Capítulo 39

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Martha al ver a Anguelique temblar y ver con lagrimas a la ambulancia  que se llevaba a Edward, se acerco a ella y la tomo en brazos. Rodenadola protectora.

-Linda, ven hay que cambiar tu ropa despue....

-No Martha. Por favor, vamos ahora al hospital -Dijo Anguelique negándose a cambiarse, ya lo haría después de saber que Edward estaba completamente a salvo.

-Pero..

-Por favor -Martha miro a Nelson quien asintió hacia el auto.

-Esta bien. Pero calmate, no le hace nada bien al bebe el que estés alterada ¿Si? -Anguelique asintió y los tres subieron al auto para después dirigirse al hospital.

Anguelique casi salió corriendo del auto para entrar al hospital. Martha y Nelson a penas y la alcanzaron. Cuando llegaron a la recepción. En cuanto les dijeron donde se encontraba Edward. Se dirigieron de inmediato al lugar.

-Señora calmese. El señor está siendo revisado por el médico, en cuanto lo pasen a una habitación podrá verlo -La enfermera la miraba mal mientras habla. Cosa que no paso desapercibida para Martha y Nelson.

-Disculpe. ¿Puede hablar con el doctor Contreras?  Dígale que Nelson Alden esta aquí por favor -La enfermera lo miro asombrada y asintio.

-En seguida -Respondió y se fue.

-Tranquila cariño. Mi hijo es fuerte, nada va a pasarle y menos cuando sabe que debe cuidar de ustedes. -Martha trataba de tranquilizar a la joven. Que para ese momento estaba ya estrujando sus dedos desesperada.

La enfermera volvió con una hombre tras ella.

-Alden. Que gusto verte -El hombre saludó amistosamente a Nelson y Martha. -¿Por que están aquí? -Nelson se separó un momento de Martha y Anguelique y camino junto al doctor.

-Mi hijo está aquí, recibió dos disparos -El hombre no pudo esconder su asombro.

-¿Que?. . . ¿Como? -Ni Nelson se había enterado como habían pasado las cosas. En ese momento sólo estaba pendiente de su hijo, rogaba que no le pasará nada. Trataba de ser fuerte y mostrarse sereno, No sólo por su esposa sino por su nuera, la cual estaba más que nerviosa. Y aunque por fuera se veia calmado, por dentro estaba aún más asustado.

-No lo se -Respondió  al fin y se aproximó a una de las sillas de la sala de espera. -¿Cuando volviste? Sólo supe que habías vuelto, por eso te hice llamar -Preguntó mientras tomaba asiento.

-Oh. . .  Hace unas semanas -Respondió el hombre algo nervioso. -Voy a preguntar como esta Edward -Dijo el doctor.

-Te lo agradecería -Dijo Nelson algo cansado.

Dos horas después una enfermero los llamo. Anguelique no se había despegado de la puerta por la que metieron a Edward.  así que no fue difícil llegar a ellos.

-Lo estamos trasladando a una habitación. -Dijo guiandolos por los pasillos -No se preocupen, el paciente está fuera de peligro y en unas horas más despertara -Anguelique no podía dejar de agradecer. Estaba bien y no lo perdería.

En cuanto lo vio en la cama de hospital, no pudo evitar acercarse y abrazarlo  tratando de no poner todo el paso, por el y por el bebé. Las lágrimas no se hicieron esperar,  lo amaba y no soportaría perderlo, no a el.

~☆~

-Vamos linda. Come -Martha veía como Anguelique movia su tenedor sin probar bocado -Ya viste que está bien y la enfermera nos dijo que en unas horas despertaria. Y el no se iría sabiendo que tienen un bebe en camino, ademas que es un varón. Para criar un varón se necesitan dos. Ya lo sabré yo que crie dos hijos. -Martha la vio con una sonrisa y Anguelique no pudo reprimir la suya al pensar en un bebe igual a Edward,  el mismo porte, sus ojos, su sonrisa. Ya deseaba tenerlo entre sus brazos.

EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora