Las tres chicas se encontraban rodeadas por todas partes. Aún había gente que corría presa del pánico al ver los cadáveres de aquellas pocas personas asesinadas, pero nadie se paraba a buscar una respuesta lógica, en aquellos momentos lo único que les importaba era huir de aquellos que amenazaban con acabar con sus vidas.
Sin embargo, aquellas tres mujeres no tenían donde huir, la única salida sería la lucha.
El círculo de personas que las rodeaba se iba haciendo cada vez más y más pequeño, pues sus enemigos iban acortando las distancias poco a poco.
— ¿Qué es lo que queréis?— Preguntó Daimira en un tono de confusión y nerviosismo.
— Vosotras dos, apartaros de aquí cuanto antes.— Murmuró aquella chica encapuchada que seguía mirando con rabia a Nixe.
Por supuesto, ni Daimira ni Saori se movieron de sus lugares. No iban a abandonar a su amiga por más que un grupo de gente las estuviera amenazando.
— Esto no tiene nada que ver con vosotras. Si no os vais tampoco nos importará mataros.— Ahora fue un hombre el que intercedió en la conversación.
— No, dejadnos ir o no me importará pelear.— Murmuró con algo de rabia Saori.
¿Dónde estaba Kayn cuando se le necesitaba? Hubiese sido agradable verle actuar de la misma manera que hizo con Kazuo, así no habría mayor dilema. Pero parecía que su supuesto esposo no iba a aparecer.
De repente, uno de aquellos hombres alzó una cerbatana y se dispuso al soplar a través de ésta. Fue Daimira la primera en darse cuenta de ello, y también vio como la dirección a la que estaba apuntando se dirigía hacia su amiga azabache. Por ello, saltó con energía hacia su lado y se preparó para defenderla.
— Futon: Juha sho.— Aquel hombre, el cual ya había disparado un pequeño dardo, se quedó atónito por la velocidad en la que la joven había creado aquellos sellos que habían formado unas olas de aire que habían cortado en cientos de trocitos aquel dardo.— No vamos a dejar que hagáis nada a Nixe.— Añadió la de gafas.
La propia azabache se encontraba confundida. ¿Qué es lo que ella había hecho para que la quisieran matar? Pues bien, no era necesario pensarlo mucho. El simple hecho de llevar el apellido Uchiha la hacía ser objetivo de muchas personas, entre ellas, aquel grupo radical que se había creado por las opresiones generadas por Danzo.
Los Uchihas tenían un lugar privilegiado en su sociedad, al igual que los ANBU, no esperarían más a jugar sus cartas hasta destronarles y que todo volviera a ser como antes.
Ésto fue comprendido fácilmente por las tres mujeres, pero debían hacerles entender que los Uchiha no tenían la culpa de lo que estaba sucediendo, o al menos no la mayoría de ellos.
— Apuesto a que si nos da ese dardo vamos a acabar como todos ellos.— Dijo Saori en voz baja mientras miraba de reojo algunos de los cuerpos sin vida que había por las calles.
— Oídme... — Dijo Nixe con algo de cautela.— Si seguís así lo único que conseguiréis será que la situación empeore.
— No si os erradicamos antes.— Contestó aquella chica encapuchada.— Mataron a mis padres, a mis hermanos, solo porque no obedecieron las órdenes que les impusisteis, no les dejasteis entrar a nuestra casa para salvar a mi hermano pequeño, y cuando lo hicieron y le rescataron, os encargasteis de matarlos uno a uno.
Nixe recordaba perfectamente aquellos incendios que asolaron la aldea hacía casi un año.
— Ellos solo seguían ordenes de Danzo...— Respondió con algo de pena.

ESTÁS LEYENDO
Lazos oscuros
Fiksi PenggemarUniverso alternativo de Naruto. Yagami Aya, una joven que recientemente se ha unido a ANBU verá como su vida empieza a cambiar rápidamente, ya no solo por su nuevo trabajo, sino por las leyendas que empezarán a rondar en su historia. Así mismo, la...