capítulo 15

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La confesión de la alteza.

Me siento un poco abrumada, tras esta puerta se encuentra la respuestas a mis preguntas sobre mi padre. No solamente eso, sino también la que me ayudará a controlar mis poderes. Bien, vamos allá.— Cojo aire y lo espiro profundamente.

Abrí la puerta, lo primero que vi por su resalto fue el gran trono de oro que quedaba pegado en aquella pared con dibujos de animales fantásticos. Mientras me adentraba en el gran salón, observé estanterías de libros y mesas de madera oscura con unas sillas de lujo que la rodeaba. Había una gran cristalera por donde se veía gran parte de la zona de donde venía. Una antorcha de fuego estaba al lado de las mesas. También dos puertas deslizantes quedaban a la derecha de la habitación. No había nadie. Así que se me ocurrió sentarme en el trono.

Podría acostumbrarme a esto. Supuestamente algún día todo será mi reino.

—Hola Johana, veo que ya piensas en ser la que gobierne estas tierras.

Escucho una voz de mujer proveniente del fuego.

Me levanté inmediatamente y me quede de pié observando el fuego.
—¿Hola? Quién eres?

Una llama surgió impulsandose de entre todas ellas y apareció una guapísima chica. — Soy la reina Leonora, Bienvenida a mi castillo. Ven sientate.— dice acercándose a la mesa.

— Perdón por mí imprudencia, solo quería sentarme un rato y no vi a nadie aquí..— contesto mirándola de arriba abajo.

Su corona es preciosa, tiene una forma de ramas entrelazadas con diamantes incrustados en las puntas. Su pelo de color negro es larguísimo, le llega hasta la cintura. Lleva un vestido rojo con una preciosa cola que le arrastraba por los suelos. Era morenita, su piel tiene un tono hermoso que la hace parecer aún más joven de lo que parece. Sus ojos negros y esos labios pintado de rojos le hacían ser una reina digna.

—No te preocupes por esa tontería, es mucho mas importante acabar con tu misión cuanto antes.— declara sentándose en una silla.

Me siento y la miro seria.— Antes de nada quiero hacerte varias preguntas acerca de mi padre, no se nada de él desde los siete años.— Expreso con voz triste y desgarrada.

—Está bien, yo lo conocí bien de cerca. Pregunta cuánto quieras.—responde con subsistencia.

—¿Cómo era él?,¿ Qué hizo en este mundo?,¿ Por que me tuvo que abandonar sin más?,¿ Quiénes son los Harrison y porqué soy la elejida?,¿ Por que este elemento?

Se queda pedrificada. Pega una voz.— Leyla traenos un café.

Voy. Se escucha desde una de las puertas deslizantes.

—No gracias no tomo café.

—Bien Johana, tu padre era uno de nuestros grandes reyes. Era el hombre más humilde qué he conocido hasta ahora,y sobre todo era muy protector con estás tierras. Como ya sabrás tu elemento es el de la luz, la que guía a los demás factores; tierra,agua,aire,fuego y planta. El de oscuridad es independiente, se creó a través de la codicia y la maldad.— recalcó cogiendo la taza entregada de la mesa.—Por lo tanto, tu familia los Morgan y los Harrison son indispensables para este maravilloso y único mundo. Tú eres la descendiente de esa familia, y no puedes evitar haber sido pura.

—¿Pura?—pregunto mientras le doy un sorvo al café hirviendo.

—Sí, exacto.—afirma con entendimiento.— Desde que en este mundo hubo vida, los elementos se han distinguido no solamente por su semejante poder de la naturaleza, si no por su relación con la pureza. Por ejemplo, los impuros de agua pueden controlar y crear agua hasta un pequeño límite debido a qué su trascendencia no ha sido cien por cien elemental. En cambio nosotras, somos descendiente de otros puros. Aunque también tengamos nuestros límites. Venimos de Aquellos qué alguna vez renacieron entre los elementos, pero claro, todos los elementos vienen de la Luz.¿Ahora entiendes lo importante que eres?

Ahora entiendo mucho mejor las cosas, pero la duda tan grande que ocupa  mi mente va hacer que me explote una vena o algo. — ¿ Y quién es la malvada Hechiera?,¿ Por qué motivo quiere gobernar estás tierras?

—Ven querida, vamos arriba te voy a enseñar algo.—dice levantándose con preocupación.

Me levanté y la perseguí hasta la entrada por donde vine. Subimos por las escaleras hasta entrar a una especie de cuarto con terraza con vistas a otro salón. Pasamos por unas escaleras de caracol que subían hasta la torre más alta del castillo. Al abrir una conpuerta lo primero que observé fue un gran cristal qué ocupaba una pared entera. Las vistas daban a los hermosos bosques, pero a lo lejos se veía una bruma oscura y densa.

— ¿Ves aquella oscuridad?, cada día está aún mas cerca comiendose todo su entorno.— dice con la mirada perdida.— si no acabamos cuánto antes la guerra, estaremos sumergidos en las tinieblas para siempre.

Miré fijamente esa niebla extraña que ocupaba una gran parte del final.—Tonterías, no voy a dejar que le ocurra eso a este mundo.—respondí fuerte antes la situación.

Me mira con paz y me coge del pelo deslizandolo hacia mi espalda.— Se que lo haras querida, confío en ti.

No Se cómo, pero tengo que salvar este mundo. Encontraré a mí querido padre y lo salvaremos juntos de la tenebrosa oscuridad. Estoy decidida, aunque me cueste la vida no voy a rendirme nunca.— Sí lo aré.—afirmo asistiendo con la cabeza de arriba a abajo.— pero, ¿Porqué inició la guerra esa arpía?

—Verás jovencita, Darkana es mí hermana mayor...— responde con tristeza.

—¡¿Qué?!—grito impresionada hechandome las manos a la cara.— ¡¿Enserio?!

—Sí...— dice sentándose en un taburete.— Está obsesionada y esclavizada por la oscuridad. Me da pena, pero su motivo no le da pié para lo que ha empezado hace diez años.

Es una gran sorpresa saber que la mujer que he visto en el bosque es la hermana de Leonora. Ahora que pienso, solo pronunció su nombre al decirme de donde venía.—¿ Y que le pasó para acudir a las tinieblas?—pregunto obsevando un cuadro con olas del mar en movimiento.





Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora