Capítulo 29

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Pequeño incidente.

Fuimos al salón central donde una alfombra roja cubría prácticamente todo. Allí se encontraba el trono de la reina donde esta se sentó al filo de una gran mesa hecha de diamantes. El silencio y la preocupación permanecía hasta que Grace hablo;

- ¿Que ocurre madre? - Rompe el hilo.

Nos mira seriamente. - La oscuridad está avanzando cada vez más rápido. La ciénagas del Norte y el Noroeste han sido apagadas por las tinieblas... - Comenta con voz preocupada.

El silencio de nuevo se estable.

- ¿Que sugieres Leonora? - Pregunta Halen desconcertado.

- Se hará un cambio de planes. Partiréis ahora mismo hacia las montañas de Wilder . - Contesta abrumada.

Me levanto del golpe. - No puedo hacer eso majestad. - Me miran todos a la vez.- Primero tengo que encontrar a mi familia para que me digan dónde se encuentra mi padre. Quizás sea una pérdida de tiempo... pero se que él está vivo, y que él nos ayudará con esta guerra. Necesito encontrar a alguien que me diga dónde se pueden encontrar a los Morgan, es la única información que necesito.

Se me queda mirando pensativa. - Johana, esta guerra está asumida. No podemos perder más tiempo, cada segundo es un punto más para ellos. Comprendo tú...

- Creo que no me comprendes del todo, él podría ser la solución. - Aparto la silla para marcharme.

Me coge del brazo Halen. - Espera.
Me giro y lo miro. - Solo he perdido el tiempo aquí, muchísimas gracias por la ayuda, pero tengo que irme.

Empiezo a andar hacia la puerta principal.

- ¡Johana! - Grita Leonora. - Me giro.- Está bien, pero antes tenéis que encontrar a Antares, ¿entendido?

Vuelvo a la mesa. - Bien, pues cuál es el plan.

Se pone en pie Grace. - No hay ningún plan. Partiremos Arminia, Halen, Lewis y yo. - Recoged vuestras cosas, nos vamos en diez minutos.

Se levanta Arminia. - Pues tengo bastante que llevarme, así que yo voy ya a por las cosas.- Se marcha a su habitación.

-¿Lewis? ¿Quien es Lewis? Pregunto a fijándome en la reina.

- Es uno de los pocos con poderes de la luz. - Contesta Grace antes.

Se acerca Leonora.- Johana, pase lo que pase, protégete ¿entendido? - Pregunta desorientada.
- Si majestad. - Me inclino.

Me dirigí a mi habitación para ponerme mi ropa de siempre. Mientras coloca la ropa en una especie de bolsa que hacía de mochila, pensaba.

A lo mejor el sabe dónde se encuentra mi familia los Morgan y sepan dónde se encuentran los Harrison. O quizás no sepa nada y tenga que descubrirlo por mi cuenta. Tengo que quitarme esta duda ya.

Nos despedimos de la Reina y salimos al patio donde se encontraba los animales voladores. Mientras decidían como dividirnos para montarse en dos, observaba al Lewis. Era rubio, con un tono bastante llamativo. Sus ojos eran de un color azul bastantes oscuros. Era bastante mono, pero su cara expresaba que era de pocos amigos. No habló nada desde que lo mire entrando en la sala.

- Bien, decidido. - Comenta Grace. - Johana y yo iremos en uno, Halen , Arminia y Lewis estaréis en otro.

- ¿Sí porqué no?- Contesta Arminia montandose en el animal.

Ventisca ven. - Apareció su preciado compañero, era bastante más pequeño que los demás.

Me subo primero. Se sube Grace. - Aunque parezca más pequeño que los otros es mucho más veloz. - Me guiña un ojo.

Viajamos al Sur del continente. La sensación de estar volando era esencial, solo me hacía sentirme libre y despejada de todo los problemas. La luz del sol cubría gran parte de las ciénagas que quedaban junto a los bosques y el campo. No había ninguna nube, el aire cálido era lo único que podía percibir. A lo lejos observaba unas montañas exageradamente altas, eran tan grandes que era casi imposible subir por la pendiente.

Le señalo.- ¿Es aquella montaña?

- Sí así es. - Contesta concentrada. - Solo los dueños del aire vivirían ahí. Sonríe.

La duda de saber la familia de Lewis me hizo hablar. - Oye Grace, - ¿De qué familia es Lewis?

Se da la vuelta y deja de mirar la dirección con una sonrisa. - Es que es muy extraño.

- ¡¿ Pero qué haces loca?! - Pregunto alterada.

- No pasa nada, el seguirá volando hasta que lleguemos. - Se ríe. - Ese chico no habla con casi nadie. Siempre se mantiene tenso y muy serio, parece que la ocurrido algo ¿ No crees?

- Sí. Es cierto.- Expreso con voz de déjame pensar por favor.

Con esta información lo único que levanto es más sospechas sobre él.
- Entonces, ¿ No sabes de que familia viene?

- No. - Vuelve a la postura en la que se encontraba.

- ¿Ni nadie? - Pregunto con más misterio.

- Si lo sabría alguien ya me lo hubieran dicho ¿ No crees? - se ríe con fuerzas.

Me río. - Si, es verdad. Perdón es que la curiosidad me esta dejando aún con más intriga.

- A mí se me fue hace tiempo. Lleva 4 años con nosotros. - Expresa con humor.

Descendimos persiguiendo a los demás. Redujimos la velocidad para contemplar lo que quedaba de ese hermoso mundo. Los árboles verdes, rosas, y azules, se reflejaban en uno de los estanques cristalino de las ciénagas. Habían muchísimos iletrados, incluso varios nunca vistos. Algunos parecían rinocerontes, pero parecían más un elefante pequeño sin trompa. Otros seres parecían estar flotando en el agua, parecían insectos mezclado con nomos, aunque tenían alas. También había seres pequeños de color gris que iban en una manada bastante expansiva. Desde la altura se veían aún más adorables, destacando que llevan como una especie de lanza en sus manos.

- ¡Hola! - Grito moviendo la mano de un lado a otro.

Empezaron a saltar como si estuvieran furiosos, emitían un chirrido agudo que los hacía aún más tiernos. Hasta que de repente, empezaron a lanzar con gran velocidad las estacas que llevaban consigo.

Le pasa uno justo en frente de la cara de Grace. - ¿Pero qué?
De pronto, le dieron a Ventisca haciendo que se retorciera de dolor, valanzeandonos de un lado a otro sin parar.

- ¡¿Estáis bien?! - Grita Halen mirando hacia atrás.

Lo último que vi fue como me desprendía del animal y me caía sintiendo adrenalina y angustia.

Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora