Todos y cada uno de los días siguientes, eran la misma rutina. Edward se encargaba de molestar de cualquier forma o por cualquier razón a Anguelique y ella estaba más que harta. El trabajo con su presencia se hacía más difícil y la tenia en tensión constante. Edward no sabía porque la molestaba. Pero solo al verla lograba que se irritara.Edward tuvo un día por demás malo. Un contrato no le salio como esperaba y se sentía frustrado. Tenia mucho trabajo, revisiones, conferencias, reuniones con los ejecutivos y accionistas por lo que estaba mas que estresado. El ambiente en la empresa era tenso y el se estaba comportando como un Jefe dictador. Su comportamiento tenia a sus empleados muy tensos y estrenados.
El clima parecía estar en sincronía con su semblante. El cielo estaba cubierto enteramente por nubes negras. Como los ultimos dias. Y parecía que iba a caer una fuerte lluvia más tarde. Así como el pretendía caer en sus empleados si el trabajo que presentarían fuera mediocre.
Como todo los días tomo su saco y se dirigió al restaurante que frecuentaba. Esperaba que aquella muchacha le atendiera de una forma aceptable. En ese momento no se encontraba de humor para tolerar incompetencias.
Anguelique se sentía mareada. Sentía que su cuerpo pesaba una tonelada. lluvia de los últimos días la había alcanzado. Llegando a casa, casi cada día empapada y a punto de congelarse. Por desgracia había cogido un resfriado y aunque lo deseará, no podía permitirse faltar al trabajo. Nora la ayudaba demasiado y no podía darle mas problemas. Tenia que aguantar y trabajar.
El timbre que anunciaba la entrada de un cliente la hizo voltear. Maldijo en silencio al ver quien había entrado. El cliente que ella más odiaba, había llegado a arruinarle el dia. Cada día a la misma hora. La trataba como si fuera una tonta, haciendo que se sintiera inferior. Volteo sin quere verlo más y sin preguntar se dirigió a la cocina y le pidió a Julien que le sirviera el menú que tocaba ese día y espero ahí. Empezaba a sentirse peor. Temia dar un paso en falso y desplomarse. sentía el cuerpo frío y tenía escalofríos.
-Angy. Aquí tienes tu pedido -Julien puso el plato de comida en la bandeja y la observó. No tenia buena cara. Tenía unas ojeras enormes y las mejillas rojas, lo que no era usual en ella -¿Estas bien? te ves enferma -Anguelique levanto la mirada y le dio una sonrisa negando.
-Estoy bien. No te preocupes Julien y gracias -Tomo la bandeja y rogo por no tropezar y caer.
Miro la mesa en la que estaba Edward y camino hacia ella con cautela.
-Aquí tiene su... -Un fuerte mareo nublo su vista haciendo que el plato se le escapara de la mano, cayendo este encima de Edward.
¿Que había echo? Esta vez estaba perdida.
-Señor. Cuanto lo siento, yo..-Edward se levanto de inmediato y sacudió su saco -No me di cuenta, por favor discúlpeme -La ignoro y se acercó a otra mesera.
-Quiero ver a la dueña. Quiero hablar con ella... de inmediato -No gritaba. Pero el tono en el que dijo eso. La hizo casi temblar.
-Señor en verdad lo siento, no fue intencional -Dijo desesperada. Tratando que el entendiera su error.
-Solo faltaba que fuera intencional -Negaba con la cabeza mientras trataba de quitarse los restos de comida. La dueña salio y vio la escena horrorizada. Se acercó rápidamente llegando hasta Edward.
-Señor Alden -La dueña no podia formular palabra. La mujer veía con horror a Edward.
-Creo que pago mucho dinero para que una de sus empleadas me tiré la comida encima. ¿Cree usted que es bueno para su negocio que esto pase? ¿Sabe con quien esta tratando? -Edward estaba por demás furioso. No gritaba, pero el tono de su voz y su mirada casi hacían temblar al que estaba a su alrededor.
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EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)
RomanceAngelique es una muchacha que por azares del destino, descubre de la peor forma que la traición puede llegar de las personas menos pensadas. Pero que al enamorarse vuelve a confiar. ¿Podrá el amor vencer a la traición? Esta es una historia de roman...