiquetas ni pegatinas. El contenido de las cintas era casi exactamente el mismo, pero todos tenían personas diferentes en ellos. Todas las cintas comenzaron de la misma manera, un desvanecimiento inmediato de negro que reveló a una niña pequeña atada a la misma silla de metal que se encontró en el remolque. Todos los niños parecían tener la misma expresión de terror en sus rostros cuando el hombre de la cámara comenzó a centrarse en ellos, sus ojos eran rojos y hundidos. A pesar de la cinta adhesiva negra colocada sobre la boca, todos ellos podrían ser escuchado llorando"