EL SABOR DE LA TRAICIÓN (COMPLETA)

Capitulo 6

Poco a poco Edward y Anguelique se acercaban más. Se hacían más amigos. Edward le contaba su dia durante la cena y Anguelique como le iba en sus clases. Todo marchaba bien y se sentían cómodos el uno con otro.

Edward confiaba cada vez más en ella, sin darse cuenta que estaba empezando a sentir algo más que amistad, aunque el no se diera cuenta y tal vez quizás no queria darse cuenta.

Anguelique de igual forma esperaba con ansias a que Edward llegará del trabajo y así poder pasar tiempo con el, disfrutaba el hablar de cosas que les gustará a los dos,  había veces en los que Edward se sentía estrésado por el trabajo y Anguelique trataba de calmarlo y ayudarlo en lo que podía,  a él le encantaba que ella le hablara de como había preparado la  comida y como había ido su día. O como habia conseguido la mejor calificación es sus clases. ¿Como no vas a ser la mejor si concinas delicioso? Decía cada vez que hablaba de lo mucho que le gustaba ir a sus clases. 

todo estaba bien y en paz,  hasta que un día le llego una noticia a Edward.

—Señor, tengo el pedido que me hizo, la verdad es que me costó conseguirla pero aquí la tiene —A Edward ya no le interesaba esa información, había llegado a conocer a Anguelique, pero abrió la carpeta para saber más de ella. Queriendo conocerla un poco más.  Leyó todo el contenido y sintió que el aire se le escapaba de los pulmones, no podía ser cierto, no podía dar crédito a lo que veían sus ojos. No podia ser aquel ser que le daba un poco de brillo a sus días, no podía haber echo eso, pero todo indicaba que si, se sintió furioso, traicionado, confío en alguien que no merecía su confianza.

¿Como pudo ser tan tonto?

Al terminar el día,  Anguelique se sentía ansiosa, era una sensación similar a la que tuvo el día en el que sus padres la traicionaron. Trato de calmarse, ella estaba segura al lado de Edward, a su lado se sentía segura y por eso había descubierto sus sentimientos hacia el.

Iba a contarle todo, quería que el supiera su pasado porque ella lo quería y sabía que el le creería,  confiaba en el ciegamente y   todos los días esperaba por el, con alegría y con deseos de conversar con el, escucho la puerta abrirse e inmediatamente corrió hacia ella y si, ahí estaba el hombre que quería, aquel a que le entregaría toda su verdad.

—Hola Edward, pensé que ya no vendrías, ¿Tuviste mucho trabajo? —Pregunto sonriente pero no recibió respuesta, lo miro y el estaba serio, muy serio, desde hace tiempo que no lo veía así. —¿Sucede algo? No te ves bien —Trató de acercarse, pero el la hizo a un lado.

—Dime que lo que dice aquí no es verdad — Le extendió la carpeta y  ella aunque dudosa lo tomo.

Al abrirlo sintió una fría corriente atravesar todo su cuerpo, todo su expediente criminal estaba ahí, fotos de ella mostrándo su numero y en la celda, las manos le empezaron a temblar y empezó  sudar,  ¿Como es que el tenia toda sea información?

—Y bien, vas a decirme, Que carajos ¡Es eso! — Grito las últimas palabras furioso. Intentaba controlarse,  quería que ella le dijera que no era verdad,  que ella no había echo nada de lo que ahí se le acusaba.

Anguelique retrocedió por instinto, no podía hablar, las palabras no le salían, sus piernas le temblaban y la mirada de Edward la estaba carcomiendo,  no sabia como empezar a hablar.

—¿Vas a decirme que es esto? — Ella no respondía y eso lo molestaba aun más —Esa información es verdadera, ¡¿En  serio trataste de matar a tu padre?! —Grito furioso —¡Habla! —Estaba perdiendo el control,  ya no podía resistir,  lo engaño,  ella le mintió.

Anguelique no sabia que hacer, ella planeaba contarle todo y pedirle perdón por no habérselo dicho antes, pero el estaba fuera de sí, gritaba y la miraba con odio, tuvo miedo, esa reacción le recordaba a su padre cuando las golpeaba a su madre y a ella, las palabras por más que quisiera decirlas no podía sacarlas de su ser.