El mundo oculto
No me creía nada de lo que me estaba pasando, primero descubrir que mi padre no es un mujeriego si no que pertenece a otro mundo, segundo descubrir que tengo poderes ocultos, y tercero que este atada a una puta silla con tres ladrones como en una película.
—Eli— ¿ Estas bien? — pronunció en voz alta desde la planta de arriba.
—¡Corr..! — no me dio tiempo a gritar, uno de los secuestradores me cerró la boca con la mano y me volvió a poner el fiso.
—Cállate niñata. —Murmuró mientras empezaba a registrar el salón con uno de los hombres.
Mi mundo se desmonoraba en cada segundo que pasaba. Veía como subía las escaleras poco a poco sin hacer ruido uno de los atacantes. No quería que les sucediera nada a las dos. Mientras subía los otros tíos registraban cada cajón, cada rincón de la sala en la que nos encontrabamos. Escuché gritos desde la habitación de arriba cuando uno de los enmascarados cayó rodando por las escaleras.
—Meli—¡¿Pero Qué mierda haces imbécil no sabes tocar la puerta?!
Vaya tela, ni se inmutó que llevaba máscara ni un traje negro sospechoso,madre del amor hermosa.
—Meli —¡ He Johana, no dejes entrar a nadie mientras me estoy vistiendo joder!—pronunció enfadada mientras bajaba con Eli tranquilamente.
—¡Eh! ¡Niñitas! ¿Qué os creéis que estáis haciendo?—pregunto uno de los enmascarados mientras se dirigía a las escaleras.
Se quedaron de piedra al verme atada en una silla y con uno de los tres hombres. Corrieron de nuevo para la planta de arriba sin perder un segundo. El que se dirigió para las escaleras cogió al amigo y lo levanto del suelo, lo apoyó al mueble de la entrada y le preguntó que si estaba bien.(Típico, los malos se ayudan unos a otros) . Le contestó que sí y quería encargarse de la morena, que es Meli.
Se pusieron en marcha y subieron las escaleras mientras uno de ellos se quedaba vigilandome, aunque que iba hacer yo atada fuertemente a una silla.
—Eli— ¡Suélteme!
—Meli—¡No me toques hijo de la gran p...!
Decían mientra los dos varones las sujetaba y la bajaban por las escaleras. Las ataron a una silla, les puso fiso en la boca y la colocaron junto a mí. No sabía que hacer, tenía mucha impotencia de verlas así.
-Pasame la pistola, esta zorra será la que muera primero.Susurró el que cayó por las escaleras.
Miré a Melissa, ella se estaba moviendo para poder soltarse al oír al malvado decir esa atrozidad. La veía descompuesta. Sacó una pistola y se puso delante de ella. En ese mismo instante, Elizabeth se tiró al suelo estando atada al asiento.( seguramente quería impedirlo de alguna forma) .Uno de los estúpidos la levantó y le pegó un puñetazo en la cara. El otro hombre le apuntó a la cabeza y puso el dedo en el gatillo.
-¡¡Vasta!! — Una onda de aire salió disparado de el interior de mi cuerpo arrasando todo a su paso.
Los muebles, el sofá, las lámparas, la mesa,las sillas.. todo. Los tres individuos salieron volando hasta chocar contra la pared. Las chicas cayeron al suelo arrastrándose unos metros. Quedaron todos inconcientes. Yo solo me veía desatada e intacta, estaba asombrada y asustada. ¿Éstos son mis poderes? —Pensé con curiosidad.
Me dirigí hacía Meli, la desaté, y le quite el fiso que tenía pegado en la boca. La cogí por la cintura y la sente en el único taburete quedó de pie al estar apoyado en la pared. Luego, puse una silla de pié para poder hacer lo mismo con Eli.
Me sentía asustada, respiraban pero estaban insconcientes total. Los tres hombres estaban en el suelo con algunos daños tras el golpe brusco. Subí rapidamente a mi habitación para coger el teléfono, llamé a la policía, y les informe de lo sucedido.( sin contarles nada raro). les di mí dirección para que vinieran lo antes posible.
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Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)
FantasíaJohana Harrison era una chica normal con una vida común y corriente, o eso pensaba ella. Desde sus dieciséis, empiezan a desencadenarse varios factores para su verdadero propósito, Destruir la oscuridad con un destino inminente. poder salvar a su...