Capítulo 9

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Edward quedo en shok al escuchar a Anguelique. Sus palabras y la forma en la que lo dijo fue demasiado para el, parecía que lo odiaba. Su tono y la forma en la que lo veía y dijo que el no era nada de ella. hizo que sintiera una punzada en la boca del estómago y no sabía como definir lo que sintió, pero no le gustó para nada lo que había dicho.

-Entonces ¿Quien es usted? ¿Porque se la quiere llevar? -Edward no sabia que decir, aun estaba en shok por las palabras de Anguelique y tampoco sabia la razón de querer llevársela. Pero ver lo que le había pasado en tan sólo unas semanas de no haberla visto y no estar con ella. No le dejo dudas de que quería llevársela, eso no estaba en discusión. El se la llevaría le cuesta lo que cueste.

-Ella... trabaja para mi -Anguelique fruncio su ceño, incredula por lo que estaba escuchando. No podía creer lo que estaba escuchando, Ella ya no era su empleada, el la botó de su casa. Por no decir que la mandaria a la cárcel si ella se volvia a acercar a el y todo porque ella no tuvo el valor de contarle su doloroso pasado y ahora... queria reir de indignacion. No podía creerlo ¿Que es lo que tenía en la cabeza para decir eso?

Anguelique estaba que echaba humos de lo enojada que estaba. ¿Como se atrevía a decir que era su empleada? Ese hombre estaba loco si pensaba que dejaría que el siguiera con sus mentiras.

-Esta loco. Yo ya no trabajo para usted -Dijo con rabia contenida. Lo miro directamente a los ojos y estaba a una palabra de explotar. Su cabeza le dolía y no sólo por el golpe y la herida sino por tener que vivir esa escena con el hombre que era el causante de su reciente sufrimiento, la forma en la que el hablaba de ella y la situacion en la que se encontraba la estaban haciendo perder los estribos.

El doctor los veía discutir y parecían querer gritar a todo pulmon pero claramente se contenian, Veía a Anguelique que a pesar de su condición no se daba por vencida. Estaba muy cansada no sólo física sino emocionalmente pero eso no le impedía mostrar su enojo hacia la persona que tenía en frente.

Vio a Edward a quien investigó hace unas horas. Y Solo leyendo los artículos que hablaban de el. Supo que no era muy paciente. Conocido por sus grandes logros empresariales y sus aventuras pasajeras. Estaba claro que frente a la muchacha estaba conteniendo su enojo. Aunque no sabía bien si lo que lo guiaba a ayudarla era por ser una empleada o por un interés personal.

-Doctor, lo buscan en emergencias -Una enfermera entro a la habitación llamando al doctor. Este dudaba en salir o no. Al ver la situación en la que estaban las dos personas que tenía en frente sentía que irse no sería lo mejor, pero no podía dejar su trabajo de lado, decidió salir y atender la emergencia para volver lo más pronto posible.

-Esta bien, ahora voy -Respondió a la enfermera -Ahora vuelvo -Se despidió de ambos y salio detrás de la enfermera.

-¿Que le sucede? -Angelique interrogo a Edward en cuanto el doctor salio de la habitacion -¿Porque se mete dónde no lo llaman? ¿Porque quiere llevarme con usted? -El no tenia ningún derecho sobre ella. Ya no era su empleada y tampoco quería serlo y lo que no entendía era que es lo que vino a buscar al encontrarla de esa manera en aquel lugar.

Edward no sabía que decir. Ni el mismo sabía porque hacía todo eso. Lo único que le quedaba mas que claro, era que no quería verla de esa forma nunca más, verla muerta de miedo y golpeada fue como un golpe seco. El no quería ver eso y si para no ver eso debía llevársela a vivir con el, lo haría.

Pero ¿Como haría para que ella se fuera a vivir nuevamente con el? Estaba claro que ella no quería ni que la tocara, así que seria muy difícil que aceptara. Pensó en varias opciones pero ninguna parecía buena, así que no le quedaba más que utilizar ese método que aunque le pareciera muy bajo. Era la mejor opción.

EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora