Capítulo 29

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Todos esperaron a que algún doctor saliera y les diera información. Pero ya llevaban más de tres hora y nadie salía. Todos empezaban a sentirse desesperados e impacientes. Hasta que alguien llamo a los familiares de Anguelique Lourren.

-Yo soy su hermana -Respondió Nora con rapidez y en menos de un segundo estaba frente al doctor.

-Bien. -Dijo el doctor y hojeo las hojas que llevaba en mano. -La señorita fue examinada y curada de todas la heridas que llevaba en su cuerpo. Por suerte y gracias a la temprana acción frente a la hemorragia no perdió mucha sangre. Diferente sería el caso al no actuar con rapidez -Dijo y siguió leyendo los papeles. -La paciente tiene dos heridas en la pierna izquierda, una en el brazo igual izquierdo y una más en la parte inferior del abdomen, casi a dos centímetro de la cadera. La navaja no perforó ningún órgano vital asi que no se tuvo que intervenir quirúrgicamente. También fue tratada por leciones anteriores. Dos costillas tenían una pequeña fisura y no fueron debidamente curadas. Tenía varios golpes que no son de mayor importancia, pero que también fueron tratados. Estamos haciendo estudios para descartar infección en las heridas... la paciente corrió con buena suerte. Al ver la magnitud de sus golpes no hubiera sido de extrañar que muriera -Terminó y Edward quería no solo decirle que se mordiera la lengua al insinuar eso si no también que se guardará sus opiniones e hiciera su trabajo.
 
El doctor se fue dejandoles dicho que tendrían que esperar otras dos horas para saber el resultado de los estudios. Todos se sintieron mucho más tranquilos al saber que ella no corría ningun peligro, pero saber que fue golpeada de tal manera era horrible. Nora no queria que volviera a ese lugar y no entendía como el hombre que la metió a la carcel, estaba ahí como si no hubiera echo nada de lo que hizo. No queria verlo cerca de ella.

Edward estaba con su madre a varios metros de Nora. Así que ella sin pensarlo más camino hacia el y en cuanto lo tuvo de frente hablo.

-Váyase...-Soltó nada más verlo - ya escucho que ella gracias a Dios no está muerta. Aunque tal vez eso es lo que usted quería ¿No? -Dijo de la forma más dolorosa que pudo -La metió a la cárcel y esas cosas pasan. Lo se muy bien porque yo trabaje ahí -Edward quería gritarle y decirle que se fuera por donde vino. Que el jamás desearía tal cosa. Pero entendía su rencor hacia el -Y del cual logré sacarla. -Continuo -¿Sabe porque? -No espero respuesta -Porque ella era un chica joven que fue acusada injustamente al igual que ahora por un hombre igual a usted. Este pensó que metiendola ahí la hacia pagar por errores que ella no cometió. Pero aún así ella siguió luchando para salir adelante, fue valiente y afrontó todos los problemas que tuvo. Pero una fuerza como esa no es eterna... se acaba y saca lo más débil de una persona. Así como lo hizo ella ¿Sabe que me pido cuando estaba tirada en medio de ese charco de sangre? -Dijo ahora soltando lágrimas -Me pido que la dejará morir, ella ya no quería vivir... y no la culpo, yo también quisera morir si me pasará todo lo que a ella. Por que hay que tener la fuerza de un toro para soportar lo que ella tuvo que soportar desde que nació. Pero como dije, esa fuerza no es eterna y ella llego a su limite, por eso quiero que se vaya y nunca más vuelva a aparecer frente a ella. Yo voy a sacarla del agujero en donde la metió y voy a protegerla de usted y de todo aquel que quiera hacerle daño -Nora se limpió las lágrimas con rabia y dio media vuelta para irse.

Edward se quedo con un millón de palabras atoradas en la garganta. escuchar lo que le dijo esa mujer, le erizo la piel a tal punto que temblaba y se preguntó  ¿Ella en verdad pidió eso? ¿En verdad quería morir? No. Ella no pudo verse tan arrinconada para querer eso. Ella siempre vio las cosas de forma positiva y afrontaba todo con una sonrisa. Pero... escuchar todo eso fue más que doloroso.

El no quería alejarse de ella. No lo haría, por nada de este mundo. Aunque esa mujer se lo pudiera. Aunque la misma Anguelique se lo pidiera. El no lo haria. La amaba y nada podía cambiar eso.

EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora