Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)

capítulo 25

Batalla desgarradora.

Abrí los ojos en un momento y estaba en un lugar oscuro. Alguien de lejos gritaba algo con fuerzas, pero no se le entendía. No podía moverme, estaba fija en un único sitio. No podía sentir nada, ni frío, ni calor, ningún sentimiento, excepto una cosa. Paz. Sentía una tranquilidad inmensa en mi interior.

-—Liberame. Escucho detrás con una voz perturbadora.

-—¿Quién eres? ¿Donde estamos? -— Pregunto horrorizada pensando que estaba muerta.

-—Si o No. -—contesta dejándome con la duda.

No se quien es, ni quiera puedo mirar. Esta muy oscuro y encima esta detrás mía. Espero que no esté muerta, pero este individuo no piensa más que cosas extrañas.-—Mira no estoy de humor, te voy a contestar un si porque no te ....

En un parpadear estaba en la arena liberada de las raíces. Desprendía todo mi cuerpo una luz blanca y poderosa, desencadenando las flores que ocupaban en el campo y retorciendo las enredaderas. No sabía exactamente que habia sucedido, pero lo que si sabía es que me sentía con muchísimas fuerzas y seguridad en mí misma. Todo el mundo me miraban sorprendidos al ver semejante cosa, y Armimia sólo miraba como sus flores se marchitaban.

Yo sólo pensaba en que había sucedido exactamente, sólo me miraba exastua como si estuviese perdida y me acababa de encontrar.

Abrí las manos y empecé a destellar rayos de luz hacia todas las direcciones.
Ella se creó un escudo, aislandose del desastre que estaba formando. Levante muchísima humareda del campo, y el público sólo gritaban y gritaban de emoción. Raíces enormes empezaron a salir de la tierra formando la misma pose para contraatacar. No veía apenas con el polvo, y cree una barrera reflectora. -—¡No! Escucho detrás de toda la humareda. Noté como algo impactó, pero con poquísimas fuerzas. El polvo se fue desvaneciendo permitiéndome ver de nuevo y lance una bola de luz incrementada golpeando fuerte su barrera haciendo que estallara.

—¡ Te vas a enterar! -—Grita sin voz y muy enfadada.-— ¡¿ Me has escuchado?! No voy a permitir que pierda contra semejante vergüenza.

Le miro con desprecio mientras se levanta poco a poco llena de arena. -— Pues... siento decirte que la vergüenza la vas a hacer tú.-—Rio.

Empezó a formar una flor con pétalos verdes que iba cada vez más grande, está vez sobrepasando la altura de las grandes murallas de la Arena. Me quedé alucinada al ver esa bestialidad.

No se que hacer , creó que atacare con mis más fuerzas para acabar está desgarradora batalla,  me duele muchísimo la herida, me está sangrando y estoy perdiendo bastante  sangre. Pero creo que si no lo intento, este podría ser mi fin.

Alce las manos y empecé a acumular toda la luz del entorno en una gran masa de energía. sabía que no lo controlaba del todo bien, pero no tenía otra opción.

-—¿ Preparada para perder?-— me mira con el rostro cubierto de sangre.

-—¿ Lo estas tú?-—advierto concentrando más y más energía. 

El público miraban ilusionados,  ya que hacia tiempo que supuestamente no veían un combate así.
-—¡Johana no!-— escucho la voz de Halen desde las gradas.

La flor se abrió completamente sola. Tenía vida. Estaba formado por unos gigantescos dientes de puntas afilados en tres filas diferentes. No tenía ojos, no tenía nariz, y sólo movía una hoja gigante que colgaba del tronco verde.

Empezó a agacharse formando una luz verde dentro de su boca con más velocidad que nunca. Justamente cerré los ojos y deje que la esfera defensora se ocupará de todo.

En ese momento, El poder alcanzó mi barrera con una fuerte ráfaga de aire de color verde impactando con la barrera más brillante de todas. Abrí de nuevo los ojos y estaba intacta, no solamente yo, si no la barrera.

Me sentían con más fuerza que nunca. Note como la barrera absorbió el poder de ese ataque y lo convirtió en mi poder.

Todo el mundo estaba en silencio, al igual que Arminia. Ella me miraba muy extrañada.—¿ Qué has hecho con ese ataque?—¡¿Co.. co.. como has... ?!

—¿Quieres saber cómo? —Di un paso al frente. Ahora verás...

La barrera empezó a convertirse en una llama blanca que se agarró a mis manos. Extendi los brazos y las llamas se convirtieron en una especie de látigo de fuego.

Empecé a atacar diriengo las llamas hacia Arminia. Ella se protegía con troncos que hacia salir desde la tierra, pero las llamas lo pulverizó en cuestión de un segundo,  quemando toda su protección logrando dañarle.

Cae al suelo insconciente.

¡Bien! , !Bravo! , ¡Alucinante! .. se escuchaban a gritos desde cualquier parte de las gradas.

-—Lo he logrado. —Pronuncio rendida cayendo de rodillas.

Se escuchan pasos rápidos-—¡Johana! ¿Estás bien? Me coge Halen en brazos.

- Si. Fue mi última contestación. Me quedé insconciente.

Desperté de nuevo en mi cuarto. Me levanté y no sentí casi nada de dolor. Alguien golpeó la puerta y abrió.

— ¿Se puede?  — pregunta Arminia preocupada.

— Sí, pasa. — Contesto un poco extrañada. — ¿ Qué ocurre?

Entra y se sienta al filo de la cama.
— Nada... es solo que venía a ver como te encontrabas. ¿Estás mejor?

— Sí, estoy mucho mejor . Gracias por preguntar. — Respondo agradecida.

Me sonríe. — Me alegro mucho. Respecto a la pelea... Es solo para...

Me levanto. — No te preocupes. Se que todo esto esta hecho por algo, y que vosotros no sois el verdadero enemigo. Esto proviene de mi parte de entrenamiento para poder luchar enseguida con la oscuridad  y encontrar a mi padre. Así que no te preocupes, ¿ Vale?

Reímos por un momento.
— Eres digna de tener ese poder, y se que podrás con todo lo que se cruce en tu camino. — Me coge de las manos feliz. ¡Seré tu compañera de viaje!

— ¿ Enserio? ¡Genial! Así me siento más segura. — Expreso calmada.

— ¡Sí! Y por cierto, gracias a mis esporas te has curado rápidamente.  — Me suelta.—Mira.

Abrió sus manos y empezaron a salir pequeños brotes con luminiscencia de color verde.

— Sí pongo esto en heridas se reparará dependiendo del tamaño de la herida u órganos más importantes ,  el corazón, cerebro, entre otros.

— ¡Vaya es asombroso! — pronuncio alucinada.

Abre la puerta Halen.
— ¿ Bien estás preparada? — Nos mira juntas extrañado.

Nos miramos y reímos.

Entra Leyla.
— ¿ Estás preparada? Grace te espera en la cocina.