Los días pasaban y Edward no conseguía que Anguelique se sintiera comoda a su lado. Lo cual empezaba a ser estresante. ¿Era tan malo pedir un poco más de confianza entre ellos? Tal vez. Pero el Quería demostrar abiertamente todo lo que sentía por ella, pero al parecer ella era aún más inocente de lo que el creía. Sólo tomar su mano la hacia sonrojar y sudar ante el. No es que no le gustará verla nerviosa y torpe en ocasiones, pero quería más. Más de ella.Quería sentir que podía besarla en cualquier momento sin temer asustarla. Tomar su mano y caminar simple mente disfrutando el momento o ver películas en su tiempo libre. Pero parecía algo casi imposible al verla nerviosa y un poco temerosa ante el. No queria eso. Quería que ella se sintiera comoda y feliz a su lado. Pero al paso que iban tal parece que eso no iba a pasar en un buen tiempo y el no estaba dispuesto a perder más de el.
Sus padres llegaban de viaje en dos días y pensaba tomarse un descanso del trabajo. Sería la ocasión perfecta para hacer que su situación mejorará. Su madre parecía querer a su novia, así que ella sería de mucha ayuda para hacerla sentir comoda entre ellos. Ya no sería cauteloso. Ahora mostraría lo que quería recibir de ella.
Llamo a su Secretaría y le informo que se tomaría unos días y que arreglará todo para ello. Terminó con su llamada y se dispuso a trabajar para tener todo listo, había cosas que necesitaba concluir antes de irse, así que se propuso trabajar sin descanso para que eso sucediera. Pero antes de eso, tenía que hablar con Anguelique y con sus padres, estaba seguro que no tendría problema alguno con sus padres, pero tal vez Anguelique sería diferente. Así que pensó que lo mejor era decírselo en la cena, estarían en una ambiente cómodo y podría hablar con ella sin que nadie los molestara.
Las hora pasaron y era tiempo de ir a casa. Gracias a su arduo trabajo consiguió adelantar más trabajo de lo que había pensado. Así que se fue más tranquilo y feliz de llegar a casa.
En cuanto puso un pie en casa percibió un olor dulce y atrayente. Estaba seguro que Anguelique era quien logró algo como eso. Dios, esa mujer no sólo lo atraía por su forma de ser. Sino también por que tenía una mano mágica para las comidas. Todo lo que venía de ella era delicioso.
Se adentró y la encontró muy concentrada frente a lo que parecía ser el postre. Se veía hermosa con pequeñas manchas de harina en el rostro. No pudo más y se acercó envolviendo ambas manos en su cintura y la acerco a su pecho. Tenerla así era de lo mejor. Pero en cuanto la sintió tensa y casi temblar entre sus brazos la soltó. Ella no decía nada y estaba muy pálida.
-Lo siento, no quis...
-No. Está bien. Lo siento es sólo que no te oí llegar y... la cena ya está lista -Cambio el tema de golpe y salió sin decir nada más.
Los recuerdos de los largos días y noches en la prisión cobraron vida al sentirse rodeada. Hubo ocasiones en las cuales no lograba conciliar el sueño por verse rodeada de personas que no hacían más que lastimarla, además esa mujer siempre se encargaba de darle unos buenos golpes sólo por diversión. Eso casi la mantenia alerta las 24 horas del dia. Y al sentirse invadida de repente. Fue como si volviera a aquel lugar. No queria sentirse así. Pero era algo difícil de olvidar.
Camino y dejo los platos de comida en la mesa, necesitaba hablar con Edward de ello. Estaba segura que el no estaba molesto. Pero quería ser sincera con el y esperaba que el la comprendiera.
Edward y Anguelique comenzaron a comer en silencio. Ninguno de los dos sabía como comenzar a hablar, ambos tenían cosas que decir. Pero ninguno el valor para hablar.
Anguelique se sentía culpable al haber ocasionado ese ambiente incómodo, porque estaba segura de que ella fue la causante de ello. Tenía que hacer algo y lo mejor era hablar ahora.
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EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)
RomanceAngelique es una muchacha que por azares del destino, descubre de la peor forma que la traición puede llegar de las personas menos pensadas. Pero que al enamorarse vuelve a confiar. ¿Podrá el amor vencer a la traición? Esta es una historia de roman...