-Buenas tardes -Saludo Edward al llegar a casa -¿Como te fue el primer día? -Anguelique volteo y vio a Edward entrar a la cocina. Por un momento sintió ganas de ahorcarlo.-Señor, no me dijo que no había nada en el refrigerador, ¿Como pensó que iba a preparar la comida si no hay nada para cocinar? -Reclamó molesta.
-¿No habia nada? -Preguntó sin interés -Lo siento. Créeme que no sabia que no había nada -Se acercó y se sirvió un basó de agua. Se lo tomo de un trago y lo dejo en la mesa de la cocina -Sírveme de comer -Ella se tenso al escuchar esas palabras, le recordó cuando su padre llegaba a su casa y decía las mismas palabras, solo que este se las escupía a la cara -¿Sucede algo? -Pregunto al ver que no se movía. Edward, por un momento se veía como a su padre. Pero debia recordar que no era el. El no estaba ahí. Sacudió su cabeza tratando de alejar aquellos recuerdos y negó. Edward solo asintió y salio de la cocina dirigiéndose al comedor, Anguelique hizo lo que Edward le pidió, trato de controlarse pero sin ella darse cuenta su cuerpo empezó a temblar, respiro hondo una y otra vez hasta lograr calmarse y sirvió un plato de comida y se lo llevo al comedor -¿Tu no vas a comer? -Le pregunto al ver que solo traía un plato. Claro que lo iba a hacer, pero en la cocina.
-Los demás empleados no come aquí -Dijo. Ella era un empleada mas, solo preparaba la comida y no vivía ahí por gusto sólo lo hacia para pagar su deuda.
-Ellos no viven aquí, Tu si, así que debes tomar tus comidas aquí -Edward sonó autoritario, eso la molesto, ¿Que se creía? no dijo nada y se dirigió a la cocina, se sirvió un plato y decidió comer ahí, el es su jefe pero eso no quiere decir que pueda imponerle cosas y por más que viva ahí, ella no podía comer en la misma mesa que el hombre que no hizo mas que molestarla desde que la conoció.
Edward espero a que Anguelique llegará con sus plato, pero esta nunca apareció, se levantó y se dirigió a la cocina, entro y vio que Anguelique se disponía a comer en la mesa que se encontraba al centro de la cocina.
-¿Que haces? Ven a comer a la mesa -Ella lo observó y simplemente lo ignoro -Ahora -Dijo con autoridad y en un tono fuerte, que la hizo poner en alerta, se levantó alzando su plato, por un momento vio a Edward igual a Terren. Tenia miedo de contradecirlo, parecía un autómata, sus movimientos eran automáticos como si no pudiera moverse demás.
Se dirigió hacia la mesa y tomó asiento dos silla separadas de el, su cuerpo temblaba, casi no podía levantar bien los cubiertos, comieron en silencio, fue incomodo para ambos, Edward se dio cuenta de su reacción al levantar la voz, le molestaba la actitud de Anguelique pero no quería ser malo con ella, termino de comer, levantó su mirada y la observo, temblaba ¿Porque? El no la entendía, era como querer descifrarla sin tener resultados.
-Voy a darte una tarjeta exclusivamente para ti, vas a necesitar dinero para comprar ingredientes, la que usaste no tiene suficiente fondo -Eso no le importaba así que simplemente asintio -¿Te parece bien? -Preguntó esperando respuesta, que no llego Edward levantó la mirada del plato y la observó esperando aún que hablará. pero Anguelique no dijo nada y solo asintió -Gracias por la comida-Se levantó ya arto de su comportamiento. Salió del comedor agarrando su maletín pero antes de irse se dio vuelta y dijo -Llego a las seis así que quiero una cena ligera -Terminó y se marchó.
Cuando Edward estaba cerca, Anguelique se ponía muy nerviosa. El desprendía poder en cada uno de sus movimientos y eso la hacia sentir insignificante.
Por la tarde se fue a sus clases. Pidió disculpas por haber faltado el día anterior y al terminar volvió de inmediato. Sus clases eran de dos a cuatro de la tarde y aunque jhonny de ofreció a llevarla, ella a negó, aunque se arrepintió. Llegar a sus clases le tomo mucho más tiempo del que creyó y al terminar tenia que correr para llegar o tiempo y preparar la cena. Nora le había comprado unos libros de cocina y gastronomía así leía detenidamente mientras iba en el bus. Al llegar vio que todos los demás empleados de la casa se preparaban para volver a casa. Así que ella también se preparo para la cena.
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EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)
RomanceAngelique es una muchacha que por azares del destino, descubre de la peor forma que la traición puede llegar de las personas menos pensadas. Pero que al enamorarse vuelve a confiar. ¿Podrá el amor vencer a la traición? Esta es una historia de roman...