Edward de alguna manera se sentía feliz por el bebé. Su mujer. La mujer que amaba estaba esperando un hijo suyo. . . Pero, el echo de que tratarán de ocultarselo lo molestaba de sobremanera.-¿Es mío y querias que ese imbécil con el que estas lo cuidara? -Edward sentía que la ira crecía de sólo imaginar que alguien más pudiera ser padre y esposo de su mujer y bebé. -¿Es lo que pretendias? -El tono de Edward fue mucho más fuerte de lo que pretendía. Pero el enojo estaba sacando lo peor de el.
Anguelique estaba igual que el. La ira que había estado conteniendo en todo ese tiempo empezaba a querer fluir y el no ayudaba.
-¿Como pudiste ocultarme que estabas esperando un hijo mío, como te fuiste sin. . . -¿En serio le estaba preguntando eso?
-¿Como puedo? -Lo interrumpió ya harta de los reclamos -No. ¿Como puedes tu, tener el descaro de venir y reclamarme? Si fuera por ti. Yo ahora no estaría aquí, abría muerto en aquella celda oscura en la que me metiste. No me vengas con reclamos que no tienes derecho y tampoco voy a aceptarlo -Soltó fría. Edward no pudo decir nada ante el claro resentimiento que Anguelique le tenía. Pero aun así, escuchar su voz, era como escuchar la melodía más hermosa que el jamás escucho. -Vete, no quiero verte... nunca mas -Ahora no le gustaba lo que escuchaba.
Oír que no quería verlo era demasiado. Y aunque no quisiera utilizar ese método ruin y fuera cruel querer tenerla a su lado de ese modo. Lo haría. Nadie le quitaría a su mujer y menos criaria a su hijo.
-Pues que pena. Por que vas a venir conmigo si quieres formar parte de la vida de nuestro hijo. Por que sino vas a tener que vivir sin conocerlo -No podía hablar en serio.
Anguelique al escucharlo se puso demasiado pálida y sudaba frío.
¿Como podía amenazarla con algo como eso? ¿Quitarle a su bebé. En serio iba a hacer eso?
-No te atreverias -Dijo en un susurro.
-Sabes que puedo... Si quieres verlo crecer, tendrá que ser a mi lad. . . -No lo soportó, se acerco y lo abofeto con tal fuerza que el rostro de Edward quedó de lado.
No podía llegar y exigirle tal cosa.
Eso no podía estar pasando
Cuando creía que podía olvidar todo y dejarlo atrás. Venía el y causaba un choque emocional en su interior y además amenazaba con quitarle a su bebé si ella se negaba a ir con el.
-Supongo que tienes que pensarlo. Me voy, pero voy a volver a escuchar tu respuesta -Dijo Edward dándose la vuelta. Camino hacia la salida. Pero antes de irse volteó a ver al hombre que supuestamente estaba con su mujer.
Si por el fuera, querría desapareserlo en ese mismo momento.
Salió y antes de irse llamó a su personal de seguridad. Les ordenó que vinieran para que cuidaran el Lugar. Ellos no se dejaron esperar por mucho tiempo. Llegaron en media hora. Ya que les dijo que era una situación de emergencia.
En esa media hora se recriminó de como actuó. Fue tan bajo amenazarla con quitarle al bebé. Pero el no lo haría, nunca. Pero ver su expresión al decir todo eso, le decía que ella si lo creía. Ella creía que el era capaz de eso y no le extrañaba. Con lo que hizo al meterla a la cárcel fue suficiente para romper cualquier confianza que había entre ellos.
Como haría para que ella volviera a ser como antes. Para poder recuperar la relación que tenían y que el había pisado de la forma más atroz.
Aún no sabía. Pero lo lograría.
Dejo bien en claro a su personal que vigilarán la casa y cualquier persona que entrará o saliera de la casa y que se le comunicará cualquier tipo de situación.
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EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)
RomanceAngelique es una muchacha que por azares del destino, descubre de la peor forma que la traición puede llegar de las personas menos pensadas. Pero que al enamorarse vuelve a confiar. ¿Podrá el amor vencer a la traición? Esta es una historia de roman...