Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)

capítulo 21

Primera prueba: Parte III

No se lo que me espera ahora. Esto debe de ser complicado, se le ve tan concentrado y serio.

—Bueno Johana, ayer cometiste el error de concentrar el poder y hacerlo desvanecer sin cuidado. Lo bueno es que no llegaste a concentrar bastante energía a tiempo — Dice observandome a lo largo de la distancia.— Este método, se trata de eso, pero es el más difícil al no saber la cantidad exacta de poder que estás otorgando. Por lo tanto, necesitas saber cuál es tu punto exacto de energía y cómo retenerla. Mira con atención.

—Esta bien.— digo concentrada en sus movimientos con el ceño fruncido.

Acercó sus manos a una distancia pequeña, y empezó a incrementar una bola de energía color marrón. A medida que se hacía más grande, él fijaba su mirada para volver a hacerla pequeña y así mantenerla. —Vamos allá. Levantó las manos hacia arriba y separó sus manos creando una gran corriente de aire comprimido. Era como una honda expansiva, sus ráfagas creadas con trozitos de rocas chocaban con todo lo que estaba alrededor.

Doy unos pasos hacia atrás con el brazo puesto en la cara.—Vaya, es realmente sorprendente.

—¿Qué es lo que has visto? —Pregunta acercándose de nuevo.

—La única explicación que te puedo dar, es que lo has hecho más pequeño para concentrar la energía, y así, expandirse con más fuerza.

—¡Estupendo! Bien, ahora prueba tú.—Se coloca a dos metros.— Y por cierto, lo he hecho con pequeñas cantidades, lo mismo te digo a ti, contra más energía concentrada, más poder de expansión contiene. ¿Así que no utilizes mucha de acuerdo?

Coloco las manos para prepararme
— Sí, entendiendo.— Pronuncio con voz preocupada.

Una luz brillante surgió de mis manos. Empezó a fluir haciéndose cada vez más y más poderosa. Ya notaba como la energía salía de mi interior. Me concentre en hacerla más pequeña, y así sucedió, la bola de luz se mantenía en un tamaño estable.—Bueno, allá vamos. Subí las manos, y las separé en el acto. Una onda de aire expansivo salió disparado por toda la zona arrojando a las demás personas al suelo incluyéndome a mí, que estaba tirada completamente de la fuerza que contenía. Halen se protegió del ataque creando su barrera de piedras, pero aún así lo arrastró a varios metros de donde se encontraba.

¡Ay! Que dolor. Me golpeado la cabeza contra el suelo y encima estoy llena de tierra.—Me levanto despacio y me sacudo.

Al mirar alrededor, vi a todos los guerreros levantándose entre la humareda de polvo. Fijé la mirada en Halen, y aún seguía adentro de su barrera, que por cierto, tenía grietas importantes.

Me quedo impactada antes la situación.— En... bueno yo... — pronuncio con voz de inocencia.— Ha sido sin querer, lo siento chicos.

Se separa las rocas que le mantenían a salvo y se acerca lentamente.— Johana, ¿que te dije sobre mantenerte a raya?

Vaya está vez la he liado gorda, mí corazón se me va a salir de la presión por culpa de la situación.— Y lo hice, pero no se que ha pasado, lo siento mucho.

Los guerreros empezaron a plaudir todos hacia mí interrumpiendo a Halen. Gritaban y levantaban las manos con expresiones brutales:
— ¡Eres la mejor! ,— ¡Con esa fuerza nadie nos deparará! , — ¡Esa es la prueba de que la luz va mas allá de lo que pensábamos! Escuchaba mientras veía a él confuso con cara de preocupado.

—¿Qué ha sucedido aquí? — pregunta  Grace bajando de la colina.— ¿Qué significa todo esto? ¡Los cristales del castillo han sido rotos y las flores del jardín están completamente marchitadas! Incluso los animales de estos bosques están aterrorizados.

Miro a Halen, y luego vuelvo a fijarme en Grace. Expulso aire y doy un paso.—Perdóname Duquesa. He sido yo al no poder conte..

Halen me interrumpe.
— Grace, esta chica es asombrosa.— Declara serio ante su presencia. — No me había dado cuenta, pero no ha tardado nada en contener cierta energía.

Se acerca a nosotros.
—¿Qué quieres decir con eso?

—Quiero decir, que posee unos poderes totalmente inalcanzables. Si ha producido esto con solo esa cantidad, no me quiero imaginar lo que podría hacer esta niña.

—¡No soy una niña! — alzo la voz furiosa. Todos se me quedan mirando asombrados.— Deje de serlo desde que tenía conciencia.

Me mira con una sonrisa y se me acerca.— Muestrame tu poder Johana, quiero verlo porfavor.

Él se quedó totalmente petrificado al oír mí declaración y creó su barrera de piedras. Todos se alejaron bastantes y se prepararon para iniciar su escudo de poder. Grace levantó una mano y creo una llamarada en circulo girando hacia la izquierda. Luego bajo sus manos y su barrera permanecía intacta.

Así que es ella la otra única que puede lograrlo. Aunque aún no entiendo porque es una duquesa importante.
—Sí.

Volví a colocarme a varios metros y acerqué las manos. De nuevo se creó una esfera brillante, y me concentre para retenerlo en el mismo tamaño. Al azar las manos y separarlas la misma onda salió disparada. No me dio tiempo a protegerme con mi barrera, así que caí al suelo arrastrándome por la arena.

Vaya pero que desastroza soy. Me duele todo el cuerpo y encima creo que me he lastimado la pierna.
—Me levanto al parar el efecto de expansión. Ella seguía intacta. Su barrera ardiente lo decía todo, eran fogosas y parecían del infierno.

Me mira esta vez con la sonrisa más amplia.—¡ Pero de donde has salido! — dice sorprendida.

Halen y los demás bajaron la guardia y hicieron desaparecer sus barreras.
—Ves como no te mentía. Tenemos una guerra ganada.

—Por supuesto, a partir de ahora entrenará conmigo. — declara acariciandome el pelo y guiñandome un ojo.

—¿Qué? —Se pone serio.—Tu madre me dijo que sería yo quién le enseñara, por lo tanto son órdenes mayores.

Ahora entiendo el porqué es tan respetada, es la hija de la propia reina.

—Me da igual. Ven conmigo Johana.— Dice alejándose de donde estabamos.

—¡No es justo! Yo soy un rey al igual que tu madre.

La perseguía a traves de campos de tierra hasta estar totalmente aislados de los demás. —Bueno cielo, ahora tienes que aprender a moverte, y a luchar con las diferentes formas que te enseñaré. ¿ Estás lista?

Yo nunca he sabido nada de luchas. Pero ahora no me queda más remedio que aprender.— Vale. —Respondo segura.