Mi (loco) amor de verano (En pausa)

Cap 2 Ángel?

Al otro día nos levantamos temprano y partimos al supermercado a comprar cosas para la casa, iba a pasar casi todo el verano en casa de Tiare, como siempre, ya que mis padres llegaban dentro de 1 mes y como dije anteriormente no me gustaba estar en casa sola.

Ya estábamos en el supermercado escogiendo las cervezas que llevaríamos…

-Amiga llevamos de estas? –pregunto Tiare, levantando una que tenía 6 cervezas.

-Por Dios, amiga si esa te la tomas sola, mejor compra la de 24 que nos durará más –dije riendo.

-Ok.

Llevábamos algo de comida, verduras, entre otras cosas.

-Hoy quiero bañarme toda la tarde en la playa así que nada de dormir siesta! –me dijo Tiare.

Ahh esa es otra cosa que olvidaba, AMO DORMIR! Si pudiera casarme con una cama claro que lo haría!

-Okeeeeeeeeeeey –dije de mala gana –Ni siquiera una horita?

-Nop –me dijo Tiare y a la vez negaba con el dedo –Anda que el verano es muy corto!

Mi amiga podía ser bastante jodida cuando quería, pero en fin la amaba tal cual era.

Nos separamos un momento mientras ella hacia la fila para pagar, yo iba en busca de la leche que se nos había olvidado. Justo había una chica dando a probar una leche nueva.

-Hola señorita, quiere probar esta nueva leche? –dijo muy amablemente.

-Claro –tomé uno de los vasitos que habían en su bandeja, la cual estaba llena de vasitos con leche.

Iba a tomarla cuando siento que alguien me empuja y de pasada hace que la chica voltee toda su bandeja en mi POLERA!

-Lo… Lo siento –escuché decir a mis espaldas, esa voz…

Al girarme pude ver quién era, esto no podía ser…

-Si no eres más imbécil porque no naciste antes! –dije enojada. A caso tendré que toparme siempre con este IDIOTA?!

Me miro dudoso unos segundos y luego soltó una risotada…

-Vaya vaya a quien me tenía que encontrar, a la fierecilla de anoche –dijo dándome la cara por completo. Wow! Tenía un moretón gigante en su pómulo izquierdo y su ojo un tanto morado.

Sonreí triunfante al ver eso, pero desapareció de inmediato al ver como miraba mi polera, claro era blanca y con la leche derramada se transparentaba toda mi ropa interior, maldije para mí.

-En cuanto no dejes de mirarme así, anda despidiéndote de eso –apunte hacía su pantalón –créeme que no lo dudaré ni un segundo.

-Yaa tranquila fierecilla, sólo que te ves… –se mordió el labio –bastante guapa así.

Este imbécil me estaba colmando la paciencia.

-Sí claro, imbécil –bufé, saqué la leche que me faltaba del estante. –Espero no verte más tarado!

Y caminé a la caja donde me esperaba Tiare, enfada para variar.

-Y a ti qué te paso? Vienes como alma que la lleva el diablo y con toda la polera mojada –dijo en cuanto me vio, ahogando una risa.

-Si burlarte de mí –dije enojada –fue el idiota de anoche.

Estúpido, imbécil, tarado, mal nacido, y un sinfín de improperios más!

-Cómo? –pregunto, poniendo las cosas para pasarlas por la caja.

-Como oyes, fue el idiota, había una degustación de una leche nueva, el muy estúpido me empujo y la chica volteo la bandeja en mi polera –bufé –y más encima me quedo mirando todo baboso porque la polera se trasluce. ¿Puedes creer mi suerte? –dije sarcástica finalmente.