Al Otro Lado Del Mundo.(La Profecía De La Luz)

capítulo 10

El rey de los Bosque

Al escuchar la voz inmediatamente me levante y giré el cuerpo hacia atrás mirando a la mujer que me encontré antes.
Lo sabía, esa voz de bruja espeluznante que tenía la reconocería en cualquier sitio.

—¿A que te refieres con que seré la que te derrote? Pregunto alzando la cabeza para no quitarle ojo.

—¿Aún no te has dado cuenta Julieta?, o quiero decir,¿ Harrison? —pronuncia con voz de malas intenciones.

—¿Como diantres sabes mi nombre?- Añado de pie protegiendo a Whill.— ¿Qué coño haces aquí?

—Se quién eres desde que noté tu luz a varias manzanas. Solo quería asegurarme de que eras tu, y veo que ya lo he descubierto.— dice sonriendo diabólicamente.— Ese animal no era una bestia, Era un monstruo de oscuridad. Uno de mis súbditos.

Se cambió a un vestido negro muy largo y con una especie de capa alta en el cuello que le daba un aspecto terrorífico.

Mierda, como no he caído antes. Me dijo su nombre, noté como me absorbia poco poco, y sobre todo que iba a hacer una mujer sola canzando en un bosque lleno de bestias. Que inútil, no solo eso. También ese monstruo lanzaba fuego de color negro puro.

—Eres la Reina oscura Darkn..

Apareció delante de mi en un instante, y me tapó la boca dejándome sin terminar de hablar.

—No pronuncies mi nombre aquí.— declara mientras me observa moviendo la cabeza.

Se volvió a distanciar unos metros. Yo solo pensaba si era por algo malo que podría suceder o por el contrario, que le ocurriese algo a ella. No le iva a preguntar. A veces soy muy impulsiva y me dejo llevar por mis istinto.
— ¡Darkness!- Grité con fuerzas.

Derrepente pájaros de todas clases de colores carmín, metálico y fluorescentes salían volando de lo más alto de los árboles. Miré hacia arriba, y derrepente empezó a temblar el lugar. Las piedras, hojas, insectos, flores y ramas empezaron a elevarse poco a poco del suelo. Aparté la mirada de las cosas flotando y observe a la malvada Hechicera. Un aura oscura se desprendía de ella dejándola confusa.

—¡Maldita niña! ¿como te atreves?
—dice alzando la voz con los brazos cruzados retorciendose de dolor.

El temblor permanecía cada vez más fuerte. Ella formó un círculo diciendo:
'Abreus circulins oscuredne corromtiun YA!

Se introdujo en una especie de agujero negro y desapareció. De pronto se abrió una grieta en el suelo. Cogí a Whill y salí corriendo mirando hacía atrás,Tenía mucha curiosidad. Mientras lo llevaba, él me cuchicheaba algo, pero no se le entendía. Me agarró del pelo y me paré.

—¡Pero que estas haciendo estúpido!— Refunfuño grotescamente.

—pa.......dr..aa.- dijo muy bajo con los ojos medio abiertos.

—¿Que?— pregunto nerviosa sin parar de mirar para atrás.

—Pa..raa. — contesta.

—Vale, esta bien. — añado soltandolo despacito en el suelo.

No sabía porqué quería parar. Me levanté y observé a los animales de antes que se acercaban a lo lejos. Habían muchos más. Mofetas con cola de pez y de tres colores; azul,rosa y blanco bajaban de los árboles. Pequeños trolls hechos de piedra y musgo del tamaño de una pelota de baloncesto se acercaban dando giros cada cierto rato. Eran adorables, se les veia en la pequeña carita. Monos de colores naranjas y de seis patas, contando las 'piernas', se dirigían hacía mí apoyando dos de sus manos.
Eran preciosos, tantos animales distintos y únicos en un bosque para ellos.

Mientras se acercaban noté golpes fuertes en el suelo como si viniese de algo muy pesado. Miré para atrás y me quedé peor que una estatua de piedra. Era una Especie de centauro enorme de color marron oscuro y unos cuernos de esmeralda verdes. Medía aproximadamente unos siete metros. Detrás le corgaba una gran espalda de diamante muy larga y peculiar ,Brillaba con un poco de reflejo. Volví a dar la vuelta ,como la que no quiere la cosa, y observe que todos los animales tenían la cabeza agachada. Parecía una muestra de respeto ante ese bicho enorme.

—Hola niña.— Suena una voz muy grave detrás de mí.— ¿Has sido tú la que me has llamado?

— ¿Que te he llamado?—recalco dandome la vuelta para verlo.— Yo solo he pronunciado el nombre de esa malvada oscura.

—Entonces me has llamado.-afirma serio.

—Bueno y.. ¿que ha pasado con la Hechicera? ¿ Porqué le ha ocurrido eso? —Pregunto mirándole a los ojos marrones.

—Verás jovencita, su nombre atrae malas vibraciones. Y el corazón del bosque que es donde vivo rechaza la oscuridad, Invocandome a mí. Rey de los Iletrados Taur. —Añade agachandose a Whill.—Mientras la luz ilumine este bosque, no podrá estar aquí.

Ya entiendo.— respondo observandolo.

Puso la mano sobre Whill y las luces que desprendía volvieron a aparecer pero aun más brillantes que nunca. Él se despertó enseguida y pudo salir del parálisis en nada. Se levantó, y le dio las gracias inclinandose hacia él. Nos ofreció guiarnos hacia el castillo montados en un ilustrado elefante,tenía flores amarillas y violetas que le cubrían el cuerpo entero. Era maravilloso. Mientras seguíamos el sendero vi a alguien a lo lejos con una capa azul oscura qué le cubría todo el cuerpo. Se dirigía a la misma dirección. Insistí en ir más deprisa para alcanzarlo y descubrir quién era,la curiosidad me mata.

Al estar cerca alze la voz y dije ¡hola! Haciendo que la persona se asustara y volteara enseguida.

No me lo podía creer, todo lo que he visto en este mundo para mí se queda pero.. ¿esto? No hay quién se lo crea. Como iva a imaginarme a alguien que no perteneciera a este mundo.

—¡Pero que haces tu aquí!— dice asustado y sorprendido al verme montada en un animal acompañada del Rey de las bestias.