La llegada al castillo
Ahora es el momento, están demasiado cerca para esperar más.
Empezaron a correr y una onda de luz estalló fuertemente desde mí a todas las direcciones. Los bloques de piedra temblaron del impacto. Las dos bestias salieron disparadas por el aire hacia atrás dejándolos caer en el suelo a varios metros. El lobo se estrelló contra la pared que se ubicaba detrás. Mi luz ilumino el cielo oscuro en un instante y luego se desvaneció tras atacar.( Estaba en las últimas). Salí de ese pasadizo y me encontré con tres callejones más, era completamente una locura.
Genial, no me acuerdo por que dirección vine. Estoy tan débil que me cuesta mantenerme en pie.
Apenas andar la vista se me nubló con manchas negras dejándome caer al suelo. Abrí los ojos y una iluminación venía del cielo. Creí que estaba muerta, fue un abrir y cerrar de ojos.
— ¿Estás bien?— Dice Whill
Escuché una voz y una sombra negra tapaba la luz.
—¿Donde estoy?—Pregunto mirando la sombra extrañada.
— Levanta. Bebe agua, te vendrá muy bien.
Me sonó la voz inmediatamente y me levanté quedándome sentada.Cogí el bote de agua y me lo bebí de un trago. Miré hacia donde se encontraban las bestias y sólo había restos de huesos y cenizas.
—¿Que ha pasado? —digo poniéndome en pié. - Vaya, estoy hecha un asco.
— No debistes de huir Johana. Teníamos que haber permanecido en grupo. Deberías haber luchado contra uno, se que podrías haberlo hecho. Tu misma lo has demostrado matando a tres bestias. Una de nivel tres y las otras de nivel uno. Eso iguala a una de tipo cero. — Declara con suavidad y resentimiento.
—Lo sé. A veces no me controlo y huyo de los problemas. Incluso en mi mundo. Pero anoche me di cuenta de que afrontarlos te hacen más fuerte.— añado con una pequeña sonrisa.
— Muy cierto.- Contesta mirándome con profundida y con una sonrisa.
— Venga, llevamos unas cuantas horas de retraso.—pronuncia irritado frunciendo el ceño.
Ya está, el Elfo bueno no dura nada.
Nose ni para que le contesto bien.Seguimos avanzando a través de las paredes. Mientras caminábamos, muchas preguntan volvieron a aparecer.
—Oye Smith, ¿Como has sobrevivido? Te vi en el suelo insconciente. —Menciono mientras veo como utiliza su poder para abrirnos paso. —Y tú Whill, ¿Cuánto tiempo estuviste inconciente?
—Me golpeó a una distancia cercana y no me lo espere. —enuncia rascándose la cabeza.— Supongo que me dio por muerto.
Casi nada.- Declara Whill de brazos cruzados mientras andabamos.—Me levanté y desperté a Smith para buscarte ya que la bestia no se encontraba allí. Dimos contigo por que tu luz resplandecio con mucho poder y pudimos verlo a lo lejos.
—Y decidimos protegerte cuando te vimos inconciente durante la noche.—Recalca Smith girando la cabeza hacia mí giñandome un ojo.
Que vergüenza, nose que se hace antes estas situaciones. Creo que me estoy poniendo roja. Nose hablar con chicos en realidad.
Al cabo de una hora aquello parecía infinito. Al abrir una última pared por fin,llegamos hasta un pasillo con una salida ya creada. Me sentía genial. Porfin iba a salir de aquél infierno.
—Ya solo nos queda subir un poco esa montaña y ya estaremos en el reino de Leonora.— Afirma Whill mejorando la cara.
Salimos de ahí y seguimos un camino de tierra que ascendía rodeado de flores gigantescas y árboles enormes. (De lejos pensaba que eran solo árboles de colores). Rosas con púrpura y dibujos le daban un toque único y desconocido. Tulipanes de color azul cielo y puntos amarillos le daban una belleza indiscutible. Había de todos los tipos pero con colores totalmente distintos. Aves de paraíso vainilla con figuras azules , caléndulas blanclas brillantes, Campanillas verde acua con rayas negras, Claveles naranjas etc. Los árboles tenían unas hojas amarillentas con reflejos plateados y un tronco cómo los bonsái.Matas verdes rellenaban toda la tierra que no fuera la caminata. Mientras avanzábamos observaba cada detalle. Era tan bonito y había un olor tan adictivo que se me hacia la boca agua.
—¿Podemos descansar?— Pregunto cayendo rendida en las matas.—Tengo mucha hambre, apenas tengo fuerzas.
—Claro, por ti lo que sea.-Contesta Smith alagandome con la misma sonrisita.
— Está bien, solo veinte minutos.— añade sentándose en la hierba.— contra antes lleguemos mejor.
—¡Bien!— grito de alegría tumbandome con los brazos abiertos dejándome
relajada. —Solo hace falta comida.— Iré a cazar algo. No os movais de aquí eh.—dice alejándose adentrándose en las enormes flores.
—Whill, ¿Aquí hay animales? Pregunte inclinando la cabeza para mirarlo.
—Sí, sobre todo en esta montaña.—Responde con sabiduría. —Pero estos animales no presentan ningún poder y son inofensivos por así decirlo.
—Entonces son como los de mi mundo supongo.— declaro extiramdo los brazos y las piernas.
—Así es. -Afirma tambien asistiendo la cabeza.—Johana, se que te he dicho que reinarás estas tierras, pero tengo que hacerte una pregunta importante.¿ Estarías dispuesta a dejar todo aquello que amas atrás?
Se que me lo ha dicho anteriormente y que se me había pasado por la cabeza. Me encanta este mundo. Es algo más allá de la imaginación, nunca había pensando de un lugar como este. Estaría dispuesta a vivir en este sitio maravilloso ya que el otro es demasiado aburrido y agobiante, pero no puedo abandonar a mi madre. Eso si que no. Tampoco a mis dos mejores amigas, sin el sol y la luna en mí mundo no tendría nada de sentido.
Me levanto de la hierba.—No.— Pronuncio levantándome del suelo.— Por supuesto que no, solo he venido a encontrar a mi padre y a ayudarle a acabar con esa malvada hechicera. Luego regresare para estar con mi madre y mis amigas.
— Cambiaras de opinión Johana, tu destino es ser la reina de este poderoso mundo.— responde observandome serio.
—Perdón, ¿he oído johana?—Escucho una voz de chica detrás de mí.
—¡Pero que!—grito pegando un salto del susto.—¡¿Que haces detrás mía, quien eres tú?!
—Perdona por su atrevimiento Duquesa de la quinta legión.—añade acercándose hacía la chica.— Sí, es ella.
—No pasa nada Whilfo.—Responde con una sonrisa.—Soy la duquesa Grace, segundo puesto del elemento fuego. Un placer Johana. Vamos al castillo lo antes posible para que todos reciban la noticia.
Era una chica muy muy guapa. El pelo castaño largo y esos pequeños ojos verdes claros que tenían le hacían resaltar la belleza. Tenía una delgada nariz y unos labios carnosos de color rojo. Parecía muy joven aunque se le veía madura.
— Sí.—Respondo felíz al saber que hay alguien fuerte por fín con nosotros.
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Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)
FantasyJohana Harrison era una chica normal con una vida común y corriente, o eso pensaba ella. Desde sus dieciséis, empiezan a desencadenarse varios factores para su verdadero propósito, Destruir la oscuridad con un destino inminente. poder salvar a su...